Estás avisado, no veas la nueva temporada de Black Mirror empezando por el primer episodio

Si estabas esperando al fin de semana para ver la nueva temporada de Black Mirror en Netflix, compartimos contigo un aviso: no la veas comenzando desde el primer episodio. Te vamos a explicar los motivos y luego ya tendrás tiempo de agradecérnoslo. Una vez más, la serie llega con la intención de ofrecer entretenimiento y provocar dolores de cabeza a partes iguales.

Black Mirror es una serie que no deja indiferente a nadie. Juega con la comodidad de ser antologías con historias que empiezan y acaban en cada episodio, lo que le permite disponer de una flexibilidad enorme. A los espectadores les encantan los contrastes de cada capítulo y la forma loca en la que se representa el futuro en muchos de ellos. Y, por otro lado, Black Mirror, habitualmente, tiene sorpresas para los espectadores. En este caso, como te decimos en el título, te recomendamos que no empieces por el primer capítulo de la temporada.

¡Detente Netflix!

Cuando selecciones la séptima temporada de Black Mirror, Netflix empezará a reproducirla desde el primer episodio. Es lo lógico. La cuestión es que, nosotros, te vamos a recomendar que no comiences desde ese capítulo. Primero de todo, recuerda que en Black Mirror el orden de los episodios da igual. Como decimos, son historias independientes. Por ello, sobre el papel, debería no importar si comienzas con un capítulo u otro. La cuestión es que, quien haya tomado la decisión de elegir el orden de los episodios, lo ha hecho con una mala baba importante.

Pero pasemos a explicarlo. Eso sí, ten en cuenta que hay spoilers del primer episodio. No te lo contamos todo, pero sí algún detallito para que puedas entender el motivo por el cual no te recomendamos comenzar por el primer capítulo.

Dicho esto, el primer episodio se titula Una pareja cualquiera y cuenta cómo la vida de una pareja da un giro radical. Todo parecía ir bien en sus vidas, pero Amanda, que trabaja como profesora, se desmaya en clase. Poco después descubre que tiene una durísima enfermedad. En ese momento entra en escena una representante de la empresa Rivermind. De forma curiosa, porque en el futuro de este mundo de Black Mirror no es algo extraño, esta empresa puede curar a la mujer. Eso sí, tiene un coste. Como si en este futuro hubiera desaparecido la sanidad pública de nuestro país (para los americanos esto es más terrorífico a la vista de que allí no disfrutan de este servicio), la pareja tendrá que afrontar el pago mensual de 300 dólares para que la mujer pueda vivir normalmente.

A cambio de estos 300 dólares, el cerebro de Amanda recibe la instalación de Rivermind, el servicio que le permite ser ella misma. El problema es que la estabilidad dura poco, puesto que el servicio no tarda en introducir cambios que empeoran su experiencia de vida. Por ejemplo, en un momento dado empezará a lanzar publicidad como si fuera… Netflix con anuncios. Además, la empresa hará que paguen más dinero pasándose a Rivermind+ si quieren liberarse de la publicidad.

Se trata de una crítica mordaz y de un contexto que resulta preocupante de una manera exagerada. Porque ya estamos viendo cómo cambia y avanza todo en el mundo del streaming. ¿Pero y si esa filosofía también acabase llegando a la salud? ¿Y si un día la sanidad pública desaparece y tenemos que depender de servicios de medicina mensuales que cada vez nos lo pongan más difícil para poder curar nuestras enfermedades? Y, para meter más el dedo en la llaga, los guionistas de Black Mirror titulan el capítulo “Una pareja cualquiera”. Es decir, que te podría pasar a ti. Eso provoca que, al finalizar el capítulo, se nos haya quedado una sensación bastante desagradable en el cuerpo. Y el problema es que venimos de estar esperando con ganas la vuelta de Black Mirror para que, ya el primer episodio, sea un impacto entre ceja y ceja que te deja bastante tocado. Eso, al final, afecta al resto del visionado.

¿En qué orden ver los capítulos?

Por todo lo que te hemos dicho, es recomendable que selecciones otro episodio y que dejes ese para un momento no determinado en el visionado de la temporada. O, si te sientes capaz para una dosis de futuro-realidad con un toque bastante pesimista, siempre puedes comenzar por Una pareja cualquiera. Si nos preguntas, nosotros empezaríamos a ver la temporada en el cuarto episodio, el que se titula Juego. Se trata de la secuela de Bandersnatch, la película interactiva que sigue disponible en Netflix y que fue un boom en su momento. Después de este capítulo, no sería mala idea optar por el toque de romance de Hotel Reverie y después introducir sorpresas con la historia de Bête Noire, la cual está trufada de muchos giros inesperados que harán que estés en tensión en todo momento.

El resto de los episodios los puedes disfrutar como quieras. Quizá ahora podrías ver Una pareja cualquiera y luego continuar con Apología, que también tiene sus momentos a flor de piel, pero proporcionando unas emociones muy distintas. En lo que sí coincidimos con Netflix es en dejar el capítulo USS Callister: Infinito para el final. Esta es la secuela de USS Callister, un capítulo de la cuarta temporada, y por su tono viene muy bien para servir de broche final.

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