Así ven afectada su salud los astronautas varados nueve meses en el espacio: deterioro cognitivo, pérdida de visión...

Ambos astronautas se recuperan en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston.

Mar 22, 2025 - 14:22
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Así ven afectada su salud los astronautas varados nueve meses en el espacio: deterioro cognitivo, pérdida de visión...

El pasado martes, los astronautas Butch Wilmore y Suni Williams fueron rescatados tras haber pasado nueve meses varados en la Estación Espacial Internacional (EEI). Aunque lo peor ya ha pasado, ahora se enfrentan al reto de la recuperación física tras 286 días en el espacio.

Los astronautas se están sometiendo a varios días de controles médicos intensivos en el Centro Espacial Johnson de la NASA en Houston, pero los expertos en salud ya han notado signos de deterioro físico.

Pérdida de visión

Uno de los problemas a los que se enfrentan es el síndrome neuroocular asociado a los vuelos espaciales (SANS). Con el tiempo, la microgravedad provoca cambios en la forma del ojo, incluida la hinchazón del nervio óptico, el aplanamiento de la parte posterior del ojo y el desarrollo de pliegues en la retina.

El SANS provoca visión borrosa o confusa en aproximadamente el 70% de todos los astronautas que van al espacio. Los estudios han demostrado que los ojos de los astronautas generalmente vuelven a la normalidad una vez que regresan a la Tierra, pero la NASA advierte que algunos efectos son permanentes.

La agencia también advierte que cuanto más tiempo permanezcan los astronautas en el espacio mayor será el riesgo de sufrir daños en la visión, lo cual es el caso de Williams y Wilmore.

Deterioro cognitivo

Asimismo, los cambios de presión en el cerebro, junto con el estrés y la falta de sueño, se han relacionado con el deterioro cognitivo en algunos astronautas. Los estudios han demostrado que los astronautas procesan algunas tareas significativamente más lentamente mientras están en el espacio que en la Tierra.

Las investigaciones también han demostrado que los astronautas tienen una memoria de trabajo y una atención deterioradas, además de una conducta de riesgo alterada.

Musculatura debilitada

A nivel motor, los mayores riesgos asociados a un tiempo prolongado en el espacio provienen de la exposición a la microgravedad. Lejos de la atracción de la gravedad de la Tierra, los músculos de los astronautas comienzan a debilitarse por falta de trabajo.

Con el tiempo, esto conduce a una atrofia muscular que deja a los astronautas en un estado muy frágil al regresar a la Tierra. Para combatir los efectos de vivir en baja gravedad, los astronautas hacen ejercicio al menos dos horas al día en la EEI.

Los astronautas que pasan largos períodos de tiempo en baja gravedad pierden musculatura y pierden densidad ósea. El cuerpo humano necesita la atracción gravitatoria de la Tierra y, en ausencia de ella, muchas cosas no funcionan correctamente. Las investigaciones han demostrado que un astronauta de entre 30 y 50 años que pasa seis meses en el espacio pierde aproximadamente la mitad de su fuerza.

Pérdida de peso

Además, el impacto de la microgravedad se ve agravado por el hecho de que los astronautas a menudo tienen dificultades para mantener su peso en el espacio. Las náuseas frecuentes y la pérdida del olfato y del gusto debido a la presión en los senos paranasales hacen que los astronautas pierdan el apetito.

Acumulación de líquido

Otro problema: dado que el cuerpo está compuesto en un 70% de agua, este fluido tiende a desplazarse drásticamente cuando hay baja gravedad. La NASA afirma que más de 5,6 litros de líquido pueden migrar hacia arriba a través del cuerpo, tal como si estuviéramos colgados boca abajo.

En algunos casos, esto conduce a un problema que la NASA llama 'síndrome de la cara hinchada', que causa una hinchazón grave de los tejidos de la cabeza.

Al mismo tiempo, el líquido que sale de la parte inferior del cuerpo produce lo que la NASA llama 'patas de pollo' y 'pies de bebé'. Se trata de una afección en la que las piernas se ven inusualmente pequeñas y debilitadas.

Radiación

Williams y Wilmore también habrán estado expuestos a niveles extremos de radiación espacial durante su prolongada misión en la EEI. En sólo una semana, los astronautas están expuestos al equivalente a un año de exposición en la Tierra.

Salud cardiovascular

Además, no solo se ven afectados sus músculos y huesos. La baja gravedad también afecta a su salud cardiovascular. Esto se debe a que la sangre y otros fluidos corporales se desplazan hacia la cabeza, lo que significa que el sistema cardiovascular no tiene que trabajar tanto para mantener el flujo sanguíneo al cerebro.

Esto puede provocar una reducción del volumen sanguíneo y una reducción del funcionamiento del corazón y de los vasos sanguíneos, según la NASA.

Problemas en la piel

Por último, la piel se ve también afectada: un equipo de investigadores descubrió que la epidermis de los astronautas se vuelve más delgada casi un 20% en el espacio, quizás debido a la baja gravedad, que puede desregular la capacidad de la piel para crecer y repararse.

Otro estudio encontró que las erupciones en la piel son el síntoma clínico reportado con mayor frecuencia durante las misiones de seis meses a la EEI, ocurriendo un 25% más frecuentemente que en la población general en la Tierra.

Estas erupciones pueden deberse a irritantes o alérgenos presentes en la estación espacial y al efecto debilitador que la baja gravedad tiene sobre el sistema inmunitario. Según la NASA, las lesiones cutáneas también tardan más en sanar en el espacio.