«El Shock de China» en los semiconductores: han bajado tanto el precio de los chips que ninguna empresa puede competir, algunas podrían cerrar

Los fabricantes chinos de semiconductores están revolucionando el mercado de chips tradicionales, sobre todo en nodos maduros, desatando una guerra de precios que pone en jaque a sus competidores occidentales. Con un crecimiento acelerado y un fuerte respaldo del gobierno de Xi Jinping, las empresas chinas están absorbiendo una parte cada vez mayor de la La entrada «El Shock de China» en los semiconductores: han bajado tanto el precio de los chips que ninguna empresa puede competir, algunas podrían cerrar aparece primero en El Chapuzas Informático.

Feb 28, 2025 - 17:19
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«El Shock de China» en los semiconductores: han bajado tanto el precio de los chips que ninguna empresa puede competir, algunas podrían cerrar

Los fabricantes chinos de semiconductores están revolucionando el mercado de chips tradicionales, sobre todo en nodos maduros, desatando una guerra de precios que pone en jaque a sus competidores occidentales. Con un crecimiento acelerado y un fuerte respaldo del gobierno de Xi Jinping, las empresas chinas están absorbiendo una parte cada vez mayor de la producción global de nodos maduros, provocando despidos y pérdidas en gigantes del sector. Este efecto ha sido denominado ya como “El Shock de China”, y va camino de cerrar este año con un 28% de cuota mundial.

Mientras tanto, los controles estadounidenses, que debían frenar esto en parte, lo único que han conseguido es reforzado la estrategia china de centrarse en tecnologías menos avanzadas, pero estratégicamente cruciales para la gran mayoría de empresas del mundo.

El Shock de China desata un caos sin precedentes en la industria y está llevando a muchos fabricantes al límite

China obleas chips

En los últimos años, China ha consolidado su dominio en la producción de semiconductores tradicionales, es decir, en nodos maduros y baratos, aprovechando su capacidad de fabricación y el respaldo financiero estatal. Este fenómeno, ya bautizado en el sector como el "shock chino" o "el shock de China" por agentes dentro de la industria, se debe en gran parte a las restricciones impuestas por Estados Unidos, que han limitado el acceso de empresas chinas a la tecnología de vanguardia.

Como respuesta, el país ha redirigido su inversión hacia nodos de proceso maduros, cuya producción ya supera con creces a la de muchos fabricantes occidentales. Esto era lo esperado por parte de sus rivales, pero las cosas se han puesto más tensas de lo que se suponía que iba a pasar.

Para finales de 2025, se estima que las fábricas chinas controlarán el 28% de la producción mundial de chips de nodos maduros, con previsiones de crecimiento hasta el 39% en 2027. Este avance supone una disrupción en el sector, afectando especialmente a aplicaciones automotrices y dispositivos electrónicos de consumo, donde estos chips siguen siendo esenciales. La rápida expansión de China en este ámbito está presionando los precios a la baja, lo que está generando una crisis para los fabricantes tradicionales.

El precio ha caído tanto que no hay respuesta posible por parte de occidente sin entrar en una espiral de pérdidas

Xi-Jinping-wafer

Y es que, aunque solemos nombrar a una gran cantidad de empresas del sector, realmente hay cientos más que están en el juego, sobre todo fabricantes de obleas que no son gigantes, sino simplemente grandes empresas en volumen. Estas son las más afectadas, porque las obleas están teniendo un papel crucial en todo lo que está pasando, y son la pieza más básica tras los minerales, los cuales, China también controla:

"Hace apenas dos años, una oblea de carburo de silicio (SiC) de 6 pulgadas del líder mundial Wolfspeed costaba 1.500 dólares", declaró a Nikkei Asia un director de ventas anónimo de un fabricante de chips alemán. "Hoy, la misma oblea de 6 pulgadas se vende por sólo 500 dólares en Guangzhou Summit Crystal Semiconductor, donde docenas de otras fábricas chinas poco conocidas fijan el precio de sus obleas a precios igualmente imposibles".

Según se informa desde Asia, la situación no es que sea tensa, es que es extrema. Esta reducción drástica de precios ha generado un efecto dominó en la industria, afectando a empresas occidentales que no pueden competir con los costos chinos.

Nikei informa que Wolfspeed, por ejemplo, ha tenido que recortar un 20% de su plantilla tras ver cómo el valor de sus acciones se desplomaba un 96% en tres años. Onsemi, otro peso pesado del sector, ha anunciado despidos que afectarán al 9% de su personal, en un contexto donde la viabilidad de los fabricantes occidentales de nodos maduros está cada vez más comprometida.

Occidente ha jugado la carta de la vanguardia, China no tuvo más remedio que escoger la que le dieron... Y se expandió

FAB-de-chips-y-obleas-en-China

El director de ventas de Onsemi calificó el crecimiento de China en el sector como "una sangrienta eliminatoria". Y añadió: "Esperamos que muchos jugadores chinos y extranjeros se vean perjudicados. Muchos de ellos ya lo han hecho y, al final, muchos tendrán que abandonar estos sangrientos juegos".

Y es que el juego no se juega con las mismas reglas para todos, como bien sabemos. A través del "Gran Fondo" estatal, China ha destinado más de 95.000 millones de dólares a la expansión de su industria de chips tradicionales, con el apoyo adicional de gobiernos locales que impulsan a sus fabricantes regionales. No es de extrañar, por lo tanto, la cantidad de miles de millones que salen de las arcas públicas pagadas por los ciudadanos en este lado del mundo, la Ley CHIPS for America es un gran ejemplo.

Por cerrar el episodio de hoy y este artículo, solo hay que recordar que las previsiones tras la pandemia, cuando Trump en su primera legislatura ya comenzó la guerra comercial contra China, y tras el COVID, decían que China se haría con el 33% del mercado en 2030. Hoy hemos visto que en solo 4 años ya le dan el 37%, y va a llevar a la quiebra a muchos fabricantes de nuestro continente y a otros alrededor del planeta, japoneses, coreanos y americanos incluidos.

No es de extrañar, y finalizo con ello, que Trump quiera hacer un SUPER gigante de los semiconductores entre TSMC e Intel, y veremos si Samsung en su situación no llega a entrar en escena. ¿Deben Japón y Europa hacer lo mismo con Tokyo Electron y ASML? ¿Se unirían empresas como Applied Material y Lam Research? Lo que parece claro es que es extremadamente complicado competir contra un gigante dopado, con 1.500 millones de personas a su cargo dispuestas a darlo todo por el país. Veremos cómo se desarrolla este Shock de China en el siguiente capítulo de esta larga saga.

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