Indivisible, un mundo de color espectacular
Parece mentira siendo uno de los géneros que más he disfrutado a lo largo de mi vida, pero desde hace … Sigue leyendo → La entrada Indivisible, un mundo de color espectacular aparece primero en Akihabara Blues.

Parece mentira siendo uno de los géneros que más he disfrutado a lo largo de mi vida, pero desde hace un tiempo vengo esquivando los RPGs como si mi vida dependiera de ello. Pozos de horas lentos donde necesito prepararme mentalmente para el viaje que voy a realizar y que, por ello, evito a toda costa. Hasta que llegó Indivisible y me recordó por qué amo el género.
Los desaparecidos maestros del 2D
No creo que vaya a descubrir la rueda a nadie, pero por si alguien, como yo, aún no ha probado uno de los RPGs por turnos más divertidos y con carisma que he tenido la suerte de jugar, dejadme que os deje con ganas. Indivisible es la última obra del desaparecido estudio Zero Lab Games —los de Skullgirls—, un equipo que se caracterizaba por obras visualmente muy atractivas, con estética cartoon y muchas dosis de humor.
Zero Lab Games cerró sus puertas en 2020 dejándonos un muy mal sabor de boca: todos los DLCs programados para Indivisible fueron cancelados —y habían sido ya financiados como parte de la campaña en Indiegogo. El motivo del cierre se debió a las denuncias contra Mike Zaimont, director del estudio y coodirector del propio juego —junto a Mariel Kinuko Cartwright—, por acoso sexual. Prácticamente todo el personal había sufrido abusos, lo cual habla mucho del nivel de toxicidad dentro del estudio… y me hace plantearme cosas con respecto a ambos títulos, Indivisible y Skullgirls.
Personas; solo personas
Indivisible es un título increíblemente inclusivo. Suena a chiste sabiendo lo que se sabe de Zaimont, pero es así. En una historia de venganza y redención muy bien construida, nos encontramos con un elenco completamente racializado donde encontramos representación de todas las etnias y multitud de culturas, todas en un contexto ficticio. Ajna, la protagonista, es claramente hindú, por ejemplo, mientras que Tungar es sij; Ginseng es asiática; Kushi, tibetana; látigo se asemeja a un cowboy con estética victoriana pero afroamericano; Nuna es nativa americana y Hunoch y Xiboch son claramente mexicanos. Un elenco muy variopinto y me estoy dejando a la mitad de los personajes por el camino.
No solo ellos, sino que el mundo al completo es tremendamente diverso en todos sus aspectos y representaciones, lo cual no hace más que confirmar mi teoría: aunque de cara a la galería una persona se muestre amable y concienciada, nunca sabes que existe a sus espaldas —te estoy mirando a ti, Gaiman. Por suerte, al contrario que una novela, un videojuego es un producto coral donde un equipo lleno de mentes complejas y diversas convergen en un punto para crear un producto, y él no es el único director, así que… me permitiré disfrutarlo. No como contigo, por mucho que me duela, Kingdom Come Deliverance II. Tu director es abiertamente imbécil.
Venganza…
Dejemos eso a un lado, centrémonos en lo bonito. Indivisible narra la historia de Ajna, una joven que, de la noche a la mañana, se queda huérfana cuando el malvado Imperio Navar aparece de la nada para masacrar a su aldea por orden del mismísimo emperador Ravannavar. Ajna se encontraba fuera del pueblo, había terminado de entrenar con su padre y este se le había adelantado en volver a casa. Sin embargo, para cuando Ajna vuelve, toda la aldea esta envuelta en llamas y su padre ya ha caído en combate contra Dhar, uno de los generales de Ravannavar.
Dhar y Ajna se enfrentan, cuando de repente… Dhar desaparece dentro de ella cuando esta estalla en cólera. Un poder misterioso ha despertado dentro de Ajna y no sabe muy bien cómo ni por qué ha pasado lo que ha pasado, pero eso no le impedirá buscar venganza contra los asesinos de su gente con la ayuda de un Dhar atrapado y el resto del elenco que se irá sumando a la aventura, como Razni, Ginseng, Zebei o Thorani.
…y madurez
El comienzo es simple, pero hay un detalle de la trama que me ha gustado particularmente: cómo la venganza se culmina de manera relativamente rápida para abrirnos paso al resto del juego y a la evolución de la protagonista. El resto de los personajes son bastante planos y, salvo tres o cuatro, su impacto en la trama es bastante limitado más allá del momento en que los encontremos… o ni eso. Por suerte, estos personajes obligatorios son muy carismáticos y hacen un papel excelente acompañando a Ajna en su viaje de crecimiento. Puro viaje del héroe.
