Llevo años usando mantas eléctricas para estar calentito ahorrando calefacción: estas son sus ventajas e inconvenientes
A la hora de lograr una temperatura confortable en casa para pasar el invierno una de las opciones que tenemos los consumidores si no queremos encender la calefacción completa es apostar por las mantas eléctricas, una alternativa que permite ahorros importantes en la factura energética. Son dispositivos que están presentes en muchos hogares por sus buenas prestaciones, aunque no para todo tipo de usuarios, ya que presentan una serie de ventajas e inconvenientes que es preciso conocer antes de hacernos con una. En Xataka Smart Home Este pequeño aparato es mi secreto para no pasar frío en casa y ahorrar luz. Tres minutos enchufado y genera calor varias horas Mantas y almohadillas eléctricas, ventajas e inconvenientes Imagen: Amazon Las mantas eléctricas son unos artículos ideales para calentar la cama antes de dormir, para aportar un extra de calor a una articulación convaleciente o para colocarnos con ellas en el salón mientras vemos la tele o leemos un libro. Su principal ventaja es que generan un calor seco instantáneo y agradable que podemos regular fácilmente con el mando incluido en el propio cable. Además presentan un consumo eléctrico reducido, encontrando modelos que ofrecen varios niveles de potencia calorífica, relacionados con los niveles de potencia eléctrica que consumen. Así, podemos encontrar mantas que alcanzan temperaturas de entre 30 y 70 grados centígrados con consumos de entre 50 y 150 vatios en el caso de las más grandes. Es decir, que en media no sobrepasa los 100 vatios, lo que nos permitirá mantenernos calentitos por mucho menos coste que con cualquier sistema de calefacción de la vivienda, incluidas las bombas de calor. También son una buena opción como complemento de un sistema de calefacción tradicional, que si lo dejamos encendido podremos bajar unos grados para ahorrar energía gracias al uso de la manta eléctrica que nos dará ese extra de calor deseado justo pegado al cuerpo y sin tener que calentar todo el aire de la habitación. Imagen: Amazon Otra de sus ventajas es que son portátiles, ya que podemos trasladarlas con facilidad a cualquier habitación donde queramos usarlas y son muy económicas de adquirir, con precios que parten de los 20 euros en los modelos pequeños. Sin embargo, no todo es positivo con estos dispositivos, ya que hay una serie de inconvenientes que conviene conocer antes de valor su uso. Por ejemplo, el calor que producen es muy localizado y se dispersa rápido hacia el aire si no tapamos la manta con otra manta de tela, nuestra ropa, una sábana o similar. Imagen: Amazon Además, salvo los modelos enormes, los de tamaño normal suelen ser de uso individual, por lo que si somos varios en casa, tendremos que tener cada uno la nuestra, lo que multiplica el consumo eléctrico. Aún así, sumando los consumos de todas siguen gastando mucho menos que el típico radiador eléctrico de 1.500-2.000 vatios. Uno de los inconvenientes más importantes desde mi punto de vista es que estamos pegados al cable eléctrico, limitados por su longitud y el formato de conector que tenga. Este cable suele resultar molesto cuando nos tumbamos y hay que tener cuidado de que no se doble, puesto que es uno de los puntos por los que suele estropearse la manta más fácilmente. En general son aparatos que no están pensados para largos períodos de funcionamiento, con cifras ideales que oscilan entre 30 y 120 minutos, por lo que no suelen ser recomendadas para estar horas y horas encendidas como hacemos con los sistemas de calefacción clásicos. ¿Conclusión con este tipo de dispositivos? Pues las mantas y almohadillas eléctricas son una buena opción a los sistemas de calefacción si solo vamos a estar en casa un rato por ejemplo en la hora de comer, cenar, etc. y no queremos encender un equipo más grande que tardará en calentar la casa y con un coste mucho más elevado. Por supuesto son ideales para combatir molestias físicas, ayudar en la rehabilitación y para dar un extra de calor cuando lo necesitemos sin tener que subir el termostato. Sin embargo, no son recomendables para tenerlas todo el día encendidas. Cecotec Manta Eléctrica HeatConfort ThermalBlanket Frannel (180 x 130). Manta Térmica Frannel con Apagado Automático y 9 Niveles de Temperatura Ajustables. Perfecta para tu confort. Hoy en Amazon — 44,90 € * Algún precio puede haber cambiado desde la última revisión Imagen portada | Cecotec en Amazon En Xataka Smart Home | Este pequeño aparato es mi secreto para no pasar frío en casa y ahorrar luz. Tres minutos enchufado y genera calor varias horas Nota: Algunos de los enlaces de este artículo son afiliados y pueden

A la hora de lograr una temperatura confortable en casa para pasar el invierno una de las opciones que tenemos los consumidores si no queremos encender la calefacción completa es apostar por las mantas eléctricas, una alternativa que permite ahorros importantes en la factura energética.
