Ya disponible un nuevo estudio de Apple que investiga cómo sus dispositivos afectan la salud
Apple lanza un estudio para analizar cómo iPhone, Apple Watch y AirPods pueden influir en la salud y el bienestar de los usuarios.

Apple ha puesto en marcha un nuevo estudio de salud con el objetivo de analizar cómo la tecnología puede influir en el bienestar de las personas. A través de su app Investigación, este estudio busca explorar la relación entre distintos factores de salud y el uso de dispositivos como el iPhone, el Apple Watch y los AirPods. La iniciativa se lleva a cabo en colaboración con el Brigham and Women’s Hospital, una prestigiosa institución vinculada a la Facultad de Medicina de Harvard. A continuación te contamos todos los detalles.
Un estudio centrado en los datos para mejorar la salud
Una nota de prensa anunciaba el lanzamiento de un nuevo Apple Health Study bajo su premisa de aportar a la ciencia a través de sus dispositivos. La investigación tiene como objetivo evaluar cómo los datos recogidos a través de los dispositivos pueden ayudar a predecir, detectar y gestionar cambios en la salud. Se analizarán diversos aspectos como la salud cardiovascular, la actividad física, el sueño y la salud mental, entre otros. Apple destaca que este enfoque permitirá comprender mejor la manera en que las distintas áreas de la salud están interconectadas. Por ejemplo, se investigará cómo el sueño puede influir en el ejercicio físico o de qué manera la salud mental afecta la frecuencia cardiaca.
Este nuevo estudio longitudinal virtual tiene como objetivo comprender cómo se pueden utilizar los datos de la tecnología (incluidos los dispositivos de Apple y de terceros) para predecir, detectar, monitorear y gestionar los cambios en la salud de los participantes. Además, los investigadores explorarán las conexiones entre diferentes áreas de la salud. El estudio abarca una serie de áreas de salud y enfermedad, como la actividad, el envejecimiento, la salud cardiovascular, la salud circulatoria, la cognición, la audición, la salud menstrual, la salud mental, la salud metabólica, la movilidad, la salud neurológica, la salud respiratoria, el sueño y más.
Este no es el primer estudio de salud promovido por Apple. La compañía ya ha llevado a cabo investigaciones sobre la salud femenina, la audición y la relación entre el corazón y el movimiento. Estos estudios han contado con la participación de más de 350,000 voluntarios en Estados Unidos. Con el nuevo estudio, Apple pretende ampliar la investigación para obtener datos más precisos y útiles.
Un estudio limitado a EEUU por el momento
El estudio está disponible únicamente para residentes en Estados Unidos que cumplan con ciertos requisitos de edad y completen un proceso de consentimiento informado. Los interesados pueden inscribirse a través de la app Investigación, disponible en iPhone con iOS 16 o posterior. Un punto clave es que la participación es completamente voluntaria, y los usuarios pueden elegir qué datos desean compartir con los investigadores, así como retirarse del estudio en cualquier momento.
Apple ha enfatizado que los datos recopilados están protegidos y que la compañía no tiene acceso a información de identificación personal, como nombres o datos de contacto. Esto significa que los participantes controlan la información que comparten y pueden dejar de hacerlo en cualquier momento si así lo desean.
El papel de la tecnología en el futuro de la salud
La investigación llevada a cabo por Apple no solo pretende mejorar la comprensión de distintos aspectos de la salud, sino que también podría influir en el desarrollo de futuras funciones en dispositivos como el Apple Watch o los AirPods. Gracias a estos estudios, Apple ha podido implementar herramientas como la aplicación Signos Vitales para el Apple Watch o la función de Estabilidad al Caminar en iPhone.
Este proyecto refuerza el enfoque de Apple en el ámbito de la salud, consolidando su apuesta por la tecnología como una herramienta clave para la prevención y el monitoreo de condiciones médicas. Aunque por ahora el acceso está limitado a Estados Unidos, esta investigación podría abrir la puerta a nuevos avances que beneficien a más personas en el futuro.