¿Vas a adquirir un coche de segunda mano? Estos consejos de la DGT te guiarán para acertar en la compra

Es probable que ya tengas pensado el coche de segunda mano que deseas adquirir, pero, antes de precipitarte, deberías replantearte si lo que has apalabrado se adapta perfectamente a tus necesidades y, sobre todo, si el vehículo que estás comprando no presente demasiados fallos a corto plazo. Para evitar que esto último ocurra, la DGT ha lanzado una guía práctica para asegurar que lo que estás pagando merece realmente la pena y no tengas que lidiar con sobrecostes en los próximos meses.

Resulta bastante común que los concesionarios pongan a menudo vehículos de ocasión en venta, es decir, coches usados que al menos han tenido un propietario y que se venden por un precio mucho más reducido. La misma palabra lo dice: es la ocasión perfecta para agenciarte uno de los modelos que querías desde hace tiempo, pero que no pudiste por su elevado importe. Aunque también se suele hacer uso del método de venta de particulares en aplicaciones como Wallapop.

Sin embargo, no todos los compradores disponen de la misma maestría para desvelar si ese coche se encuentra o no en perfectas condiciones. Por ello, la DGT (Dirección General de Tráfico) ha puesto sobre la mesa unos sencillos pasos con el objetivo de evitar obtener una unidad que pueda dar errores técnicos debido a accidentes que se haya producido antaño con averías mal reparadas.

Empezar a buscar el coche deseado

Lo primero que se debe tener en cuenta antes de lanzarse de lleno a por la compra es qué tipo de uso vamos a darle, si desplazamientos largos o solamente circular por tramos cortos en ciudad, cuántas plazas vamos a necesitar, si disponemos de una familia numerosa o si solo somos una pareja, y qué terreno vamos a transitar regularmente, si autovías o autopistas, pero también carreteras embarronadas y montañosas.

Una vez tengamos claros estos condicionantes, lo siguiente es mirar qué plataformas de segunda mano son las más fiables. Lo mejor es cerciorarnos siempre de que se trata de webs y aplicaciones especializadas en segunda mano, aunque también podemos mirar en foros y redes sociales. Pero, si lo prefieres, puedes acudir de forma presencial a concesionarios de coches usados y verlos in situ. Eso sí, visita todos los lugares que gustes para comparar precios y decidir por un modelo que mejor se adapte a tus bolsillos.

Después, tendrás que pedir un historial del vehículo para ver si ha pasado la ITV correctamente y si se encuentra todo en regla, así como el número de accidentes reportados y los propietarios que ha tenido.

Haz una prueba de conducción

Que nadie te la juegue y no te dejes controlar por tus impulsos. Por fuera puede parecer todo lo bonito que quieras, pero lo realmente importante se encuentra en su interior, y el motor es esencial para revisar que todo funcione correctamente. La mejor forma de hacerlo es dándote una vuelta por los alrededores y probar, no solo la velocidad de arranque y su capacidad de respuesta a bajas revoluciones, sino también todos los controles electrónicos, como la radio, la pantalla de navegación, los elevalunas o el cierre centralizado.

No obstante, si no cuentas con la suficiente experiencia, puedes pedir a tu familiar o amigo mecánico que te acompañe y ofrezca su opinión, o bien contratar a un profesional para que ofrezca su versión y dé el visto bueno.

Proceso de compra y garantía

Llega la hora de negociar. Si has encontrado alguna traba durante la prueba de conducción o has visto que su exterior presenta algunos desgastes o abolladuras, tienes tu derecho de pedir una rebaja. Si ambas partes están de acuerdo, ahora es el momento de preparar el contrato con la documentación pertinente (permiso de circulación, ITV en vigor y ficha técnica), además de los carnés de identidad de vendedor y comprador. Después, no te olvides de contratar tu seguro.

Por último, la garantía mínima es de un año, por ello puede ser que en algunos concesionarios ese beneficio se amplíe a dos años, lo que convendría elegir esta opción siempre y cuando no haya inconveniente. También habría que ver quién ofrece esa garantía, si la marca del coche o el punto de venta, y asegurarse de qué beneficios están cubiertos. Esto hará que te ahorres mucho más dinero a la hora de repararlos.

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