He cambiado el Magic Keyboard de Apple por un teclado mecánico. Ojalá hubiera sabido todo esto antes de comprarlo

Durante años usando un iMac, fue mi opción predilecta. Amé el Magic Keyboard de Apple. Minimalista, ligero y funcional. Los teclados mecánicos me aterraban. Me recordaban a esos clásicos y teclados grises propios de una oficina repleta de PCs algo antiguos. Aparte de lo tedioso que se me hacía pensar en ese "click click" sonando continuamente mientras escribo.

Sin embargo, empecé a usar uno de esos teclados hace ahora dos años y tengo claro que no hay vuelta atrás. Ahora bien, debo reconocer que esto de los teclados mecánicos es todo un mundo y, por simple que parezca la decisión, hay ciertos elementos a tener en cuenta para decidir qué modelo comprar.

No son baratos, pero son una gran inversión

Siendo mi principal actividad la de escribir, creo estar bien postulado en un perfil de usuario intensivo de teclados. Por eso, al igual que elegir una buena silla o un buen escritorio es parte de la inversión, la de un teclado también. Y si bien hay opciones relativamente económicas y otras muy caras, sí he de advertir que de medio habrá que invertir unos 150-200 euros para tener un teclado mecánico.

Evidentemente, hay opciones más económicas, pero precisamente por haber probado algunas de ellas es que nunca me interesaron este tipo de teclados. Soy de los que cree que hay muchos productos sobrevalorados en cuanto a precio, pero honestamente no creo que sea el caso de los teclados. Se nota mucho la diferencia cuando usas un teclado mecánico "económico" y uno con un precio algo mayor. Sobre todo si, como yo, te pasas como mínimo ocho horas diarias escribiendo con él.

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Por tanto, quería empezar con este punto. Sé que el presupuesto es clave en algunos casos y si eres también de los que usa mucho el teclado y de verdad estás decidido a comprar un mecánico, será una inversión amortizada. Ahora bien, si tu uso del teclado es esporádico, creo sinceramente que no te merecerá la pena (salvo que puedas permitirtelo como capricho).

Adaptarse cuesta de inicio, pero todo es empezar

Entrando ya en materia de mi experiencia, y por absurdo que parezca, no me gustaría centrarme demasiado en el modelo de teclado que elegí yo. Es importante, y obviamente es el responsable de que esté encantado con el uso. Sin embargo, creo más relevante que cada uno elija el que más se ajuste a sus necesidades y gustos, tal y como abordaré más adelante. No obstante, para sacarte ya de dudas, opté por un Keychron Q1 QMK.

Lo primero de todo es destacar las más que apreciables diferencias en cuanto a diseño con el Magic Keyboard. Mi mecánico, y prácticamente cualquiera, se salen de aquel minimalismo que define al de Apple. Y no solamente en cuanto a color o factor forma, sino también en cuanto a robustez. Es un teclado pesado y, aunque esto le ayuda a también mantenerse fijo en el escritorio, no invita precisamente a que lo llevemos en una mochila si, como en mi caso, un día me da por llevarme el Mac mini de viaje. Pesa bastante.

Dejando de lado lo visual, que al final depende de gustos y ya sabemos lo variables que son en cada persona, debo decir que de inicio exige de una curva de "aprendizaje". No es que haya tenido que aprender a escribir, pero aunque la disposición de teclas sea idéntica y cuente con formato para Mac (teclas CMD y demás), al final es un tamaño diferente y tardé varios días en adaptar mis dedos a cada tecla hasta que ya pude despegar mis ojos del teclado mientras escribía.

Una experiencia sin vuelta atrás

Como ya explicaba, mi trabajo principal es escribir, así que esos primeros días de uso fueron extraños. Una vez me adapté, debo decir que logré mejorar mucho mi velocidad de escritura respecto al teclado de Apple. Y no lo digo como una simple percepción, es que de verdad lo he comprobado gracias a aplicaciones de mecanografía que, entre otras, permiten contabilizar el número de caracteres escritos por segundo.

La sensación como tal mientras escribo es positiva. Durante mis primeros años usando ordenadores, usé este tipo de teclados. Sin embargo, había olvidado lo agradable que resulta tener un recorrido de teclas mayor que el que aportan otros teclados como el Magic Keyboard. Teclado al que tampoco quiero desmerecer, pues sigo teniéndolo en mi MacBook Air y no me produce tampoco rechazo.

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Sin embargo, escribir en el mecánico es otra cosa. Parece quizás un tanto absurdo y supongo que será cuestión de la percepción de cada uno, pero en cierto modo siento que solamente escribo de verdad cuando estoy con el mecánico. Tanto es así que trato de reservar mis tareas de escritura más intensivas para cuando estoy en mi Mac mini y tengo este teclado conectado.

Y en cuanto al sonido… Pues bueno, es quizás una de las mayores diferencias. Se nota, claro que se nota. El "click click" al ir pulsando tecla tras tecla está ahí y comprendo perfectamente que haya a quien esto le eche para atrás. Incluso si se convive con alguien más a quien le moleste. En mi caso vivo solo con mi perro y de momento no me ha ladrado por hacer ruido mientras escribo.

Eso sí, también diré que es un sonido al que uno se acostumbra rápido. De hecho, mientras escribo estas líneas estoy inconscientemente prestándole atención, pero por la razón evidente de estar hablando de ello. En cualquier otra circunstancia es algo que se adhiere a la rutina y que pasa a un segundo plano haciendo que casi te olvides de que suena. En cualquier caso, hay buenas noticias si te gustan los teclados mecánicos, pero no el sonido que emiten.

Qué recomiendo mirar antes de comprar un teclado mecánico

Después de estar usando un teclado mecánico desde el 22 de marzo de 2023 y sin intenciones de cambiar, sí debo decir que hay ciertas cosas en las que debería haberme fijado antes. No me harán cambiar de opinión, pero sin duda son consejos que me hubiese gustado recibir antes de comprar un mecánico y a los que de primeras no hice mucho caso.

Diseño

Parece obvio, pero no lo es. La estética es importante y, por mucho que te encajen el resto de factores, el teclado debe entrarte por los ojos. Aparte, tienes que cuadrar si encaja bien con tu Mac y la estética general de tu setup.

Que el teclado sea compatible con Mac

Realmente, casi cualquier teclado es compatible, aunque no todos traen teclas adaptadas y eso puede generar confusión (por ejemplo, que para pulsar CMD tengas que presionar la tecla de Windows). Muchos teclados de este tipo vienen con teclas intercambiables entre Mac y Windows.

Que sea QWERTY y en español

Otro elemento fundamental para no liarse, sobre todo al querer escribir teclas muy nuestras como la ñ. Muchos de los teclados mecánicos para Mac vienen en otros idiomas, así que deberás asegurarte de que el que te gusta tiene disponibilidad de teclas en este idioma.

Cableado o Bluetooth

Si bien ya hay teclados Bluetooth con una latencia mínima y casi imperceptible (véase el mismísimo Magic Keyboard de Apple), al final ninguno tendrá una respuesta tan inmediata como los de cable. El mío es de este tipo, aunque si priorizas el minimalismo de cables, los inalámbricos no son tampoco una mala opción. Eso sí, suelen ser más caros y requieren de recargar su batería o cambiar las pilas, mientras que los cableados ya se alimentan de energía cuando están conectados.

Switch

Este término que tan extraño suena y que se traduce como interruptor hace referencia a los mecanismos que hay debajo de las teclas. Es interesante observar de qué tipo es el que buscamos y nuestros compañeros de Xataka lo resumen muy bien con estos puntos:

• El punto de actuación es el lugar donde se registra la pulsación, se encuentra a medio camino del recorrido del muelle.
• El recorrido hace referencia a la distancia desde que se comienza a pulsar la tecla hasta que llega al fondo.
• La fuerza necesaria para accionar una tecla se conoce como la fuerza de actuación
• La sensación que produce al pulsar una tecla se clasifica en lineal (constante hasta llegar al fondo) , táctil (con un pequeño salto en el punto de actuación) o "clicky", con un sonoro click en la mitad del recorrido.

Limpieza

Por pulcro que uno sea, al final es inevitable manchar el teclado. Ya sea con la grasilla propia de nuestros dedos o con pequeñas motas de polvo, pelusas y otros restos que se cuelan entre las teclas. Por fortuna, la mayoría de teclados mecánicos se pueden desmontar facilmente. Mi consejo es desmontarlo al menos una vez para meter en agua (solo agua, nada de químicos) en un pequeño cubo y aspirar la superficie para eliminar la suciedad. Como consejo adicional para que no te lies a la hora de montar las teclas de nuevo, yo suelo echarle una foto al teclado antes del desmontaje.

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La noticia He cambiado el Magic Keyboard de Apple por un teclado mecánico. Ojalá hubiera sabido todo esto antes de comprarlo fue publicada originalmente en Applesfera por Álvaro García M. .