No todos los "Xiaomi" triunfan fueran de China: este fabricante fue el primero en intentar eclipsar a Netflix y Tesla
Aparece una empresa, sube como la espuma, parece que se va a comer el mundo y al final acaba relegada a un segundo plano (o algo peor). Esta historia ha sido contada muchas veces en el mundo de la tecnología, y es que por desgracia es relativamente común que ocurra. Hay casos muy conocidos, como los de BlackBerry y Nokia, aunque hay muchos más. Puede que no sea tan sonado como ocurre con las anteriores compañías, pero es inevitable no hacer mención de LeEco si hablamos de este tipo de historias. Leshi Internet Information & Technology, LeTV o LeEco son nombres que golpearon fuerte en China, hasta el punto de que parecía que se iba a comer a rivales directos en aquel momento, como Xiaomi. Una historia que tiene mucho que contar y que vamos a repasar justo a continuación. Jia Yueting, un fundador con aire de Steve Jobs Antes de ponernos a hablar de la compañía en sí, conviene pararnos un momento a conocer a su fundador, Jia Yueting. Llegó del mundo rural (concretamente de una población llamada Shanxi) y trabajó en el mundo de la informática, pero a nivel local. Tras esto, comenzó a emprender poco a poco, fundando incluso alguna compañía exitosa previa a LeEco como fue Sinotel Technologies. Imagen: Xataka En todas las apariciones públicas, Jia Yueting tiraba de un estilo muy Steve Jobs, o lo que es lo mismo, un aire desenfadado e informal con mucha seguridad en cada discurso. Esto es bastante irónico, puesto que en más de una ocasión atizó a Apple, llegando a decir incluso que estaba anticuada. El motivo de esto, según una entrevista concedida a la CNBC, es que innovaba muy despacio, todo lo contrario que LeEco. Evidentemente, el tiempo le ha dado la razón a la compañía californiana. LeTV fue un comienzo muy prometedor LeEco acabó por convertirse en un gigante muy ramificado, pero todo empezó por una plataforma de vídeo, LeTv. Esta plataforma comenzó incluso a funcionar ofreciendo vídeo en streaming antes que Netflix, lo que ya nos indica que era toda una pionera en su momento. Llegó a tener más de 5.000 películas y 100.000 episodios de series de televisión, principalmente contenido local, aunque también llegaron contenidos salidos de Hollywood. LeTv ofrecía su contenido a cambio de una suscripción mensual, con opción a que pusieran anuncios (algo que ahora mismo hacen plataformas como Prime Video) e incluso con contenidos pay-per-view. Esta parte de LeTv era bastante grande, especialmente en lo que respecta a contenido deportivo. La plataforma emitía incluso partidos de la NBA y de la NCAA a través de LeTV Sports. En Xataka Android Qué fue de Android One, el Android puro con dos años de actualizaciones que conquistó nuestros corazones y se fue sin despedirse Si cogemos los datos de 2016, había 50 millones de usuarios activos en China y el valor de mercado de la plataforma era de 6.430 millones de dólares. Estas cifras que manejaba LeTV le permitían crear contenido original de calidad, muy en la línea de lo que hacían y hacen plataformas como Netflix. Esta plataforma de contenidos fue la base para la expansión de la compañía, que pasó a renombrarse como LeEco. ¿Por qué este nombre? La idea era cambiar la imagen que había y colocar una nueva donde lo destacable no solo era la plataforma de streaming, sino un ecosistema completo de productos (de ahí el nombre, abreviatura de Le Ecosystem) conformado por hardware, software y contenido en streaming. Precisamente en su ecosistema de productos estaba su principal baza al principio. Por ejemplo, la compañía comenzó a lanzar sus propias televisiones al mercado, unas con una relación calidad-precio muy alta. Sin embargo, su punto de diferenciación con sus principales competidores no estaba en el hardware, sino que precisamente estas incluían los servicios de su plataforma de streaming. Un dos por uno de manual. El siguiente paso fue el asalto a EEUU e India Era tal la expansión que estaba sufriendo la empresa en China, que LeEco puso sus ojos fuera de las fronteras del país. En ese momento, marcas como Xiaomi estaban centradas en la expansión dentro de China, mientras que LeEco comenzó a moverse para que sus productos llegasen a más territorios. En un principio, la compañía invirtió muy fuerte para llegar a dos mercados principalmente: Estados Unidos e India. La apuesta para llegar a EEUU fue total, tanto que LeEco compró Vizio, una de las marcas más importantes que había en ese momento en el mercado de televisiones, por 2.000 millones de dólares (luego veremos que esta compra no se terminó de concretar). La intención de la compra era facilitar el desembarco de sus productos en este continente, evitando así posibles problemas de patentes. Este no fue el único movimiento de la empresa en este sentido. LeEco también puso su mira en Testa

Aparece una empresa, sube como la espuma, parece que se va a comer el mundo y al final acaba relegada a un segundo plano (o algo peor). Esta historia ha sido contada muchas veces en el mundo de la tecnología, y es que por desgracia es relativamente común que ocurra. Hay casos muy conocidos, como los de BlackBerry y Nokia, aunque hay muchos más.
Puede que no sea tan sonado como ocurre con las anteriores compañías, pero es inevitable no hacer mención de LeEco si hablamos de este tipo de historias. Leshi Internet Information & Technology, LeTV o LeEco son nombres que golpearon fuerte en China, hasta el punto de que parecía que se iba a comer a rivales directos en aquel momento, como Xiaomi. Una historia que tiene mucho que contar y que vamos a repasar justo a continuación.
Jia Yueting, un fundador con aire de Steve Jobs
Antes de ponernos a hablar de la compañía en sí, conviene pararnos un momento a conocer a su fundador, Jia Yueting. Llegó del mundo rural (concretamente de una población llamada Shanxi) y trabajó en el mundo de la informática, pero a nivel local. Tras esto, comenzó a emprender poco a poco, fundando incluso alguna compañía exitosa previa a LeEco como fue Sinotel Technologies.

En todas las apariciones públicas, Jia Yueting tiraba de un estilo muy Steve Jobs, o lo que es lo mismo, un aire desenfadado e informal con mucha seguridad en cada discurso. Esto es bastante irónico, puesto que en más de una ocasión atizó a Apple, llegando a decir incluso que estaba anticuada. El motivo de esto, según una entrevista concedida a la CNBC, es que innovaba muy despacio, todo lo contrario que LeEco. Evidentemente, el tiempo le ha dado la razón a la compañía californiana.
LeTV fue un comienzo muy prometedor
LeEco acabó por convertirse en un gigante muy ramificado, pero todo empezó por una plataforma de vídeo, LeTv. Esta plataforma comenzó incluso a funcionar ofreciendo vídeo en streaming antes que Netflix, lo que ya nos indica que era toda una pionera en su momento. Llegó a tener más de 5.000 películas y 100.000 episodios de series de televisión, principalmente contenido local, aunque también llegaron contenidos salidos de Hollywood.
LeTv ofrecía su contenido a cambio de una suscripción mensual, con opción a que pusieran anuncios (algo que ahora mismo hacen plataformas como Prime Video) e incluso con contenidos pay-per-view. Esta parte de LeTv era bastante grande, especialmente en lo que respecta a contenido deportivo. La plataforma emitía incluso partidos de la NBA y de la NCAA a través de LeTV Sports.
Si cogemos los datos de 2016, había 50 millones de usuarios activos en China y el valor de mercado de la plataforma era de 6.430 millones de dólares. Estas cifras que manejaba LeTV le permitían crear contenido original de calidad, muy en la línea de lo que hacían y hacen plataformas como Netflix.
Esta plataforma de contenidos fue la base para la expansión de la compañía, que pasó a renombrarse como LeEco. ¿Por qué este nombre? La idea era cambiar la imagen que había y colocar una nueva donde lo destacable no solo era la plataforma de streaming, sino un ecosistema completo de productos (de ahí el nombre, abreviatura de Le Ecosystem) conformado por hardware, software y contenido en streaming.

Precisamente en su ecosistema de productos estaba su principal baza al principio. Por ejemplo, la compañía comenzó a lanzar sus propias televisiones al mercado, unas con una relación calidad-precio muy alta. Sin embargo, su punto de diferenciación con sus principales competidores no estaba en el hardware, sino que precisamente estas incluían los servicios de su plataforma de streaming. Un dos por uno de manual.
El siguiente paso fue el asalto a EEUU e India
Era tal la expansión que estaba sufriendo la empresa en China, que LeEco puso sus ojos fuera de las fronteras del país. En ese momento, marcas como Xiaomi estaban centradas en la expansión dentro de China, mientras que LeEco comenzó a moverse para que sus productos llegasen a más territorios. En un principio, la compañía invirtió muy fuerte para llegar a dos mercados principalmente: Estados Unidos e India.
La apuesta para llegar a EEUU fue total, tanto que LeEco compró Vizio, una de las marcas más importantes que había en ese momento en el mercado de televisiones, por 2.000 millones de dólares (luego veremos que esta compra no se terminó de concretar). La intención de la compra era facilitar el desembarco de sus productos en este continente, evitando así posibles problemas de patentes. Este no fue el único movimiento de la empresa en este sentido.
LeEco también puso su mira en Testa

Además de expandirse dentro del mercado de las plataformas digitales, las televisiones y los teléfonos móviles, LeEco quiso apostar por la automoción, concretamente por vehículos eléctricos y autónomos. En ese momento la industria no estaba tan avanzada como lo está ahora, aunque todavía estamos lejos de tener de un despliegue generalizado de los mismos.
Para ello, LeEco hizo un movimiento muy en la línea de Vizio e invirtió en una compañía californiana llamada Faraday Future, autoproclamada en ese momento como competidora de la propia Tesla. Su primer prototipo, el LeEco LeSee era una berlina de cuatro puertas con un diseño agresivo y muy atractivo. De hecho, contaba con elementos bastante futuristas, como unas luces frontales apenas visibles.

El vehículo no era más que un prototipo que no llegó a comercializarse, pero el CEO de la compañía llegó a comentar que el vehículo superaba al Tesla Model S en aceleración, distancia recorrida en una carga y velocidad máxima. Toda una declaración que evidentemente no llegó a más, pero la intención de la compañía era invertir fuerte en la producción de este tipo de vehículos.
El LeSee iba a estar muy dentro del ecosistema de la compañía (de ahí el nombre Super Electric Ecosystem), con un sistema para compartir vehículos y aparcamientos o un sistema para aumentar la conectividad de los teléfonos al máximo. La compañía pagó 2.600 millones de euros por una fábrica en la localidad china de Deqing y su intención era que llegase a producir 400.000 coches anuales.
Su asalto a la telefonía móvil fue muy prometedor
Por supuesto, como ya hemos insinuado un poco más arriba, LeEco también hizo aparición en el mercado de la telefonía móvil. La compañía, como ocurría con las televisiones, tenía la intención de lanzar teléfonos móviles con muy buenas características y precios agresivos. Esto lógicamente ponía muchas miradas en ellos, y lo cierto es que lanzaron al mercado dispositivos bastante interesantes.

De entre todos ellos, podemos destacar los primeros Le 1, Le 1 Pro y Le Max, que más tarde se vieron acompañados de un Le 1S que fue todo un bombazo. Tras estos, la compañía anunció Le 2S y Le Pro 3, los dos primeros dispositivos de la marca en llegar al mercado americano. Eran bastante avanzados, especialmente el modelo Pro 3, que montaba el Snapdragon 821, uno de los procesadores más potentes de la época.
De comerse el mundo a caer en la ruina: el destino de LeEco
Una expansión desmedida sumada a una mala gestión llevó a la empresa a la ruina. El mejor ejemplo lo podemos ver con el citado intento de Vizio, una apuesta a lo grande de LeEco que no se llegó a materializar. No es el único: la compañía adquirió un terreno en Sillicon Valley por 250 millones de euros para su expansión americana y terminó por venderlo apenas 39 semanas después por 10 millones de dólares más.
El cierre de servicios como su servicio de vídeo EcoPass, impagos (tanto a personal como a otras compañías) y despidos masivos fueron los pasos que fue dando LeEco con el paso de los meses. Esta ruina llegó al propio fundador de la empresa, que pasó de una fortuna de 6.000 millones de dólares en 2015 a tener sus activos y los de su familia congelados por distintos impagos.

Curiosamente, Jia Yueting sigue a la cabeza de Faraday Future, compañía que sigue funcionando activamente. Su catálogo de coches eléctricos está protagonizado por el FF 91 2.0, disponible en tres variantes. Se han producido 300 unidades del mismo, y parece no haberle ido demasiado bien en ventas: uno de esta tirada de coches ha acabado subastado en un portal americano por 235.000 dólares hace tan solo unos días, un precio sensiblemente inferior a los 300.000 dólares que cuesta nuevo.
Ahora mismo, la compañía quiere seguir trabajando en más modelos, aunque en esta ocasión apuntando hacia vehículos más económicos y accesibles para el gran público. No sabemos todavía si esto llegará a buen puerto o no, pero es probable que la cosa vuelva a quedarse en el aire si tenemos en cuenta los antecedentes que hemos ido viendo en este artículo.
Imagen | Xataka
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No todos los "Xiaomi" triunfan fueran de China: este fabricante fue el primero en intentar eclipsar a Netflix y Tesla
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Xataka Android
por
Juan Lorente
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