Este accesorio tan simple puede proteger lo que tengas en tu cartera. Desde hace meses lo llevo siempre conmigo
Si miras en tu cartera, seguro que tienes al menos una tarjeta que funciona sin contacto. La tecnología contactless es de lo más cómodo pero, sin las medidas oportunas, también puede ser un poco insegura en determinados escenarios. Cuando fui consciente de esto busqué la forma de protegerme y la encontré en un trocito de plástico del tamaño de una tarjeta de crédito. Es mucho más discreto que una funda Faraday. Los bloqueadores RFID no están muy extendidos, pero sin duda son un accesorio muy útil. Te cuento cómo lo utilizo para aumentar mi seguridad. Qué es un bloqueador RFID y cómo lo uso En primer lugar, es interesante repasar qué significa RFID. Es el acrónimo de Radio Frequency Identification o Identificación por Radio Frecuencia. Es decir, se trata de un sistema de identificación que almacena cierta información y se comunica con un dispositivo receptor de forma inalámbrica. Esta tecnología se utiliza en muchísimos más ámbitos de los que crees, por ejemplo, es muy útil en entornos logísticos. Pero si miras en tu bolsillo, tú también haces uso de ella. En Xataka Móvil Qué significa el icono de la N que ves en tu móvil Android, y para qué sirve cuando está activado Quizá RFID no te suena tanto, pero seguro que si te digo NFC sí que ves mejor por dónde van los tiros. El NFC (Near Field Communication) podríamos decir que es, en realidad, un tipo de RFID, pero con un rango de actuación mucho más corto. Ya estás utilizando NFC en muchos momentos de tu vida. Lo tienes en tu móvil, en tus tarjetas bancarias, probablemente también en la tarjeta del transporte público y puede que hasta en el acceso a tu trabajo o la apertura de las puertas de tu coche. Como ves, son aspectos suficientemente sensibles de nuestra vida como para que no los blindemos de manera efectiva. ¿Podría un tercero robar el dinero de nuestras tarjetas si las llevamos en el bolsillo, simplemente acercándose a nosotros? Teóricamente sí, pero en la práctica no es tan sencillo. El atacante necesitaría un hardware y un software especializado. Además, incluso aunque esa persona tuviera en su poder un datáfono en funcionamiento, estaría vinculado a una cuenta bancaria, con lo cual la trazabilidad del ataque es relativamente sencilla si el usuario denuncia el cobro no autorizado. Aún así, si queremos protegernos de una forma sencilla, los bloqueadores RFID son la respuesta. El formato más habitual es la tarjeta bloqueo RFID, que es la que yo tengo y que se puede encontrar por unos pocos euros en Amazon o en AliExpress. Simplemente tienes que meterla en tu cartera, junto con el resto de tarjetas y actuará bloqueando la señal de estas. Cuando quieras utilizarlas, bastará sacar la tarjeta que necesites. En mi caso, llevo bastantes meses utilizando este bloqueador RFID y es tan discreto que ni me acuerdo que lo llevo. Mis tarjetas siguen funcionando perfectamente cuando las separo del bloqueador y no me supone ningún esfuerzo llevarlo. También existen carteras que incorporan su propio bloqueador RFID, para que no tengas que comprar ningún accesorio extra. Por ejemplo, esta cartera que he visto en Amazon. Para mi gusto este método resta versatilidad, ya que solo funcionará con esa cartera o bolso concreto, mientras que la tarjeta o funda la puedes cambiar de lugar cuando lo necesites. Por último, también puedes crear tu propio bloqueador casero utilizando papel de aluminio, aunque puede que no sea tan efectivo como un accesorio que ya venga preparado específicamente para esto. En Xataka Móvil | Guía completa para pagar con el móvil: qué hace falta y cómo funciona En Xataka Móvil | El NFC Forum quiere revolucionar la forma en la que pagamos con el móvil. Estos son los planes de futuro para mejorar el NFC - La noticia Este accesorio tan simple puede proteger lo que tengas en tu cartera. Desde hace meses lo llevo siempre conmigo fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Noelia Hontoria .

