Así es el submarino S-81 Isaac Peral: la joya tecnológica de la Armada Española que se está probando en Cádiz

El primer submarino de diseño y fabricación 100% española está poniéndose a prueba en las maniobras de la OTAN que se están ejecutando en el golfo de Cádiz. Esta es toda la tecnología que esconde el Peral S-81.

Mar 24, 2025 - 14:35
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Así es el submarino S-81 Isaac Peral: la joya tecnológica de la Armada Española que se está probando en Cádiz

España se ha convertido en el epicentro naval de la OTAN. El golfo de Cádiz y la costa sur andaluza acogen, desde este lunes y hasta el próximo 4 de abril, las maniobras Dynamic Mariner/Flotex-25, los ejercicios más ambiciosos que la Alianza Atlántica llevará a cabo en 2025.

Y en este escenario, con más de 4.000 militares, 30 buques de guerra, 20 cazas y una veintena de helicópteros desplegados, el protagonismo recae sobre un actor muy esperado: el submarino S-81 Isaac Peral, el más moderno de la Armada Española.

Más allá del estreno del batiscafo, la presencia española en Dynamic Mariner/Flotex-25 es clave: nuestro país lidera el operativo, que busca reforzar la interoperabilidad entre aliados y probar tecnologías de última generación, incluidos drones aéreos y de superficie, inteligencia artificial y sistemas autónomos.

Estreno internacional para un icono de la tecnología de guerra: así es el S-81

El S-81 no es un submarino cualquiera. Es el primer sumergible diseñado y construido íntegramente en España, en los astilleros de Navantia en Cartagena, y representa un salto cualitativo en tecnología, autonomía y capacidades estratégicas para la Armada.

Botado en 2021 y entregado oficialmente a Defensa en noviembre de 2023, este será su primer ejercicio internacional.

Durante las maniobras de la OTAN, el S-81 pondrá a prueba en un entorno multinacional sus sistemas de combate y sigilo —está diseñado para minimizar la firma acústica, lo que lo hace más difícil de detectar—. Se quiere demostrar por qué es una de las plataformas no nucleares más avanzadas de Europa.

El Isaac Peral, que debe su nombre al inventor del primer submarino torpedero, también en Cartagena (1888), es capaz de lanzar misiles a objetivos en tierra firme o instalar minas inteligentes en los fondos marinos.

Además, su sistema de propulsión independiente del aire (AIP) le permite permanecer sumergido más de tres semanas sin salir a superficie, lo que lo hace extremadamente difícil de detectar.

Un proyecto largo y complejo que por fin entra en servicio

La historia del S-81 no ha estado exenta de dificultades. El proyecto comenzó en la década de 2000, si bien la idea del programa se forjó en los 90. En 2004 se firmó la orden de ejecución que contaba con cuatro submarinos por un valor cercano a los 2.300 millones de euros, que serían construidos en el astillero que Navantia tiene en Cartagena (Murcia).

El primero de estos submarinos debía estar a flote en 2011 y entregarse dos años después a la Armada. Sin embargo, se detectó un grave error de diseño: el submarino pesaba más de lo calculado y no podía emerger. Se requirió rediseñar completamente el casco, lo que provocó años de retrasos y duplicó el coste del programa, que ya alcanza los casi 4.500 millones de euros para los cuatro submarinos de la clase S-80 Plus.

El Isaac Peral, de 81 metros de eslora y 3.200 toneladas (3.700 en inmersión), es el primero de una serie de submarinos que será completada por los modelos S-82 Narciso Monturiol, S-83 Cosme García y S-84 Mateo García de los Reyes, todos en distintas fases de construcción.

Más allá de lo militar, y a pesar de sus problemas, el S-81 se ha convertido en un símbolo de autonomía industrial y tecnológica para España.

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