OpenAI carga contra la IA china DeepSeek: "El coste para sus usuarios es su privacidad y seguridad"
La compañía de Sam Altman ha enviado una carta al Gobierno de EE. UU. afirmando que existe la posibilidad de que "DeepSeek se vea obligado por el PCC a manipular sus modelos para causar daño".

El fenómeno DeepSeek surgió hace algo más de un mes y desde entonces esta empresa china de desarrollo de IA no ha parado de llenar portadas, en gran parte debido a su potencial para dejar atrás al resto de la competencia en esta industria. Esa capacidad podría afectar especialmente a Silicon Valley y, particularmente, a OpenAI, la empresa que ha conseguido popularizar la inteligencia artificial generativa gracias a ChatGPT.
Sam Altman, CEO de OpenAI, ha reconocido públicamente los avances de DeepSeek y su modelo de inteligencia artificial R1. En una publicación en X (anteriormente Twitter), describió esta tecnología como “impresionante”, haciendo hincapié en su capacidad para ofrecer alto rendimiento a un costo reducido.
Sin embargo, OpenAI también ha expresado oficialmente preocupaciones sobre la rápida evolución de DeepSeek e incluso le acusó de utilizar sus modelos como método de entrenamiento.
Ahora, en una carta firmada por el vicepresidente de Asuntos Globales, Chris Lehane, y dirigida al gobierno de Estados Unidos, la compañía de Altman advierte sobre el modelo R1 de DeepSeek, afirmando que podría representar riesgos de seguridad. OpenAI dice abiertamente que, debido a presiones del gobierno chino, cabe la posibilidad de que esté siendo manipulado.
OpenAI ha enviado este comunicado a la Oficina de Ciencia y Tecnología de la Casa Blanca en respuesta a una solicitud de información sobre el desarrollo de un plan de acción para la inteligencia artificial. La compañía argumenta que EE.UU. debe mantener su liderazgo en IA frente a la competencia de China, específicamente el modelo DeepSeek R1, que consideran un desafío estratégico impulsado por el Partido Comunista Chino (PCC).
Las acusaciones de OpenAI a DeepSeek: esta IA está "subsidiada y controlada" por el Estado chino
“En el avance de la IA democrática, Estados Unidos compite con un PCC decidido a convertirse en el líder mundial para 2030. Por eso, el reciente lanzamiento del modelo R1 de DeepSeek es tan destacable, no por sus capacidades (la capacidad de razonamiento del R1, aunque impresionante, está, en el mejor de los casos, a la par con la de varios modelos estadounidenses), sino como indicador del estado de esta competencia”, declara OpenAI en su carta.
En este comunicado, la empresa de Altman hace afirmaciones tan categóricas como que existe la posibilidad de que “DeepSeek se vea obligado por el PCC a manipular sus modelos para causar daño” y que esta IA está “subsidiada y controlada” por el Estado chino. Por ello, añaden, “el coste para sus usuarios es su privacidad y seguridad”.
La propuesta de OpenAI a Estados Unidos: frenar la IA china
DeepSeek no es la única IA de origen chino que podría ponerle las cosas difíciles a OpenAI y, en general, a la industria de inteligencia artificial en Estados Unidos. Manus es la última sensación en el sector y, solo días después de su lanzamiento, ya tiene miles de solicitudes para probarla.
Por este motivo, la compañía de Altman propone una serie de estrategias para que EE. UU. siga liderando la IA y no pierda ventaja competitiva.
Entre ellas, urge a crear un marco normativo que “fomente la innovación” y no imponga “regulaciones excesivas”. OpenAI advierte que las múltiples leyes estatales de Estados Unidos sobre IA están fragmentando el mercado, lo que podría beneficiar a China.
Asimismo, aboga por un control de exportaciones para proteger la “IA democrática”. El concepto de ‘IA democrática’ (democratic AI) aparece varias veces en la carta. OpenAI lo usa para referirse a un enfoque de inteligencia artificial basado en valores democráticos y opuesto a lo que consideran un modelo de IA autoritario promovido por el Partido Comunista Chino.
Para ese control de las exportaciones, sugieren diferenciar a los países en tres niveles:
- Tier I: países aliados de EE. UU. que respeten principios democráticos en IA.
- Tier II: países con historial dudoso en exportaciones de tecnología a China, pero que pueden mejorar con apoyo de Estados Unidos.
- Tier III: China y otros países aliados del PCC, que deberían quedar completamente excluidos del acceso a IA avanzada estadounidense.
También mencionan que se debería prohibir el uso de chips chinos y modelos de IA con vulnerabilidades de seguridad en infraestructuras críticas de Estados Unidos.
La empresa de Altman defiende el uso de datos protegidos por copyright, es decir, que se produzcan reformas en el terreno de los derechos de autor para proteger el acceso a datos.
Finalmente, OpenAI insiste en que EE. UU. necesita inversiones masivas en centros de datos, transmisión eléctrica y conectividad para soportar las necesidades que la inteligencia artificial va a acarrear y busca que se produzca lo que llama un ‘Pacto para la IA’ con aliados de Estados Unidos para construir una infraestructura tecnológica global alineada con valores democráticos. Sugiere que haya incentivos fiscales, créditos y exenciones regulatorias para acelerar la construcción de infraestructuras.
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