Naruto tuvo un final agridulce, y creo que la pelea entre estos dos personajazos pudo haber sido la conclusión perfecta a uno de los mejores shonen de la historia
Aviso: Spoilers de Naruto Shippuden Desde prácticamente sus inicios, tanto Naruto como su secuela, Shippuden nos han dejado personajes, momentos e historias increíbles. Sin embargo, buena parte de los fans están de acuerdo en que su final no fue del todo satisfactorio y que se alargó tanto que acabó perdiendo fuelle. Algunos creen que el desenlace ideal habría sido el arco de Pain, pero yo considero que la serie debería haber terminado un poco más adelante, en una pelea que, para mí, es la mejor: Madara contra Maito Gai. Primero, pongámonos en contexto. Naruto Shippuden no pasaba por su mejor momento: tras el inicio de la Cuarta Guerra Ninja, Madara parecía invencible tras convertirse en Jinchuriki, y daba la sensación de que Kishimoto estaba alargando la guerra innecesariamente. Sin embargo, apareció alguien dispuesto a dar rienda suelta a su juventud: Maito Gai. Hasta ese momento, el ninja había mostrado poco de su verdadero poder, y tampoco se conocían demasiados detalles sobre su pasado. Todos asumían que era fuerte por lo que había enseñado a Rock Lee, pero no había tenido un protagonismo destacado. Es aquí cuando conocemos su historia, que, aunque puede considerarse algo cliché, logra destacar porque no ha habido ni habrá nadie como Gai. Hijo de Maito Dai, el joven shinobi siempre fue un chico lleno de energía, pero desde pequeño tuvo muchas dificultades para superar los exámenes Chunin. Nadie parecía respetarlo, pero su padre le enseñó que la verdadera victoria no consiste en vencer a los rivales, sino en proteger a las personas que amas. Es ahí cuando se encuentra el verdadero poder de la juventud. Maito Gai pudo haber tenido un final redondo Durante su juventud, tiene un pequeño encuentro con Kakashi, su mayor rival, y en ese momento le promete que algún día le mostrará su verdadero poder. Tardó en cumplir su palabra, pero finalmente lo hizo: cuando Madara parecía un monstruo inmortal, Gai llegó al rescate con su técnica más poderosa y letal: las Ocho Puertas. Hasta entonces, solo habíamos visto a Rock Lee abrir seis puertas, pero Gai logró abrirlas todas. Así, Kishimoto nos regaló una batalla (lo pongo entre comillas porque, en realidad, fue una auténtica paliza) para la posteridad. Y, en mi opinión, aquí debería haber terminado Naruto. Madara muriendo a manos del que él mismo reconoció como el rival más poderoso al que se había enfrentado habría sido un desenlace brutal, y creo que no soy el único que lo piensa. Gai sacrificando su vida para salvar a la humanidad, alcanzando el clímax de su filosofía y logrando una conclusión perfecta. Pero, por desgracia, no fue así. El miembro de los Uchicha sobrevivió y Gai también, dejando una pelea que, aunque espectacular, no cambió realmente el rumbo de la historia, ya que el Uchiha pudo curar sus heridas. Al final, Naruto volvió a salvar el día. Que sí, es el protagonista y era lógico que fuera así, pero desde que vi esta escena me molestó bastante que Kishimoto desperdiciara, una vez más, a uno de sus personajes más emblemáticos y cañeros. En VidaExtra | 23 juegos de Naruto que, probablemente, no conocías: de su debut en WonderSwan a sus MMORPGs, pasando por las recreativas - La noticia Naruto tuvo un final agridulce, y creo que la pelea entre estos dos personajazos pudo haber sido la conclusión perfecta a uno de los mejores shonen de la historia fue publicada originalmente en Vida Extra por Iván González .

Aviso: Spoilers de Naruto Shippuden
Desde prácticamente sus inicios, tanto Naruto como su secuela, Shippuden nos han dejado personajes, momentos e historias increíbles. Sin embargo, buena parte de los fans están de acuerdo en que su final no fue del todo satisfactorio y que se alargó tanto que acabó perdiendo fuelle. Algunos creen que el desenlace ideal habría sido el arco de Pain, pero yo considero que la serie debería haber terminado un poco más adelante, en una pelea que, para mí, es la mejor: Madara contra Maito Gai.
Primero, pongámonos en contexto. Naruto Shippuden no pasaba por su mejor momento: tras el inicio de la Cuarta Guerra Ninja, Madara parecía invencible tras convertirse en Jinchuriki, y daba la sensación de que Kishimoto estaba alargando la guerra innecesariamente. Sin embargo, apareció alguien dispuesto a dar rienda suelta a su juventud: Maito Gai.
Hasta ese momento, el ninja había mostrado poco de su verdadero poder, y tampoco se conocían demasiados detalles sobre su pasado. Todos asumían que era fuerte por lo que había enseñado a Rock Lee, pero no había tenido un protagonismo destacado.
Es aquí cuando conocemos su historia, que, aunque puede considerarse algo cliché, logra destacar porque no ha habido ni habrá nadie como Gai. Hijo de Maito Dai, el joven shinobi siempre fue un chico lleno de energía, pero desde pequeño tuvo muchas dificultades para superar los exámenes Chunin. Nadie parecía respetarlo, pero su padre le enseñó que la verdadera victoria no consiste en vencer a los rivales, sino en proteger a las personas que amas. Es ahí cuando se encuentra el verdadero poder de la juventud.
Maito Gai pudo haber tenido un final redondo

Durante su juventud, tiene un pequeño encuentro con Kakashi, su mayor rival, y en ese momento le promete que algún día le mostrará su verdadero poder. Tardó en cumplir su palabra, pero finalmente lo hizo: cuando Madara parecía un monstruo inmortal, Gai llegó al rescate con su técnica más poderosa y letal: las Ocho Puertas.
Hasta entonces, solo habíamos visto a Rock Lee abrir seis puertas, pero Gai logró abrirlas todas. Así, Kishimoto nos regaló una batalla (lo pongo entre comillas porque, en realidad, fue una auténtica paliza) para la posteridad. Y, en mi opinión, aquí debería haber terminado Naruto.
Madara muriendo a manos del que él mismo reconoció como el rival más poderoso al que se había enfrentado habría sido un desenlace brutal, y creo que no soy el único que lo piensa. Gai sacrificando su vida para salvar a la humanidad, alcanzando el clímax de su filosofía y logrando una conclusión perfecta. Pero, por desgracia, no fue así.
El miembro de los Uchicha sobrevivió y Gai también, dejando una pelea que, aunque espectacular, no cambió realmente el rumbo de la historia, ya que el Uchiha pudo curar sus heridas. Al final, Naruto volvió a salvar el día. Que sí, es el protagonista y era lógico que fuera así, pero desde que vi esta escena me molestó bastante que Kishimoto desperdiciara, una vez más, a uno de sus personajes más emblemáticos y cañeros.
En VidaExtra | 23 juegos de Naruto que, probablemente, no conocías: de su debut en WonderSwan a sus MMORPGs, pasando por las recreativas
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La noticia
Naruto tuvo un final agridulce, y creo que la pelea entre estos dos personajazos pudo haber sido la conclusión perfecta a uno de los mejores shonen de la historia
fue publicada originalmente en
Vida Extra
por
Iván González
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