¿Qué mantenimiento necesita una casa prefabricada?

Las casas prefabricadas despiertan el interés de cada vez más personas, pero también surgen algunos interrogantes entre los potenciales compradores. Uno de ellos es lo relacionado con el mantenimiento que debemos tener en cuenta para asegurar su durabilidad. Te lo contamos.

Las casas prefabricadas se han convertido en una alternativa cada vez más popular frente a la vivienda tradicional. La falta de oferta que existe en muchas ciudades se une a la constante escalada de precios que siempre caracteriza a este mercado ha provocado que las familias estén cada vez más interesadas en buscar todo tipo de alternativas.

Una de las dudas más habituales que surgen cuando valoramos la compra de este tipo de inmuebles tiene que ver con el mantenimiento. Al contrario de lo que ocurre con los edificios tradicionales, las viviendas prefabricadas tienen como aspecto positivo el hecho de que las tareas de mantenimiento las puede realizar uno mismo, por lo que alargar la vida útil es todavía más sencillo. Pero, ¿qué debemos tener en cuenta?

Por qué el mantenimiento es importante y con qué frecuencia se debe realizar

Lo primero que debemos tener en cuenta es que un buen mantenimiento es fundamental para que nuestra casa prefabricada tenga la máxima durabilidad posible. Una de las particularidades que tienen este tipo de casas, es que somos nosotros los que podemos escoger entre una gran cantidad de materiales de construcción, por lo que tanto el tipo de mantenimiento como la frecuencia del mismo dependerá en gran medida de nuestra elección.

En el caso de las casas de madera, por ejemplo, el mantenimiento que requieren es más exhaustivo que en las de hormigón, un aspecto a tener en cuenta. Lo ideal es que llevemos a cabo las tareas de limpieza interior con normalidad, como en cualquier otra casa, pero que programemos limpiezas más en profundidad sobre la fachada cada año. De este modo, lograremos que las pinturas y los barnices se encuentren siempre en el mejor estado posible.

En función de sus materiales de construcción

Como ya hemos mencionado, realizar el mantenimiento adecuado dependerá en gran medida de los materiales con los que se ha llevado a cabo la construcción. Vamos a explicarte cómo realizarlo en las casas de madera, de hormigón y de acero, que son los tipos más comunes.

• Para las casas de madera, debes tener en cuenta que son el tipo de construcción que necesita un mayor mantenimiento. Es importante revisar con una cierta frecuencia la parte externa de la casa, que es la más expuesta a los efectos del clima y a los posibles efectos adversos. Si vives en una zona con mucho sol o con cambios bruscos de temperatura, te recomendamos que además de llevar a cabo una limpieza frecuente, también realices trabajos de barnizado cada uno o dos años.
• Las casas de hormigón no requieren ningún tipo de mantenimiento especial. Comprueba el exterior de la fachada cada cierto tiempo y cuando notes que hay alguna señal que indica que algo no está funcionando bien, ponte en contacto con la empresa que la ha fabricado, puesto que te indicarán como proceder. Las tareas de limpieza debes realizarla con la misma frecuencia que limpiarías una casa tradicional.
• En el caso de las viviendas de acero, el mantenimiento es bastante similar a las de hormigón. La única excepción es que si la vivienda ha estado en contacto directo con bastante lluvia o con mucha humedad, sí que debes realizar un examen que te confirme que no hay problemas de aluminosis o de corrosión que puedan comprometer su vida útil.

Como hemos podido comprobar, si uno de tus miedos es el mantenimiento, no hay motivos para preocuparte. A excepción de la madera, que sí que requieren de una mayor atención, si optamos por una casa de acero o de hormigón podremos estar tranquilos siempre y cuando realicemos unas tareas mínimas de supervisión.

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