Los fisioterapeutas advierten: estas son las consecuencias de no cambiar el colchón a tiempo y cada cuánto debe hacerse

Cuando llega el momento de cuidar nuestra salud, hay un elemento básico al que, sin embargo, no siempre le prestamos la atención que merece: la cama, y más concretamente, el colchón. De hecho, los fisioteraputas (cualquiera al que consultes te dirá lo mismo) dejan muy claro cada cuánto tiempo debe renovarse. El colchón es uno de los elementos fundamentales en cualquier hogar, ya que pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo. Esto equivale a una media de entre 20 y 25 años en la cama, por lo que cambiar de colchón y elegir uno bueno resulta esencial, no solo para asegurar un descanso reparador, sino también para mantener una postura adecuada y evitar molestias como dolores lumbares, contracturas u otros trastornos musculoesqueléticos. Foto | Stephen Andrews en Unsplash La duración media de un colchón oscila entre los 7 y 10 años, dependiendo de su calidad y de los materiales con los que ha sido fabricado. Muchas personas no son conscientes de la importancia de cambiar el colchón con cierta periodicidad. Con el tiempo, un colchón acumula polvo, piel muerta, ácaros y sus excrementos, lo que puede representar hasta el 10 % de su peso total. Todo esto puede afectar tanto la higiene como la salud, especialmente a nivel respiratorio y postural. En este sentido, los especialistas recomiendan sustituir el colchón, como norma general, cada 10 años. Cuando llega ese momento, es importante evitar los colchones de segunda mano. En este caso, el mercado de productos usados no es recomendable. Comprar un colchón ya utilizado durante varios años implica que probablemente solo le queden entre 2 y 5 años de vida útil, lo que obligaría a reemplazarlo mucho antes de lo esperado. Los fisioterapeutas aconsejan tener en cuenta el plazo mencionado de 10 años, aunque este puede variar según el uso, el tipo de colchón y su mantenimiento. Algunas señales que indican que ha llegado la hora de cambiarlo son: hundimientos, ruidos, incomodidad al dormir o despertarse con dolores. Motivos para cambiar el colchón Imagen | Haley Owens Con el paso de los años, los componentes del colchón se desgastan, lo que repercute en su firmeza y soporte. Esta pérdida de estabilidad puede interferir en la calidad del sueño y contribuir a molestias físicas como dolores en la espalda, mala alineación corporal o sensación de cansancio. A esto se suma que, en muchas ocasiones, las alteraciones estructurales no son evidentes a simple vista, lo que complica una valoración objetiva de su estado real. No hay que descuidar la higiene. Con el uso continuo, los colchones tienden a albergar ácaros, microorganismos, moho, polvo y restos de piel. Aunque su apariencia exterior sea impecable, resulta casi imposible determinar si ha sido higienizado de forma adecuada. Estos elementos pueden originar reacciones alérgicas, trastornos respiratorios e irritaciones cutáneas. Además, ciertos parásitos pueden ocasionar picaduras e incluso extenderse al resto de la vivienda. A diferencia de las sábanas o las fundas de almohada, un colchón no puede lavarse completamente, lo que lo convierte en un posible reservorio de gérmenes, moho y olores desagradables derivados del sudor, la transpiración y otros fluidos corporales. No cambiar a tiempo puede tener consecuencias Imagen | DLXMattress Hay que tener en cuenta todo lo que hemos dicho para renovar el colchón, cuando llegue el momento adecuado, y es que de no hacerlo, puede terminar interfiriendo en nuestra salud. En este sentido si un colchón pierde su firmeza, puede afectar a las articulaciones y en especial a la columna vertebral, que se deformará para adaptarse a la forma del colchón. Esto quizás pueda poner un poco más de tensión en ciertas zonas, generando problemas para dormir. En Xataka Smart Home Los expertos confirman algo que ya sabían las abuelas: cada cuánto tiempo hay que cambiar las sábanas Un colchón viejo puede estar plagado de "bichos" y eso afecta a nuestra salud, máxime si tienes alguna alergia en cuyo caso las probabilidades de que empeore aumenta. Además, los ácaros son agentes productores de infecciones en la piel cuando se meten por las heridas abiertas. Por último, un colchón nuevo y en buen estado ayudará a tener un sueño reparador y te permitirá dormir mejor. Menos movimiento durante sueños, mayor descanso. Cómo alargar la vida útil del colchón Imagen | Antonio Caverzan Además, es fundamental mantener el colchón en buen estado durante su vida útil. Para alargar la vida del colchón y mantener su higiene, es recomendable girarlo cada tres meses, evitando así el desgaste localizado y distribuyendo mejor el

Mar 21, 2025 - 11:31
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Los fisioterapeutas advierten: estas son las consecuencias de no cambiar el colchón a tiempo y cada cuánto debe hacerse

Los fisioterapeutas advierten: estas son las consecuencias de no cambiar el colchón a tiempo y cada cuánto debe hacerse

Cuando llega el momento de cuidar nuestra salud, hay un elemento básico al que, sin embargo, no siempre le prestamos la atención que merece: la cama, y más concretamente, el colchón. De hecho, los fisioteraputas (cualquiera al que consultes te dirá lo mismo) dejan muy claro cada cuánto tiempo debe renovarse.

El colchón es uno de los elementos fundamentales en cualquier hogar, ya que pasamos aproximadamente un tercio de nuestra vida durmiendo. Esto equivale a una media de entre 20 y 25 años en la cama, por lo que cambiar de colchón y elegir uno bueno resulta esencial, no solo para asegurar un descanso reparador, sino también para mantener una postura adecuada y evitar molestias como dolores lumbares, contracturas u otros trastornos musculoesqueléticos.

