Sufrí, gané y lo perdí todo, pero Exoborne siempre me ha dado una excusa para jugar una partida más

Te resumo la experiencia de jugar a Exoborne en poco más de una frase: grandes riesgos, grandes recompensas y penalizaciones que harán que apagues cabreado el PC con la intención de no tocarlo hasta el día siguiente. Tal cual. Pese a ello, el shooter de extracción de Sharkmob logra que el enfado se me pase -un poquito- al rato y vuelva. No puedo asegurar que a todo el mundo le ocurra lo mismo, pero cuando algo sale inesperadamente bien comprendes que por cada partida mala ya tuviste tres que valieron la pena. Y entonces es cuando vuelves a por más. A por la siguiente buena. Presentado a finales de 2023, aunque todavía sin fecha de lanzamiento en PC y consolas, Exoborne no reinventa lo que tantos shooter de extracción en mundo abierto llevan dando desde hace demasiado tiempo. Ni lo necesita. En realidad busca hacerlos un poquito más emocionantes y la clave está en cómo el jugador toma conciencia de lo que hay en juego. Vaya por delante que aquí no se reinventa la rueda: tanto tú como tu escuadrón caéis desde el cielo para saquear, tumbar a maleantes repartidos por su amplio mapa e iniciar escaramuzas contra los jugadores que te salen al paso. Dicho así podría parecer un juego de tantísimos, pero es ahora cuando la cosa se empieza a torcer. Lo que define el carácter de Exborne no es ese ambiente de distopía o el uso de exoesqueletos, llamados en este caso Exo-Rigs, que nos dan superpoderes; sino el modo en el que el constante caos climático promueve que te adaptes y exprimas de un modo diferente cada partida. Algo trascendental ya que si eres eliminado perderás todo lo que lleves encima. Literalmente. Regresas a tu base sin las armas, la mochila... el juego no deja que te quedes para la siguiente partida ni siquiera una triste bala. Suena muy cruel, porque es muy cruel. Dicho esto, y como comentamos al principio, mientras mayores sean los riesgos, más jugosas son las recompensas. El constante caos climático de Exoborne promueve que cada partida se exprima de un modo diferente  Porque si en una partida eres tú el que continúa con las botas puestas tras un tiroteo, sea intenso o se resuelve de manera ridícula, la cosa cambia radicalmente: rapiñas lo que han dejado los jugadores caídos, te lo quedas de manera permanente y, entre una cosa y otra, por lo general regresas a tu base muchísimo mejor de lo que entraste a la partida. En mi caso, más o menos tres de cada cuatro veces. Es posible que en el proceso se te pierdan infinitas armas, piezas de armadura o tesoros que no cambien de manos porque nadie las recoge o no le interesan. Pero es que ahí cuando entra el valor el sistema de progresos y, por extensión, dónde Exboborne se la juega. En Vida Extra Tengo una teoría muy loca sobre la destrucción del planeta en Helldivers 2. Si estoy en lo cierto, el infierno solo acaba de empezar Todo o nada: si saltas al caótico apocalipsis de Exoborne que sea para dar el máximo Exoborne es un juego como servicio casi de manual, y que conste que no lo digo de manera despectiva sino como algo esencial a la hora de asentar su propuestas e ideas. ¿Resulta genérico? Bueno, a su favor tiene un poquito de ese caos de ciencia ficción que asentó el tono de las últimas entregas numeradas de Just Cause, pero jamás pierde la perspectiva en torno a su naturaleza, las premisas de los shooters de extracción y a su férrea apuesta por el multijugador. Tanto en lo que respecta al cooperativo, incluso con desconocidos, como cuando te cruzas con escuadrones rivales. Puedes evitar a los jugadores rivales con relativa facilidad gracias a la verticalidad y las distancias del mapa y, hasta dónde he podido jugar, a los enemigos del entorno les ha faltado un hervor. ¿Hasta qué punto es algo negativo que éstos apenas opongan resistencia? Teniendo en cuenta que si me eliminan pierdo todo lo que llevo en la maleta y mis armas, admito que el encontrar un término medio es complicado. Dicho esto, la cosa es algo más complicada de lo que parece, dado que las mejoras de equipo son en este juego trascendentales. Considero que el gunplay de Exoborne debe mejorar y ser más atractivo en los compases iniciales de la primera partida. Pasados los tutoriales. Puede y debería ser más satisfactorio, pero entiendo que sea así: la propuesta de juego se ha ensamblado con la idea de que mejores constantemente tu arsenal y, por extensión, que esas mejoras se noten. Que tengan valor. El gunplay de Exoborne debe mejorar y ser más atractivo en los compases iniciales, pero entiendo por qué es así Por eso, cuando pierdes un fusil de asalto que has mejorado es normal que  tu primer impulso sea cerrar el juego y apagar el PC. Con todo, siempre tendrás todas las armas que necesites mientras te quepan en tu mochila o, ya en casos muy específicos, podrás comprar las que te gusten desde la tienda.