Sin embargo, Ajna es una cría en busca de venganza y su misión le queda grande. Muy grande. Al contrario que héroes prototípicos del JRPG de fantasía —pensemos en Final Fantasy, Dragon Quest, la saga Mana o Xenoblade—, donde los protagonistas adolescentes aceptan su destino con una responsabilidad y mentalidad simplemente perfecta, Anja es un caso opuesto. Es una adolescente, como los héroes de Dragon Quest, Shulk, Rex o los de Persona, pero no es un prototipo de héroe. Como una adolescente, se niega a escuchar, se obceca en sus creencias y tiene que madurar de una manera que pocos personajes principales del RPG por turnos he visto hacer.
Y me encanta. Me encanta ver a esta chiquilla cabezona siendo rematadamente tonta y su relación con los otros personajes y el entorno. Me encanta lo bruta que y ridículamente simple que es cuando le conviene y me ha encantado verla crecer. ¿Y sabéis qué? Me ha encantado el juego. Ojalá lo hubiera jugado antes, en el momento en que salió, tanto por su jugabilidad como por arte, mundo y personajes. Que este juego no sea tan conocido como otros grandes indies me parece casi un crimen. Me ha hecho recordar lo ridículamente estúpido que era de joven y cómo ha cambiado mi visión de la vida; me ha devuelto a un momento donde los grupos de amistades grandes aún existían y todo, como Arja, era más simple.
Una maravilla mecánica divertidísima
He hablado muy poco de las mecánicas, pero dejadme que os las muestre. Indivisible coje el sistema de turnos de Bravely Default donde podemos acumular acciones y gastarlas a la vez pero simplificándolo al no tener realmente acciones por turnos, sino un sistema más parecido a los del Final Fantasy del IV hasta el IX donde según la velocidad y lo que tarde el personaje en recargarse tras ciertos ataques vamos ganando acciones hasta un máximo de cuatro —al final del juego—.
Esto nos permite, no es broma, meter combos casi infinitos al final si manejamos bien a los personajes. Grupos de cuatro, cada uno con estilos de ataque variados —dependiendo de qué combinación pulsemos de botones, todo de manera muy sencilla— que haremos funcionar a gusto del jugador. Elige tu equipo y a liarse a meter tortas sin parar, porque el juego no penaliza usar solo a un par de personajes dejando al resto sin nivel: la experiencia es global para todos.
Otro de los detalles interesantes es que el juego nos incita a aprender a cubrirnos. Pulsando un botón podemos denegar parte o incluso curarnos según nuestro nivel de defensa si lo hacemos en el momento adecuado. Algunos ataques son imparables salvo que se paren en el momento preciso, lo cual da un cierto nivel de exigencia al juego, pero sin llegar a hacerlo punitivo. Las curas son fáciles de ejecutar y hay varios personajes que curan tanto en habilidades especiales —que podemos ejecutar según la cantidad de acciones que tengamos acumuladas en un personaje como la barra de carga que rellenamos según ataquemos o nos cubramos correctamente—, así que se puede combatir sin importar el nivel de habilidad del jugador y completar el juego por el camino.
Además, el juego mezcla estos combates por turnos con fases de exploración en vista 2D con plataformas y habilidades más típicas de un metroidvania que de un RPG por turnos. Esto es un combo que, al contrario de lo que pueda parecer, funciona excepcionalmente bien, siendo divertido y ágil. Soy bastante reacio a sacarme el 100% en nada si el título no me gusta mucho, y aquí he conseguido todo: tanto las mejoras de defensa y ataque como los personajes secundarios. Conseguirlos nos facilitarán muchísimo el juego, por cierto, porque dependen de estas mejoras de ataque y defensa los ataques que podemos acumular en los personajes y el daño que mitigamos o nos curamos al defendernos.
Deseando más
Espero que lo nuevo del estudio recién formado por extrabajadores de Zero Lab salga bien. Part-Time Hero: I’m Broke But I Have To Save The World! pinta muy gracioso, y con una gente tan talentosa detrás… mis expectativas están muy altas. Y espero que las vuestras, después de leer esto, también. Indivisible es un must para cualquier amante de los juegos de rol y de los metroidvania. Un juego que sabe aunarlo todo en uno y que, lo único que me ha escamado un poco, ha sido la escena final. Pero eso mejor que lo juzguéis vosotros.
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