Stephen Andrews 3l7csqgqmao Unsplash Foto | Stephen Andrews en Unsplash

La duración media de un colchón oscila entre los 7 y 10 años, dependiendo de su calidad y de los materiales con los que ha sido fabricado. Muchas personas no son conscientes de la importancia de cambiar el colchón con cierta periodicidad. Con el tiempo, un colchón acumula polvo, piel muerta, ácaros y sus excrementos, lo que puede representar hasta el 10 % de su peso total. Todo esto puede afectar tanto la higiene como la salud, especialmente a nivel respiratorio y postural.

En este sentido, los especialistas recomiendan sustituir el colchón, como norma general, cada 10 años. Cuando llega ese momento, es importante evitar los colchones de segunda mano. En este caso, el mercado de productos usados no es recomendable. Comprar un colchón ya utilizado durante varios años implica que probablemente solo le queden entre 2 y 5 años de vida útil, lo que obligaría a reemplazarlo mucho antes de lo esperado.

Los fisioterapeutas aconsejan tener en cuenta el plazo mencionado de 10 años, aunque este puede variar según el uso, el tipo de colchón y su mantenimiento. Algunas señales que indican que ha llegado la hora de cambiarlo son: hundimientos, ruidos, incomodidad al dormir o despertarse con dolores.

Motivos para cambiar el colchón

Haley Owens Vqlfo5of1t8 Unsplash Imagen | Haley Owens

Con el paso de los años, los componentes del colchón se desgastan, lo que repercute en su firmeza y soporte. Esta pérdida de estabilidad puede interferir en la calidad del sueño y contribuir a molestias físicas como dolores en la espalda, mala alineación corporal o sensación de cansancio. A esto se suma que, en muchas ocasiones, las alteraciones estructurales no son evidentes a simple vista, lo que complica una valoración objetiva de su estado real.

No hay que descuidar la higiene. Con el uso continuo, los colchones tienden a albergar ácaros, microorganismos, moho, polvo y restos de piel. Aunque su apariencia exterior sea impecable, resulta casi imposible determinar si ha sido higienizado de forma adecuada. Estos elementos pueden originar reacciones alérgicas, trastornos respiratorios e irritaciones cutáneas. Además, ciertos parásitos pueden ocasionar picaduras e incluso extenderse al resto de la vivienda. A diferencia de las sábanas o las fundas de almohada, un colchón no puede lavarse completamente, lo que lo convierte en un posible reservorio de gérmenes, moho y olores desagradables derivados del sudor, la transpiración y otros fluidos corporales.

No cambiar a tiempo puede tener consecuencias

Dlx Mattress Flh0i0zlqiw Unsplash Imagen | DLXMattress

Hay que tener en cuenta todo lo que hemos dicho para renovar el colchón, cuando llegue el momento adecuado, y es que de no hacerlo, puede terminar interfiriendo en nuestra salud.

En este sentido si un colchón pierde su firmeza, puede afectar a las articulaciones y en especial a la columna vertebral, que se deformará para adaptarse a la forma del colchón. Esto quizás pueda poner un poco más de tensión en ciertas zonas, generando problemas para dormir.

Un colchón viejo puede estar plagado de "bichos" y eso afecta a nuestra salud, máxime si tienes alguna alergia en cuyo caso las probabilidades de que empeore aumenta. Además, los ácaros son agentes productores de infecciones en la piel cuando se meten por las heridas abiertas.

Por último, un colchón nuevo y en buen estado ayudará a tener un sueño reparador y te permitirá dormir mejor. Menos movimiento durante sueños, mayor descanso.

Cómo alargar la vida útil del colchón

Antonio Caverzan D1yruv0kudw Unsplash Imagen | Antonio Caverzan

Además, es fundamental mantener el colchón en buen estado durante su vida útil. Para alargar la vida del colchón y mantener su higiene, es recomendable girarlo cada tres meses, evitando así el desgaste localizado y distribuyendo mejor el uso. También es importante aspirarlo con regularidad para eliminar ácaros, piel muerta y otros residuos que se acumulan con el tiempo.

Una opción muy práctica es optar por colchones con una capa superior desmontable. Este tipo de diseño permite reemplazar solo la primera capa cada cierto tiempo, lo que ayuda a conservar la firmeza original y mejora significativamente la higiene, al eliminar gran parte de los agentes acumulados en la superficie.

Cómo elegir el modelo correcto

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A la hora de elegir un colchón, los fisioterapeutas suelen tener claro unos consejos básicos y fijarse en una serie de aspectos como por ejemplo el tipo de colchón: existen opciones como los de muelles, viscoelásticos o de látex, cada uno con propiedades distintas que pueden adaptarse mejor según las necesidades individuales.

Otro factor clave es el nivel de firmeza, ya que un colchón excesivamente blando podría no ofrecer el soporte necesario para la espalda, mientras que uno demasiado rígido puede resultar incómodo.

Además, el peso corporal también influye en la elección, pues quienes tienen mayor peso suelen requerir una base más firme para lograr una correcta alineación postural.

Por último, no se debe pasar por alto la percepción personal del confort, ya que la sensación de comodidad y el tipo de soporte preferido varía de una persona a otra.

Foto de portada | Marc Zeman en Unsplash


En Xataka SmartHome | Limpiar el colchón es básico para que dure más y prevenir enfermedades. Este es el truco para conseguirlo

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La noticia Los fisioterapeutas advierten: estas son las consecuencias de no cambiar el colchón a tiempo y cada cuánto debe hacerse fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Jose Antonio Carmona .