¿Una declaración de intenciones? Lo que el cierre de la APK cuenta sobre Spotify su repentino giro restrictivo

Spotify se fundó en el año 2006 y no ha sido hasta 2024 que ha conseguido ser rentable. Ha tenido rachas con trimestres en verde y otros en rojo, pero este año ha sido el año, en mayúsculas y negritas. Esta es una buenísima noticia para la compañía, indudablemente, y una tremenda casualidad que sea justo ahora, en plena bonanza, cuando haya decidido atajar ese... asuntillo llamado el APK modificado de Spotify. Y que sea justo ahora, en este contexto, es un pequeño deja vu de algo que ya hemos vivido. ¿Spotify qué? No es ningún secreto que buscando las palabras adecuadas en Internet cualquier usuario podía llegar a una aplicación modificada de Spotify. Una app completamente funcional e ilegítima que, en pocas palabras, eliminaba una de las grandes restricciones del plan gratuito de Spotify: elegir qué canción escuchar. Como sabrá todo usuario gratuito del servicio, los no suscriptores solo pueden escuchar música en aleatorio. No pueden elegir qué canción reproducir, sino que eligen una lista y dejan que el modo aleatorio haga lo suyo. Además, solo pueden saltar las canciones unas cuantas veces y, por supuesto, se ven obligados a escuchar publicidad. El APK modificado eliminaba la publicidad, permitía elegir canciones y saltar los temas tantas veces como quisiéramos. Registro de beneficios y pérdidas de Spotify | Imagen: Xataka El fin. Y si hablamos en pasado es porque Spotify, de forma abrupta, sin previo aviso y de un día para otro, ha decidido tomar cartas en el asunto. De un plumazo, ha conseguido que estas aplicaciones modificadas dejen de funcionar. Eso ha provocado que los usuarios que las empleaban se lamenten y busquen alternativas, creando así un excelente caldo de cultivo para ciberdelincuentes. Spoiler: descargarse ahora una aplicación modificada de Spotify es sinónimo de potenciales problemas. Deja vu. Obviando que el uso de esta aplicación incumple los términos y condiciones del servicio y el acuerdo de usuario, no deja de ser llamativo que esta decisión se haya aplicado de la noche a la mañana. Spotify está en todo su derecho, sobra decir, pero es el cúmulo de situaciones y los precedentes lo que llama la atención. En Xataka Los ciberdelincuentes han encontrado una nueva vía para distribuir software ilegal: listas de reproducción de Spotify Las plataformas de streaming, empezando por Netflix y luego todas las demás, decidieron de un día para otro ponerle fin a las cuentas compartidas. La diferencia es que Netflix lo hizo cuando pasaba por un bache, mientras que Spotify ha decidido atajar los APK modificados estando en la cresta de la ola. Spotify tiene 675 millones de usuarios de los cuales 263 millones son de pago. Seguramente el impacto del APK modificado sea mínimo, pero su bloqueo es 1) normal y 2) una posible declaración de intenciones. Imagen: Fábio Alves en Unsplash ¿Y si Spotify está poniéndose seria? Ahora que Spotify ha conseguido ser rentable, quizá esté pensando ponerle los puntos sobre las íes a todos aquellos usuarios que vulneran su servicio. Usar un APK modificado es una clara violación de los términos y condiciones de uso, por lo que era evidente que esto iba a pasar tarde o temprano, pero hay otra cosa que es una práctica común en el servicio y por la que Spotify solo ha pasado de puntillas. Las cuentas compartidas. El melón de las cuentas familiares compartidas se ha abierto en varias ocasiones, pero nunca se ha terminado de solucionar. Spotify deja claro que el plan familiar es para hasta seis miembros de la familia que convivan en la misma dirección, pero la realidad es que el sistema de verificación es fácilmente sorteable. Spotify solo verifica la dirección introducida, pero no parece hacer un seguimiento como el que sí hace, por ejemplo, Netflix. Las cuentas familiares compartidas de Spotify llevan tiempo en la mirilla, pero su mal uso se ha dejado pasar. Al menos por ahora Spotify seguramente pueda saber sin mucho problema que tu "familia" de "seis miembros" está repartida entre Madrid, Barcelona, Sevilla y un colega que está de Erasmus en Bruselas aunque todos, a efectos prácticos, vivan en la misma dirección que el administrador. Simplemente lo deja estar, y eso será así hasta que Spotify decida que deje de serlo. Y quizá ese momento esté ahora un poquito más cerca siendo, en cualquier caso, un movimiento arriesgado. Spotify está sola. Sobre todo porque Spotify es un servicio que depende íntegramente de las suscripciones y la publicidad. Apple Music, Amazon Music o YouTube Music tienen detrás empresas que venden y/o ofrecen otros productos o servicios más lucrativos que el propio producto musical. Spotify, sin embargo, no tiene ese respaldo y jugar con el número de suscriptores es más peliagudo. Imagen | Pexels

Mar 5, 2025 - 16:53
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¿Una declaración de intenciones? Lo que el cierre de la APK cuenta sobre Spotify su repentino giro restrictivo

¿Una declaración de intenciones? Lo que el cierre de la APK cuenta sobre Spotify su repentino giro restrictivo

Spotify se fundó en el año 2006 y no ha sido hasta 2024 que ha conseguido ser rentable. Ha tenido rachas con trimestres en verde y otros en rojo, pero este año ha sido el año, en mayúsculas y negritas. Esta es una buenísima noticia para la compañía, indudablemente, y una tremenda casualidad que sea justo ahora, en plena bonanza, cuando haya decidido atajar ese... asuntillo llamado el APK modificado de Spotify. Y que sea justo ahora, en este contexto, es un pequeño deja vu de algo que ya hemos vivido.