Son dispositivos que están presentes en muchos hogares por sus buenas prestaciones, aunque no para todo tipo de usuarios, ya que presentan una serie de ventajas e inconvenientes que es preciso conocer antes de hacernos con una.
Mantas y almohadillas eléctricas, ventajas e inconvenientes
Las mantas eléctricas son unos artículos ideales para calentar la cama antes de dormir, para aportar un extra de calor a una articulación convaleciente o para colocarnos con ellas en el salón mientras vemos la tele o leemos un libro.
Su principal ventaja es que generan un calor seco instantáneo y agradable que podemos regular fácilmente con el mando incluido en el propio cable. Además presentan un consumo eléctrico reducido, encontrando modelos que ofrecen varios niveles de potencia calorífica, relacionados con los niveles de potencia eléctrica que consumen.
Así, podemos encontrar mantas que alcanzan temperaturas de entre 30 y 70 grados centígrados con consumos de entre 50 y 150 vatios en el caso de las más grandes. Es decir, que en media no sobrepasa los 100 vatios, lo que nos permitirá mantenernos calentitos por mucho menos coste que con cualquier sistema de calefacción de la vivienda, incluidas las bombas de calor.
También son una buena opción como complemento de un sistema de calefacción tradicional, que si lo dejamos encendido podremos bajar unos grados para ahorrar energía gracias al uso de la manta eléctrica que nos dará ese extra de calor deseado justo pegado al cuerpo y sin tener que calentar todo el aire de la habitación.
Otra de sus ventajas es que son portátiles, ya que podemos trasladarlas con facilidad a cualquier habitación donde queramos usarlas y son muy económicas de adquirir, con precios que parten de los 20 euros en los modelos pequeños.
Sin embargo, no todo es positivo con estos dispositivos, ya que hay una serie de inconvenientes que conviene conocer antes de valor su uso. Por ejemplo, el calor que producen es muy localizado y se dispersa rápido hacia el aire si no tapamos la manta con otra manta de tela, nuestra ropa, una sábana o similar.
Además, salvo los modelos enormes, los de tamaño normal suelen ser de uso individual, por lo que si somos varios en casa, tendremos que tener cada uno la nuestra, lo que multiplica el consumo eléctrico. Aún así, sumando los consumos de todas siguen gastando mucho menos que el típico radiador eléctrico de 1.500-2.000 vatios.
Uno de los inconvenientes más importantes desde mi punto de vista es que estamos pegados al cable eléctrico, limitados por su longitud y el formato de conector que tenga. Este cable suele resultar molesto cuando nos tumbamos y hay que tener cuidado de que no se doble, puesto que es uno de los puntos por los que suele estropearse la manta más fácilmente.
En general son aparatos que no están pensados para largos períodos de funcionamiento, con cifras ideales que oscilan entre 30 y 120 minutos, por lo que no suelen ser recomendadas para estar horas y horas encendidas como hacemos con los sistemas de calefacción clásicos.
¿Conclusión con este tipo de dispositivos? Pues las mantas y almohadillas eléctricas son una buena opción a los sistemas de calefacción si solo vamos a estar en casa un rato por ejemplo en la hora de comer, cenar, etc. y no queremos encender un equipo más grande que tardará en calentar la casa y con un coste mucho más elevado.
Por supuesto son ideales para combatir molestias físicas, ayudar en la rehabilitación y para dar un extra de calor cuando lo necesitemos sin tener que subir el termostato. Sin embargo, no son recomendables para tenerlas todo el día encendidas.
Cecotec Manta Eléctrica HeatConfort ThermalBlanket Frannel (180 x 130). Manta Térmica Frannel con Apagado Automático y 9 Niveles de Temperatura Ajustables. Perfecta para tu confort.
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La noticia
Llevo años usando mantas eléctricas para estar calentito ahorrando calefacción: estas son sus ventajas e inconvenientes
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Paco Rodriguez
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