Feb 17, 2025 - 07:25
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Sufrí, gané y lo perdí todo, pero Exoborne siempre me ha dado una excusa para jugar una partida más

Sufrí, gané y lo perdí todo, pero Exoborne siempre me ha dado una excusa para jugar una partida más

Te resumo la experiencia de jugar a Exoborne en poco más de una frase: grandes riesgos, grandes recompensas y penalizaciones que harán que apagues cabreado el PC con la intención de no tocarlo hasta el día siguiente. Tal cual. Pese a ello, el shooter de extracción de Sharkmob logra que el enfado se me pase -un poquito- al rato y vuelva. No puedo asegurar que a todo el mundo le ocurra lo mismo, pero cuando algo sale inesperadamente bien comprendes que por cada partida mala ya tuviste tres que valieron la pena. Y entonces es cuando vuelves a por más. A por la siguiente buena.

Presentado a finales de 2023, aunque todavía sin fecha de lanzamiento en PC y consolas, Exoborne no reinventa lo que tantos shooter de extracción en mundo abierto llevan dando desde hace demasiado tiempo. Ni lo necesita. En realidad busca hacerlos un poquito más emocionantes y la clave está en cómo el jugador toma conciencia de lo que hay en juego. Vaya por delante que aquí no se reinventa la rueda: tanto tú como tu escuadrón caéis desde el cielo para saquear, tumbar a maleantes repartidos por su amplio mapa e iniciar escaramuzas contra los jugadores que te salen al paso. Dicho así podría parecer un juego de tantísimos, pero es ahora cuando la cosa se empieza a torcer.

Lo que define el carácter de Exborne no es ese ambiente de distopía o el uso de exoesqueletos, llamados en este caso Exo-Rigs, que nos dan superpoderes; sino el modo en el que el constante caos climático promueve que te adaptes y exprimas de un modo diferente cada partida. Algo trascendental ya que si eres eliminado perderás todo lo que lleves encima. Literalmente. Regresas a tu base sin las armas, la mochila... el juego no deja que te quedes para la siguiente partida ni siquiera una triste bala. Suena muy cruel, porque es muy cruel. Dicho esto, y como comentamos al principio, mientras mayores sean los riesgos, más jugosas son las recompensas.

El constante caos climático de Exoborne promueve que cada partida se exprima de un modo diferente 

Porque si en una partida eres tú el que continúa con las botas puestas tras un tiroteo, sea intenso o se resuelve de manera ridícula, la cosa cambia radicalmente: rapiñas lo que han dejado los jugadores caídos, te lo quedas de manera permanente y, entre una cosa y otra, por lo general regresas a tu base muchísimo mejor de lo que entraste a la partida. En mi caso, más o menos tres de cada cuatro veces. Es posible que en el proceso se te pierdan infinitas armas, piezas de armadura o tesoros que no cambien de manos porque nadie las recoge o no le interesan. Pero es que ahí cuando entra el valor el sistema de progresos y, por extensión, dónde Exboborne se la juega.