¿Spotify qué? No es ningún secreto que buscando las palabras adecuadas en Internet cualquier usuario podía llegar a una aplicación modificada de Spotify. Una app completamente funcional e ilegítima que, en pocas palabras, eliminaba una de las grandes restricciones del plan gratuito de Spotify: elegir qué canción escuchar.

Como sabrá todo usuario gratuito del servicio, los no suscriptores solo pueden escuchar música en aleatorio. No pueden elegir qué canción reproducir, sino que eligen una lista y dejan que el modo aleatorio haga lo suyo. Además, solo pueden saltar las canciones unas cuantas veces y, por supuesto, se ven obligados a escuchar publicidad. El APK modificado eliminaba la publicidad, permitía elegir canciones y saltar los temas tantas veces como quisiéramos.

Registro de beneficios y pérdidas de Spotify | Imagen: Xataka Registro de beneficios y pérdidas de Spotify | Imagen: Xataka

El fin. Y si hablamos en pasado es porque Spotify, de forma abrupta, sin previo aviso y de un día para otro, ha decidido tomar cartas en el asunto. De un plumazo, ha conseguido que estas aplicaciones modificadas dejen de funcionar. Eso ha provocado que los usuarios que las empleaban se lamenten y busquen alternativas, creando así un excelente caldo de cultivo para ciberdelincuentes.

Spoiler: descargarse ahora una aplicación modificada de Spotify es sinónimo de potenciales problemas.

Deja vu. Obviando que el uso de esta aplicación incumple los términos y condiciones del servicio y el acuerdo de usuario, no deja de ser llamativo que esta decisión se haya aplicado de la noche a la mañana. Spotify está en todo su derecho, sobra decir, pero es el cúmulo de situaciones y los precedentes lo que llama la atención.

Las plataformas de streaming, empezando por Netflix y luego todas las demás, decidieron de un día para otro ponerle fin a las cuentas compartidas. La diferencia es que Netflix lo hizo cuando pasaba por un bache, mientras que Spotify ha decidido atajar los APK modificados estando en la cresta de la ola. Spotify tiene 675 millones de usuarios de los cuales 263 millones son de pago. Seguramente el impacto del APK modificado sea mínimo, pero su bloqueo es 1) normal y 2) una posible declaración de intenciones.

Imagen: Fábio Alves en Unsplash Imagen: Fábio Alves en Unsplash

¿Y si Spotify está poniéndose seria? Ahora que Spotify ha conseguido ser rentable, quizá esté pensando ponerle los puntos sobre las íes a todos aquellos usuarios que vulneran su servicio. Usar un APK modificado es una clara violación de los términos y condiciones de uso, por lo que era evidente que esto iba a pasar tarde o temprano, pero hay otra cosa que es una práctica común en el servicio y por la que Spotify solo ha pasado de puntillas.

Las cuentas compartidas. El melón de las cuentas familiares compartidas se ha abierto en varias ocasiones, pero nunca se ha terminado de solucionar. Spotify deja claro que el plan familiar es para hasta seis miembros de la familia que convivan en la misma dirección, pero la realidad es que el sistema de verificación es fácilmente sorteable. Spotify solo verifica la dirección introducida, pero no parece hacer un seguimiento como el que sí hace, por ejemplo, Netflix.

Las cuentas familiares compartidas de Spotify llevan tiempo en la mirilla, pero su mal uso se ha dejado pasar. Al menos por ahora

Spotify seguramente pueda saber sin mucho problema que tu "familia" de "seis miembros" está repartida entre Madrid, Barcelona, Sevilla y un colega que está de Erasmus en Bruselas aunque todos, a efectos prácticos, vivan en la misma dirección que el administrador. Simplemente lo deja estar, y eso será así hasta que Spotify decida que deje de serlo. Y quizá ese momento esté ahora un poquito más cerca siendo, en cualquier caso, un movimiento arriesgado.

Spotify está sola. Sobre todo porque Spotify es un servicio que depende íntegramente de las suscripciones y la publicidad. Apple Music, Amazon Music o YouTube Music tienen detrás empresas que venden y/o ofrecen otros productos o servicios más lucrativos que el propio producto musical. Spotify, sin embargo, no tiene ese respaldo y jugar con el número de suscriptores es más peliagudo.

Imagen | Pexels Imagen | Pexels

Aunque a Netflix le ha sentado de miedo. A pesar de que los usuarios se pusieron en pie de guerra en redes sociales y se escribieron ríos de tinta al respecto, la realidad es que a Netflix le ha sentado genial su cruzada contra las cuentas compartidas y el plan gratuito con publicidad. El 55% de las nuevas altas apuestan por el plan barato con anuncios y el fin de las cuentas compartidas ha conseguido que la plataforma alcance los 300 millones de suscriptores.

Quizá el fin del APK modificado sea el principio de una nueva etapa en Spotify. Una en la que las cuentas compartidas sean con familiares, y con nadie más; una con sonido en alta definición (plan que no termina de llegar) y una en la que, al fin, la música en streaming resulta rentable. O quizá no, pero los antecedentes son los que son.

Imagen de portada | Cottonbro Studio

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La noticia ¿Una declaración de intenciones? Lo que el cierre de la APK cuenta sobre Spotify su repentino giro restrictivo fue publicada originalmente en Xataka por Jose García .