'No Other Land' es el mejor documental del año según los Oscar. El problema es que en EEUU nadie lo puede ver
A nadie se le escapa que los Oscar son no solo un reconocimiento en forma de premios para algunas de las películas más destacadas del año, sino una auténtica maniobra comercial que da empujones en taquilla a películas de todo tipo. Pero... ¿qué pasa cuando una película no ha encontrado distribución? Es el caso de la galardonada con el Oscar a Mejor largometraje documental, 'No Other Land'. Una película sobre Palestina. Este documental está dirigido por cuatro activistas palestinos (Basel Adra, Hamdan Ballal, Yuval Abraham y Rachel Szo, dos de ellos israelíes) en coproducción con Noruega y se estrenó en el pasado Festival de Berlín. En ella, nos centramos en la vida de un joven activista palestino de Masafer Yatta, una región de Cisjordania. Podremos ver la destrucción gradual de su tierra natal, donde los soldados israelíes derriban casas y desalojan a sus habitantes. Entablará amistad con un periodista judío israelí, lo que resalta el contraste entre las vidas de ambos. Sin distribución. Lo especial de 'No Other Land' es que la película no tiene distribución en Estados Unidos debido a lo conflictivo de su tema. En nuestro país, por ejemplo, se vio en cines el pasado mes de noviembre y actualmente está en el catálogo de Filmin (entre otra veintena más de países del mundo). Esto ha limitado enormemente su alcance en el país de los Oscar, ha abierto un nuevo debate acerca del poder de la censura comercial, mucho más poderosa que la abiertamente política, y plantea la ironía de que una película como ésta haya llegado a pocos norteamericanos más allá de los académicos que han podido verla por su condición de votantes. En Xataka Todos los premiados en los Óscar 2025: esta es la lista completa de ganadores Una anomalía. En una entrevista con Variety antes de las nominaciones, sus creadores hablaron de la anomalía del estado de la distribución de la película, que veían como "algo completamente político. Obviamente, estamos hablando de la ocupación militar israelí de Cisjordania, y es muy desagradable. La película es muy, muy crítica con las políticas israelíes". Y añadían: "Parte de la razón por la que hicimos la película es llegar a gente que quizá no apoye tanto lo que hacemos, a los que la película podría interpelar. (...) Si tienes un distribuidor grande, llegas a gente de diversas opiniones políticas y con diversos grados de conocimiento sobre Israel y Palestina. Y esas son exactamente las personas a las que queremos mostrar la película, porque así es como podemos impulsar el cambio". No es la única. Hay otros documentales que se están enfrentando a este problema en los últimos tiempos. 'The Last Republican', por ejemplo, es un retrato de Adam Kinzinger, un antiguo congresista republicano que se convirtió en una de las grandes voces críticas contra Donald Trump. Josh Braun, uno de los directivos de la compañía que distribuía la película, confesó al The New York Times que "con el resultado de las elecciones, creo que hay un interrogante sobre algunas películas de contenido político". Unos Oscar inusualmente apolíticos. Todo esto se produce en el contexto de una entrega de los Oscar inusualmente apolítica, donde no suelen faltar comentarios de presentador e invitados que aluden a la situación del país. Sin embargo, este año se ha evitado mencionar abiertamente a Donald Trump, aunque los invitados sí han aludido a temas sensibles como la diversidad, la inmigración, y conflictos que afectan al país, como los de Palestina y Ucrania. Jimmy Kimmel, por ejemplo, presento en 2017 la gala coincidiendo con el primer año del anterior mandato de Trump, y llenó su monólogo de referencias al presidente. Conan O'Brien, sin embargo, tiene un estilo menos político, y faltaron esas referencias, como en la mayoría de los asépticos discursos. En Xataka | La categoría "fantasma" de los Oscar: existe pero es tan exigente que nunca ha habido películas que opten a ella - La noticia 'No Other Land' es el mejor documental del año según los Oscar. El problema es que en EEUU nadie lo puede ver fue publicada originalmente en Xataka por John Tones .

A nadie se le escapa que los Oscar son no solo un reconocimiento en forma de premios para algunas de las películas más destacadas del año, sino una auténtica maniobra comercial que da empujones en taquilla a películas de todo tipo. Pero... ¿qué pasa cuando una película no ha encontrado distribución? Es el caso de la galardonada con el Oscar a Mejor largometraje documental, 'No Other Land'.
Una película sobre Palestina. Este documental está dirigido por cuatro activistas palestinos (Basel Adra, Hamdan Ballal, Yuval Abraham y Rachel Szo, dos de ellos israelíes) en coproducción con Noruega y se estrenó en el pasado Festival de Berlín. En ella, nos centramos en la vida de un joven activista palestino de Masafer Yatta, una región de Cisjordania. Podremos ver la destrucción gradual de su tierra natal, donde los soldados israelíes derriban casas y desalojan a sus habitantes. Entablará amistad con un periodista judío israelí, lo que resalta el contraste entre las vidas de ambos.
Sin distribución. Lo especial de 'No Other Land' es que la película no tiene distribución en Estados Unidos debido a lo conflictivo de su tema. En nuestro país, por ejemplo, se vio en cines el pasado mes de noviembre y actualmente está en el catálogo de Filmin (entre otra veintena más de países del mundo). Esto ha limitado enormemente su alcance en el país de los Oscar, ha abierto un nuevo debate acerca del poder de la censura comercial, mucho más poderosa que la abiertamente política, y plantea la ironía de que una película como ésta haya llegado a pocos norteamericanos más allá de los académicos que han podido verla por su condición de votantes.
Una anomalía. En una entrevista con Variety antes de las nominaciones, sus creadores hablaron de la anomalía del estado de la distribución de la película, que veían como "algo completamente político. Obviamente, estamos hablando de la ocupación militar israelí de Cisjordania, y es muy desagradable. La película es muy, muy crítica con las políticas israelíes". Y añadían: "Parte de la razón por la que hicimos la película es llegar a gente que quizá no apoye tanto lo que hacemos, a los que la película podría interpelar. (...) Si tienes un distribuidor grande, llegas a gente de diversas opiniones políticas y con diversos grados de conocimiento sobre Israel y Palestina. Y esas son exactamente las personas a las que queremos mostrar la película, porque así es como podemos impulsar el cambio".
No es la única. Hay otros documentales que se están enfrentando a este problema en los últimos tiempos. 'The Last Republican', por ejemplo, es un retrato de Adam Kinzinger, un antiguo congresista republicano que se convirtió en una de las grandes voces críticas contra Donald Trump. Josh Braun, uno de los directivos de la compañía que distribuía la película, confesó al The New York Times que "con el resultado de las elecciones, creo que hay un interrogante sobre algunas películas de contenido político".
Unos Oscar inusualmente apolíticos. Todo esto se produce en el contexto de una entrega de los Oscar inusualmente apolítica, donde no suelen faltar comentarios de presentador e invitados que aluden a la situación del país. Sin embargo, este año se ha evitado mencionar abiertamente a Donald Trump, aunque los invitados sí han aludido a temas sensibles como la diversidad, la inmigración, y conflictos que afectan al país, como los de Palestina y Ucrania. Jimmy Kimmel, por ejemplo, presento en 2017 la gala coincidiendo con el primer año del anterior mandato de Trump, y llenó su monólogo de referencias al presidente. Conan O'Brien, sin embargo, tiene un estilo menos político, y faltaron esas referencias, como en la mayoría de los asépticos discursos.
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'No Other Land' es el mejor documental del año según los Oscar. El problema es que en EEUU nadie lo puede ver
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