Recalentar la pizza en casa para que quede deliciosa tiene truco: así puedes hacerlo
Tanto si casera como precocinada o pedida a domicilio, la pizza puede seguir siendo una comida excelente uno o varios días más tarde, siempre que esté bien conservada y sepamos cómo "devolverla a la vida" con nuestros electrodomésticos. Y es este último punto precisamente la clave del asunto, ya que si has intentado recalentar una pizza días después de haberla guardado en el frigorífico o congelador y no lo has hecho correctamente lo más probable es que te haya quedado con textura "chiclosa" o correosa, perdiendo sabor y haciendo que ya no sea tan apetecible. ¿Qué podemos hacer? En Xataka Smart Home Qué hay que mirar para comprar un horno y asegurarnos de que tenga las tecnologías de los próximos años Cómo recalentar la pizza en casa El horno funciona muy bien para recalentar la pizza, aunque puede ser un gasto energético excesivo ponerlo en marcha solo para esta misión. Lo ideal es aprovechar para usarlo después (o antes) con otra receta, aunque es una buena opción si hemos refrigerado o congelado una pizza completa. Solo hay que introducir las porciones en el horno precalentado a 220-250º C, unos pocos minutos, hasta que el queso se empiece a derretir o la base empiece a tostarse ligeramente. Las pizzas completas necesitarán más tiempo, y si están congeladas conviene descongelarlas primero. Una porción congelada se puede hornear directamente. Si nuestro modelo cuenta con gratinador o grill podemos activarlo para que dé un mejor aspecto y acabado al queso de la pizza. Solo hay que precalentar primero una bandeja de hornear de buena calidad en el nivel alto del horno, colocamos las porciones con cuidado de no quemarnos y las dejamos bajo el gratinador unos pocos minutos, vigilándolas bien, hasta que estén al gusto. Imagen: Norma Mortenson ¿Y si usamos el microondas? Es la opción más fácil y rápida, pero no suele ser la que da mejor resultado, salvo que no te importe comer una masa algo húmeda. Si aún así quieres probarlo, procura no recalentar muchas porciones a la vez, ponla en sobre una hoja de papel de cocina que absorba la humedad y utiliza el equipo a media o baja potencia. Si el microondas tiene grill o algún accesorio especial para esta misión convendrá usarlo. La sartén de toda la vida, para los más cocinillas. Los mejores resultados se obtienen con sartenes de hierro fundido tipo skillet o inoxidable de fondo grueso, aunque servirá la que tengamos en casa. Simplemente colocamos la pizza en la sartén fría, la ponemos al fuego con la tapa y a potencia muy baja. Dejamos calentar suavemente sin destapar unos ocho minutos y vamos comprobando que la base está crujiente sin quemarse y los ingredientes de arriba se han calentado también. Si preferimos que se fundan un poco más, volvemos a tapar y deja calentar unos dos o tres minutos más. Otra opción mixta pasa por usar tanto el microondas como la sartén. Así, comenzamos dando un toque en el microondas de unos 30 segundos para que la cobertura no esté fría y mientras vamos calentando una sartén con tres gotas de aceite para que esté muy caliente. Al sacar del microondas la porción la ponemos en la sartén durante tres minutos y así la base volverá a estar crujiente. Imagen portada | PxHere Vía | Directo al Paladar En Xataka Smart Home | Lidl tiene el invento ideal para quienes aman la pizza: sentirás que estás en Nápoles sin moverte de casa - La noticia Recalentar la pizza en casa para que quede deliciosa tiene truco: así puedes hacerlo fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .

Tanto si casera como precocinada o pedida a domicilio, la pizza puede seguir siendo una comida excelente uno o varios días más tarde, siempre que esté bien conservada y sepamos cómo "devolverla a la vida" con nuestros electrodomésticos.
Y es este último punto precisamente la clave del asunto, ya que si has intentado recalentar una pizza días después de haberla guardado en el frigorífico o congelador y no lo has hecho correctamente lo más probable es que te haya quedado con textura "chiclosa" o correosa, perdiendo sabor y haciendo que ya no sea tan apetecible. ¿Qué podemos hacer?
Cómo recalentar la pizza en casa
El horno funciona muy bien para recalentar la pizza, aunque puede ser un gasto energético excesivo ponerlo en marcha solo para esta misión. Lo ideal es aprovechar para usarlo después (o antes) con otra receta, aunque es una buena opción si hemos refrigerado o congelado una pizza completa.
Solo hay que introducir las porciones en el horno precalentado a 220-250º C, unos pocos minutos, hasta que el queso se empiece a derretir o la base empiece a tostarse ligeramente. Las pizzas completas necesitarán más tiempo, y si están congeladas conviene descongelarlas primero. Una porción congelada se puede hornear directamente.
Si nuestro modelo cuenta con gratinador o grill podemos activarlo para que dé un mejor aspecto y acabado al queso de la pizza. Solo hay que precalentar primero una bandeja de hornear de buena calidad en el nivel alto del horno, colocamos las porciones con cuidado de no quemarnos y las dejamos bajo el gratinador unos pocos minutos, vigilándolas bien, hasta que estén al gusto.
¿Y si usamos el microondas? Es la opción más fácil y rápida, pero no suele ser la que da mejor resultado, salvo que no te importe comer una masa algo húmeda. Si aún así quieres probarlo, procura no recalentar muchas porciones a la vez, ponla en sobre una hoja de papel de cocina que absorba la humedad y utiliza el equipo a media o baja potencia. Si el microondas tiene grill o algún accesorio especial para esta misión convendrá usarlo.
La sartén de toda la vida, para los más cocinillas. Los mejores resultados se obtienen con sartenes de hierro fundido tipo skillet o inoxidable de fondo grueso, aunque servirá la que tengamos en casa. Simplemente colocamos la pizza en la sartén fría, la ponemos al fuego con la tapa y a potencia muy baja.
Dejamos calentar suavemente sin destapar unos ocho minutos y vamos comprobando que la base está crujiente sin quemarse y los ingredientes de arriba se han calentado también. Si preferimos que se fundan un poco más, volvemos a tapar y deja calentar unos dos o tres minutos más.
Otra opción mixta pasa por usar tanto el microondas como la sartén. Así, comenzamos dando un toque en el microondas de unos 30 segundos para que la cobertura no esté fría y mientras vamos calentando una sartén con tres gotas de aceite para que esté muy caliente.
Al sacar del microondas la porción la ponemos en la sartén durante tres minutos y así la base volverá a estar crujiente.
Imagen portada | PxHere
Vía | Directo al Paladar
En Xataka Smart Home | Lidl tiene el invento ideal para quienes aman la pizza: sentirás que estás en Nápoles sin moverte de casa
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Recalentar la pizza en casa para que quede deliciosa tiene truco: así puedes hacerlo
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Paco Rodríguez
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