El iPhone tendría los días contados en Europa… y el final podría ser inminente

Apple se enfrenta a una compleja situación en la política de venta del iPhone, su producto estrella. Tanto es así, que puede que nos acerquemos al final de este dispositivo tal y como lo conocemos.

La industria tecnológica mundial no vive su momento más tranquilo. La Administración Trump decidió sacudir la normalidad de muchas de las empresas que lideran en el sector y se encontraron, de repente, con una guerra arancelaria cuyas condiciones eran imposibles de anticipar. Tanto, que algunas marcas tienen que replantear su calendario de lanzamientos y su política de precios.

Este es el caso de Apple, que se encuentra cada vez más cerca de presentar la renovación de sus modelos de iPhone actuales, y que parece estar explorando la idea de incrementar el precio de sus productos, pero sin mencionar a los aranceles como una de sus causas. Una situación que podría provocar que nos enfrentáramos a los iPhones más caros hasta la fecha.

En el caso de confirmarse los rumores publicados por el Wall Street Journal, cuyas fuentes son cercanas a la compañía, habría que comprobar el impacto que este nuevo incremento tendría en las ventas de la compañía. Recordamos que la industria del smartphone lleva un tiempo estancada y un aumento de los precios por parte de la compañía de la manzana mordida, caracterizada por la fidelidad de su público, podría desplazar la demanda hacia otras marcas.

Un aumento de precios sin vinculación directa los aranceles

Llevamos muchas semanas leyendo noticias sobre cómo los aranceles van a impactar en la industria tecnológica, una de las grandes damnificadas. Sin embargo, desde Apple se quieren desmarcar de esta corriente y no quieren asociar la incipiente subida de las tarifas de sus dispositivos a la nueva política arancelaria con China. La razón es que ya han existido gestos recientes en los que la Casa Blanca ha tenido que intervenir definiendo esta práctica como hostil, como ocurrió con Amazon, algo que Apple quiere evitar a toda costa.

Por lo tanto, parece que la estrategia pasa por relacionar el aumento de los precios con las nuevas funciones que están por llegar y el coste que supone el rediseño del producto. Conviene recordar que uno de los rumores más fuertes de Apple durante los últimos meses anticipan la llegada de un iPhone mucho más fino que los actuales, por lo que se entiende que esto provocaría un aumento en los costes.

Un futuro muy abierto

Mientras todo esto ocurre, Estados Unidos y China anunciaron hace algunas horas un nuevo acuerdo comercial que reducía los aranceles de forma considerable. Sin embargo, aún así, estos siguen existiendo y su impacto en el precio de los productos es inevitable. Si no lo repercute en el consumidor, el coste de los aranceles mermaría directamente su beneficio, algo que parece poco probable. Al menos, en su totalidad.

La respuesta final de Apple puede ser muy variada. Desde asumir la totalidad del sobrecoste del arancel temporalmente, compartirlo con el consumidor o repercutirlo directamente en este. Lo que queda claro es que tiene ante sí una difícil situación de la que dependen gran parte de sus beneficios durante los próximos ejercicios.

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