Todo o nada: si saltas al caótico apocalipsis de Exoborne que sea para dar el máximo

Exoborne es un juego como servicio casi de manual, y que conste que no lo digo de manera despectiva sino como algo esencial a la hora de asentar su propuestas e ideas. ¿Resulta genérico? Bueno, a su favor tiene un poquito de ese caos de ciencia ficción que asentó el tono de las últimas entregas numeradas de Just Cause, pero jamás pierde la perspectiva en torno a su naturaleza, las premisas de los shooters de extracción y a su férrea apuesta por el multijugador. Tanto en lo que respecta al cooperativo, incluso con desconocidos, como cuando te cruzas con escuadrones rivales.

Exoborne

Puedes evitar a los jugadores rivales con relativa facilidad gracias a la verticalidad y las distancias del mapa y, hasta dónde he podido jugar, a los enemigos del entorno les ha faltado un hervor. ¿Hasta qué punto es algo negativo que éstos apenas opongan resistencia? Teniendo en cuenta que si me eliminan pierdo todo lo que llevo en la maleta y mis armas, admito que el encontrar un término medio es complicado. Dicho esto, la cosa es algo más complicada de lo que parece, dado que las mejoras de equipo son en este juego trascendentales.

Considero que el gunplay de Exoborne debe mejorar y ser más atractivo en los compases iniciales de la primera partida. Pasados los tutoriales. Puede y debería ser más satisfactorio, pero entiendo que sea así: la propuesta de juego se ha ensamblado con la idea de que mejores constantemente tu arsenal y, por extensión, que esas mejoras se noten. Que tengan valor.

El gunplay de Exoborne debe mejorar y ser más atractivo en los compases iniciales, pero entiendo por qué es así

Por eso, cuando pierdes un fusil de asalto que has mejorado es normal que  tu primer impulso sea cerrar el juego y apagar el PC. Con todo, siempre tendrás todas las armas que necesites mientras te quepan en tu mochila o, ya en casos muy específicos, podrás comprar las que te gusten desde la tienda.

Exoborne

La dinámica de una partida no tiene vuelta de hoja, que conste: te equipas para la ocasión con lo mejor que tengas (acumular armas y mejoras potentes que no usas no sirve de nada, pero puedes venderlas) y saltas al enorme mundo abierto medio demolido que se ha creado para la ocasión, cumples las misiones y contratos que tú mismo has elegido antes de empezar y cuando ya tienes las mochilas llenas pides una extracción. Sencillo, ¿no? Lo divertido es que, mientras hacemos todo lo anterior, el mundo entero se está yendo al carajo.

El apocalipsis también tiene sus ventajas

El otro factor trascendental de Exoborne, más allá de sus componentes de acción y extracción, pasa por la supervivencia y cómo se promueve que nos desenvolvamos por el mapa. Tanto a la hora de explorar y saquear el entorno como cuando toca organizarse para fulminar a otros jugadores a sabiendas de los grandes riesgos de ser eliminados.

Y aquí es dónde el caos climático entra en juego: además de los objetivos que nosotros elegimos al progresar (mostrados en la parte superior izquierda) tanto al consultar el mapa como en la zona derecha veremos el clima. Y esto es muy importante. En Exoborne hay tormentas, lluvias, rayos... ¿Sabes que los irreductibles galos de Asterix solo temen que el cielo se les caiga encima? Pues eso es el pan de cada día.

Sin embargo, que se avecine un huracán también tiene sus ventajas: como comenté, además de armas en el juego tenemos diferentes modelos de exoesqueletos y todos ellos son personalizables, con lo que, con suficiente viento y un potente salto, podemos reducir las distancias drásticamente abriendo el paracaídas. Algo muy conveniente para saquear, cumplir nuestras misiones, escapar de una situación delicada o, si nos vemos confiados, para que seamos nosotros quienes tomamos la iniciativa.

Exoborne

La movilidad, de hecho, es uno de los apartados más interesantes al apostar no solo por exprimir al máximo los entornos completamente devastados, sino también alentando a que empleemos la agitada climatología en nuestro beneficio. Si a esto le sumamos que, con un conveniente gancho, no tardaremos en colocarnos en las zonas más altas, nos encontramos con que cuesta poquito perderse y salir a explorar. A abrir cajas con piezas, recursos, objetos que nos ayudan a desbloquear botín... Y, entre una cosa y otra, reducir a enemigos y cumplir esos contratos con los que realmente avanzar en la trama y mejorar nuestro arsenal. Incluso a sabiendas que estaremos expuestos a perderlo todo hasta nos vengan a recoger.