Si miras en tu cartera, seguro que tienes al menos una tarjeta que funciona sin contacto. La tecnología contactless es de lo más cómodo pero, sin las medidas oportunas, también puede ser un poco insegura en determinados escenarios. Cuando fui consciente de esto busqué la forma de protegerme y la encontré en un trocito de plástico del tamaño de una tarjeta de crédito. Es mucho más discreto que una funda Faraday.
Los bloqueadores RFID no están muy extendidos, pero sin duda son un accesorio muy útil. Te cuento cómo lo utilizo para aumentar mi seguridad.
Qué es un bloqueador RFID y cómo lo uso
En primer lugar, es interesante repasar qué significa RFID. Es el acrónimo de Radio Frequency Identification o Identificación por Radio Frecuencia. Es decir, se trata de un sistema de identificación que almacena cierta información y se comunica con un dispositivo receptor de forma inalámbrica.
Esta tecnología se utiliza en muchísimos más ámbitos de los que crees, por ejemplo, es muy útil en entornos logísticos. Pero si miras en tu bolsillo, tú también haces uso de ella.
Quizá RFID no te suena tanto, pero seguro que si te digo NFC sí que ves mejor por dónde van los tiros. El NFC (Near Field Communication) podríamos decir que es, en realidad, un tipo de RFID, pero con un rango de actuación mucho más corto.
Ya estás utilizando NFC en muchos momentos de tu vida. Lo tienes en tu móvil, en tus tarjetas bancarias, probablemente también en la tarjeta del transporte público y puede que hasta en el acceso a tu trabajo o la apertura de las puertas de tu coche. Como ves, son aspectos suficientemente sensibles de nuestra vida como para que no los blindemos de manera efectiva.
¿Podría un tercero robar el dinero de nuestras tarjetas si las llevamos en el bolsillo, simplemente acercándose a nosotros? Teóricamente sí, pero en la práctica no es tan sencillo. El atacante necesitaría un hardware y un software especializado. Además, incluso aunque esa persona tuviera en su poder un datáfono en funcionamiento, estaría vinculado a una cuenta bancaria, con lo cual la trazabilidad del ataque es relativamente sencilla si el usuario denuncia el cobro no autorizado.
Aún así, si queremos protegernos de una forma sencilla, los bloqueadores RFID son la respuesta.

El formato más habitual es la tarjeta bloqueo RFID, que es la que yo tengo y que se puede encontrar por unos pocos euros en Amazon o en AliExpress. Simplemente tienes que meterla en tu cartera, junto con el resto de tarjetas y actuará bloqueando la señal de estas. Cuando quieras utilizarlas, bastará sacar la tarjeta que necesites.
En mi caso, llevo bastantes meses utilizando este bloqueador RFID y es tan discreto que ni me acuerdo que lo llevo. Mis tarjetas siguen funcionando perfectamente cuando las separo del bloqueador y no me supone ningún esfuerzo llevarlo.
También existen carteras que incorporan su propio bloqueador RFID, para que no tengas que comprar ningún accesorio extra. Por ejemplo, esta cartera que he visto en Amazon. Para mi gusto este método resta versatilidad, ya que solo funcionará con esa cartera o bolso concreto, mientras que la tarjeta o funda la puedes cambiar de lugar cuando lo necesites.
Por último, también puedes crear tu propio bloqueador casero utilizando papel de aluminio, aunque puede que no sea tan efectivo como un accesorio que ya venga preparado específicamente para esto.
En Xataka Móvil | Guía completa para pagar con el móvil: qué hace falta y cómo funciona
En Xataka Móvil | El NFC Forum quiere revolucionar la forma en la que pagamos con el móvil. Estos son los planes de futuro para mejorar el NFC
-
La noticia
Este accesorio tan simple puede proteger lo que tengas en tu cartera. Desde hace meses lo llevo siempre conmigo
fue publicada originalmente en
Xataka Móvil
por
Noelia Hontoria
.