BYD y la carga ultrarrápida: ¿comiéndole la tostada a Tesla?

​BYD, el fabricante chino de vehículos eléctricos más destacado por cuota de mercado, acaba de anunciar una innovadora tecnología de carga ultrarrápida que promete revolucionar la industria del automóvil al atacar precisamente una de las objeciones que más usuarios hacen con respecto al vehículo eléctrico: su velocidad de carga. Esta tecnología permite añadir cuatrocientos kilómetros …

Mar 18, 2025 - 20:58
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BYD y la carga ultrarrápida: ¿comiéndole la tostada a Tesla?

IMAGE: OpenAI's DALL·E, via ChatGPT

​BYD, el fabricante chino de vehículos eléctricos más destacado por cuota de mercado, acaba de anunciar una innovadora tecnología de carga ultrarrápida que promete revolucionar la industria del automóvil al atacar precisamente una de las objeciones que más usuarios hacen con respecto al vehículo eléctrico: su velocidad de carga. Esta tecnología permite añadir cuatrocientos kilómetros de autonomía en tan solo cinco minutos de carga, superando significativamente las capacidades actuales de la competencia y prácticamente duplicando las de los vehículos Tesla más avanzados. ​

La nueva arquitectura de carga de BYD se basa en una plataforma de alta tensión de 1,000 voltios, lo que permite alcanzar potencias de carga de hasta 1,000 kW (un megavatio). Este avance se logra mediante la integración de chips de carburo de silicio y baterías Blade de fosfato de hierro y litio, reconocidas por su seguridad y eficiencia. Además, la gestión térmica inteligente y el diseño compacto de las baterías Blade contribuyen a una mayor densidad energética y a una mejor disipación del calor.

La introducción de esta tecnología podría posicionar a BYD, que comenzó siendo originalmente una compañía dedicada a la fabricación de baterías, como líder en innovación dentro de la industria del vehículo eléctrico. Al reducir drásticamente los tiempos de carga, BYD aborda una de las principales preocupaciones de los consumidores, sobre todo de los más desinformados: la ansiedad por la autonomía y los largos tiempos de espera en las estaciones de carga. Esta ventaja competitiva podría facilitar una adopción más amplia de los VE y consolidar la posición de BYD en el mercado global. ​En la práctica, la carga ultra-rápida tiende a utilizarse porcentualmente en poquísimas ocasiones con respecto al uso habitual del vehículo, pero ha sido tradicionalmente utilizada como el supuesto «gran problema» de los vehículos eléctricos que hacía que muchos, absurdamente, se negasen siquiera a considerarlos. Las acciones de BYD han experimentado una subida significativa coincidiendo con el anuncio.

Además, BYD ha anunciado planes para desplegar más de 4,000 estaciones de carga ultrarrápida en China, lo que no solo beneficiará a sus clientes, sino que también fortalecerá la infraestructura de carga del país. Esta estrategia integral de producto e infraestructura podría desafiar la posición de Tesla en el país y posiblemente plantearse a nivel internacional, especialmente considerando que las estaciones de supercarga actuales de Tesla ofrecen potencias máximas de 500 kW, la mitad de lo que BYD propone.

Algunos analistas, sin embargo, han advertido que la adopción masiva de una tecnología de carga ultrarrápida como la propuesta podría ejercer una presión muy elevada sobre la capacidad de la red eléctrica, lo que requeriría esfuerzos e inversiones adicionales para modernizar la infraestructura. BYD afirma que abordará el desafío equipando una unidad de almacenamiento de energía en cada uno de sus cargadores rápidos, algo que, lógicamente, tendería a encarecer dichas instalaciones.

Mientras BYD avanza en la tecnología de carga, Tesla se dedica a enfrentarse con desafíos internos que podrían afectar su liderazgo en el mercado del vehículo eléctrico, y que de hecho están afectando gravísimamente sus perspectivas de ventas en todo el mundo y han dado lugar a una fuerte caída en el precio de sus acciones que JP Morgan calcula que podría llegar a ser histórico y perder la mitad del valor de la compañía, lo que ha generado importantes preocupaciones a los inversores sobre el futuro de la compañía. Recientemente, Tesla ha experimentado una disminución en sus ventas, que se debe no solo a la implicación política neofascista y de colaboración con Donald Trump de su CEO, pero que también puede atribuirse en parte a la creciente competencia de fabricantes chinos como BYD, que ofrecen modelos más asequibles y con tecnologías más avanzadas en algunos aspectos. El liderazgo de Tesla podría limitarse prácticamente a la tecnología de auto-conducción, que por regulación no puede prácticamente disfrutarse, y se limita a unas simples ayudas a la conducción cada vez más degradadas – en mercados como el de la Unión Europea.

La innovación en la tecnología de carga ultrarrápida de BYD es susceptible de representar un hito muy significativo en la industria de los vehículos eléctricos, al atacar uno de los argumentos más habituales utilizados para criticarlos. Al ofrecer tiempos de carga prácticamente comparables al repostaje tradicional de un vehículo de combustión, BYD no solo mejora la experiencia del usuario, sino que también establece nuevos estándares que podrían redefinir la competitividad en el mercado del vehículo eléctrico. Mientras Tesla enfrenta desafíos tanto tecnológicos como de percepción pública, BYD podría estar posicionándose estratégicamente para comerle la tostada y liderar la próxima fase de la movilidad eléctrica.