Que se avecine un huracán en Exboborne también tiene sus ventajas

El sistema de control y gestión de inventarios de Exoborne merecen ser tratados por separado. La versión del juego a la que tuve acceso no era compatible con mandos (saldrá también en consolas) y pese a que los personajes se adaptan con facilidad a las estructuras y obstáculos menores, al conjunto le falta una chispa de dinamismo.

Con todo, Sharkmob todavía le tiene que dar un mayor pulido al juego de cara a aspectos esenciales que no deben asomar en el resultado final: los contenidos del mapa han tardado en mostrarse en muchas ocasiones, ha habido descarados casos de popping o han aparecido y desaparecido estructuras. Cosas que podemos pasar por alto ahora, pero que conviene tener atadas antes del lanzamiento.

¿Todavía hay sitio para un shooter de extracción más?

Exoborne es un collage de ideas que, cuando estén bien pulidas, pueden llegar a funcionar y encontrar su propio espacio. La clave, claro, está en lo mucho y bien que se pulan. Pese a que nos exponemos constantemente a perder nuestras armas, la manera en la que progresamos en la historia y las misiones que elegimos al final sabe amortiguar muy bien cualquier frustración. Sin embargo, lo interesante es cómo Sharkmob también crea desde la premisa eventos verdaderamente interesantes.

Higiénico

Como ya comentamos, si saqueamos a otros jugadores nos quedamos con todo lo que lleven. Uno de los reclamos a la hora de jugar estos días en PC pasaba por la iniciativa de "En busca del papel higiénico dorado" en el que un grupo de creadores de contenido han estado asaltando el mapa y si los derribábamos encontraríamos al registrarlos un artículo dorado en clave de papel para el W.C. que se podía canjear por tarjetas de regalo para Steam. Además, en el proceso se han ofrecido drops y otras iniciativas.

La naturaleza de juego como servicio y en constante evolución de Exoborne, así como sus premisas, habilita que se hagan iniciativas atractivas que pueden suponer un empujón para el juego. Con todo, y pese a que admito que no logré ninguno de estos codiciados rollos dorados, el concepto de saquear a otros jugadores y encontrarte con tesoros es una experiencia en sí misma. A veces te toca perder, claro, pero cuando tú disparas la última bala y te topas con la sorpresa sientes que esa victoria cuenta por dos. ¿El siguiente paso? Extraer lo antes posible.

Exoborne es un collage de ideas que, cuando estén bien pulidas, pueden llegar a funcionar entre tanto shooter de extracción

En cualquier caso, a Exoborne le falta todavía mucho pulido, lo cual no es malo, y en consecuencia no tenemos una fecha de lanzamiento en el horizonte. No es descartable que en Sharkmob apuesten por lanzarlo inicialmente en PC en calidad de Acceso Anticipado, aunque el gran plan pasa por lanzarlo también en consolas. Lo bueno es que tiene ingrediente suficientes e ideas para funcionar, el riesgo de perder lo que llevamos suma puntos, y además cuenta un sistema de progresos que realmente recompensa que nos impliquemos.

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Al final el éxito de Exoborne no radica en reinventar lo que incontables shooters de extracción ya ofrecen y llevan años haciendo con más o menos acierto, sino de evocar esas sensaciones que te invitan a encadenar una partida con la siguiente. A veces para probar ese arma que le acabamos de "requisar" a un alma  desafortunada que posiblemente ya esté lejos del ratón y teclado maldiciendo nuestra estampa, y otras por completar esa misión pendiente. Incluso si aparecemos en nuestra base con una mano delante y la otra detrás. Porque, como comentamos al principio, mientras mas grande sea el riesgo, mayor resulta la recompensa.

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La noticia Sufrí, gané y lo perdí todo, pero Exoborne siempre me ha dado una excusa para jugar una partida más fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .