"No un teléfono, es un coche": Volkswagen cree que las pantallas en los coches están llegando demasiado lejos
Para algunos fabricantes de coches, sólo importan las pantallas. Tras el minimalismo extremo del Tesla Model 3 2017 que eliminaba botones para relegar el control del coche a la enorme pantalla central, hubo fabricantes que se subieron al carro. Llenar el salpicadero de pantallas parecía sinónimo de lujo al volante, pero es una idea que no ha cuajado entre usuarios, críticos y hasta del organismo más relevante en Europa para evaluar la seguridad de los vehículos: Euro NCAP. Ahora, las propias marcas se están dando cuenta de que no pueden apostarlo todo a las pantallas y hay afirmaciones tan contundentes como la del jefe de diseño de Volkswagen, que ha reconocido que “no es un teléfono: es un coche”. Tendencia. Tesla es el ejemplo perfecto cuando se habla de pantallas en coches. No es el que más tiene, pero sí el que, en sus últimos modelos, ha relegado prácticamente todas las funciones del coche a esa consola central. Otras marcas como Mercedes no tardaron en subirse al carro con salpicaderos en los que las pantallas eran protagonistas y hay quien ha llevado esto al extremo, sobre todo cuando hablamos de coche eléctrico. Mazda 6e, la berlina eléctrica Y el Mazda 3 Parece que hablar de un 100% implica dejar a un lado los botones. Incluso marcas como Mazda que han apostado por pantallas pequeñas y táctiles sólo con el vehículo detenido han dado un volantazo cuando han presentado el modelo eléctrico. Pero quizá uno de los casos más exagerados es el de Volkswagen. “Botones”. Entre comillas. En la imagen principal tenemos el salpicadero del Volkswagen ID. Every1, el nuevo utilitario 100% eléctrico que quiere situarse como el coche eléctrico de entrada por excelencia. El interior es futurista, de ciencia ficción y sí, tiene botones. Botones de verdad, no como los del Atlas, el nuevo Golf o el ID.4. El volante del ID.4 En estos tres modelos, los pulsadores son hápticos, una especie de botón digital que no ofrece esa retroalimentación de pulsación como cuando ejercemos presión en un botón real, sino una vibración. Como teclear en un teléfono móvil, vaya. En marcha, puede que no sea suficiente como para dar información al conductor cuando hay elementos como la vibración del propio vehículo al rodar por un terreno que no es completamente liso. “No es un móvil”. Este modelo aún no ha salido a la venta, pero las críticas y las últimas decisiones de Euro NCAP parece que han conseguido que la firma alemana se replantee las cosas. Y lo ha hecho. Como leemos en Autocar, Andreas Mindt, el jefe de diseño de la marca, ha sido el que ha tomado la iniciativa al comentar que, a partir del ID.2 que llegará el próximo año, todos los coches tendrán “botones físicos para las cinco funciones más importantes”. Esas funciones son el volumen, la calefacción, el control de ventiladores y la luz de emergencia. “Estarán en cada coche que hagamos de ahora en adelante, lo hemos entendido”. Esta marcha atrás es curiosa, pero bien recibida porque es evidente que reconocen que hay un problema real con este tipo de interfaces táctiles y que no valen para todo. “Nunca, nunca cometeremos este error de nuevo. En el volante, tendremos botones físicos. No habrá que adivinar más y tienen retroalimentación real. A la gente le encanta eso y, honestamente, es un coche. No un teléfono: es un coche”. En Xataka Llenar el parabrisas de hologramas. El plan de Hyundai para acabar con las pantallas en los coches Ni un lujo. VW no ha sido la única que, recientemente, se ha dado cuenta de que las pantallas táctiles como único método de control del coche son un engorro para ciertas cosas y un potencial riesgo para la seguridad. La también alemana Mercedes ha considerado las pantallas un símbolo de lujo en sus vehículos recientes. Cuantas más, y más grandes, mejor. Sin embargo, aunque la ‘Hyperscreen’ no se irá a ninguna parte, el jefe de diseño de la marca de las tres puntas admitió en una reciente entrevista que deben idear otra forma de trasladar ese lujo a sus vehículos, como mejores acabados o piezas más artesanales… en lugar de tanta pantalla. Con cabeza. Lo cierto es que, desde que comenzó la fiebre por el coche “todo pantalla”, cada marca ha hecho un poco la guerra por su cuenta. Lincoln, por ejemplo, ofrece pantallas enormes, pero no táctiles y únicamente sirven como visor de información. Mazda (excepto en el 6e) sigue apostando por botones junto a una pantalla de dimensiones comedidas; Peugeot, Renault o Toyota, entre otros, también incorporan pantallas grandes, pero hay elementos como botones físicos en el volante y para controlar la climatización que se mantienen. Mindt redondeó su comentario sobre el futuro de las interfaces en Volkswagen afirmando que seguirán ofreciendo pantallas t

Para algunos fabricantes de coches, sólo importan las pantallas. Tras el minimalismo extremo del Tesla Model 3 2017 que eliminaba botones para relegar el control del coche a la enorme pantalla central, hubo fabricantes que se subieron al carro. Llenar el salpicadero de pantallas parecía sinónimo de lujo al volante, pero es una idea que no ha cuajado entre usuarios, críticos y hasta del organismo más relevante en Europa para evaluar la seguridad de los vehículos: Euro NCAP.
Ahora, las propias marcas se están dando cuenta de que no pueden apostarlo todo a las pantallas y hay afirmaciones tan contundentes como la del jefe de diseño de Volkswagen, que ha reconocido que “no es un teléfono: es un coche”.
Tendencia. Tesla es el ejemplo perfecto cuando se habla de pantallas en coches. No es el que más tiene, pero sí el que, en sus últimos modelos, ha relegado prácticamente todas las funciones del coche a esa consola central. Otras marcas como Mercedes no tardaron en subirse al carro con salpicaderos en los que las pantallas eran protagonistas y hay quien ha llevado esto al extremo, sobre todo cuando hablamos de coche eléctrico.


Parece que hablar de un 100% implica dejar a un lado los botones. Incluso marcas como Mazda que han apostado por pantallas pequeñas y táctiles sólo con el vehículo detenido han dado un volantazo cuando han presentado el modelo eléctrico. Pero quizá uno de los casos más exagerados es el de Volkswagen.
“Botones”. Entre comillas. En la imagen principal tenemos el salpicadero del Volkswagen ID. Every1, el nuevo utilitario 100% eléctrico que quiere situarse como el coche eléctrico de entrada por excelencia. El interior es futurista, de ciencia ficción y sí, tiene botones. Botones de verdad, no como los del Atlas, el nuevo Golf o el ID.4.

En estos tres modelos, los pulsadores son hápticos, una especie de botón digital que no ofrece esa retroalimentación de pulsación como cuando ejercemos presión en un botón real, sino una vibración. Como teclear en un teléfono móvil, vaya. En marcha, puede que no sea suficiente como para dar información al conductor cuando hay elementos como la vibración del propio vehículo al rodar por un terreno que no es completamente liso.
“No es un móvil”. Este modelo aún no ha salido a la venta, pero las críticas y las últimas decisiones de Euro NCAP parece que han conseguido que la firma alemana se replantee las cosas. Y lo ha hecho. Como leemos en Autocar, Andreas Mindt, el jefe de diseño de la marca, ha sido el que ha tomado la iniciativa al comentar que, a partir del ID.2 que llegará el próximo año, todos los coches tendrán “botones físicos para las cinco funciones más importantes”.
Esas funciones son el volumen, la calefacción, el control de ventiladores y la luz de emergencia. “Estarán en cada coche que hagamos de ahora en adelante, lo hemos entendido”. Esta marcha atrás es curiosa, pero bien recibida porque es evidente que reconocen que hay un problema real con este tipo de interfaces táctiles y que no valen para todo.
“Nunca, nunca cometeremos este error de nuevo. En el volante, tendremos botones físicos. No habrá que adivinar más y tienen retroalimentación real. A la gente le encanta eso y, honestamente, es un coche. No un teléfono: es un coche”.
Ni un lujo. VW no ha sido la única que, recientemente, se ha dado cuenta de que las pantallas táctiles como único método de control del coche son un engorro para ciertas cosas y un potencial riesgo para la seguridad. La también alemana Mercedes ha considerado las pantallas un símbolo de lujo en sus vehículos recientes. Cuantas más, y más grandes, mejor.
Sin embargo, aunque la ‘Hyperscreen’ no se irá a ninguna parte, el jefe de diseño de la marca de las tres puntas admitió en una reciente entrevista que deben idear otra forma de trasladar ese lujo a sus vehículos, como mejores acabados o piezas más artesanales… en lugar de tanta pantalla.
Con cabeza. Lo cierto es que, desde que comenzó la fiebre por el coche “todo pantalla”, cada marca ha hecho un poco la guerra por su cuenta. Lincoln, por ejemplo, ofrece pantallas enormes, pero no táctiles y únicamente sirven como visor de información. Mazda (excepto en el 6e) sigue apostando por botones junto a una pantalla de dimensiones comedidas; Peugeot, Renault o Toyota, entre otros, también incorporan pantallas grandes, pero hay elementos como botones físicos en el volante y para controlar la climatización que se mantienen.
Mindt redondeó su comentario sobre el futuro de las interfaces en Volkswagen afirmando que seguirán ofreciendo pantallas táctiles “en parte debido a los nuevos requisitos legales que, como en EEUU, imponen que todos los coches cuenten con una cámara de marcha atrás. Hay un montón de otras funciones que podemos ofrecer en ciertas áreas y las pantallas serán grandes, pero las cinco cosas principales siempre estarán en forma de botón físico. Eso es muy importante”.
Por tanto, sea por el aviso de Euro NCAP o porque se han dado cuenta de que delegar todas las acciones del vehículo a pantallas o botones hápticos no es lo más sensato, bienvenida esa filosofía de VW.
Imágenes | Mazda, Volkswagen
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"No un teléfono, es un coche": Volkswagen cree que las pantallas en los coches están llegando demasiado lejos
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Xataka
por
Alejandro Alcolea
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