Acaban de encontrar un planeta que podría albergar vida, pero los expertos están preocupados
La búsqueda de vida fuera de la Tierra acaba de dar un paso importante, y esta vez va en serio. Un exoplaneta a 120 años luz de nosotros está dando mucho que hablar entre los científicos. Y no es para menos: el telescopio James Webb ha detectado compuestos químicos en K2-18b que podrían estar relacionados con formas de vida. Aunque, como siempre pasa con estos temas, hay tanto motivos para la ilusión como para el escepticismo.Según The Conversation, el equipo de Nikku Madhusudhan de la Universidad de Cambridge ha encontrado dimetil sulfuro (DMS) en la atmósfera de K2-18b durante observaciones de abril de 2024 y 2025. Este compuesto, que en la Tierra producen sobre todo las algas marinas, podría ser una señal de vida si se confirma que no tiene un origen puramente geológico.Un mundo extraño entre océano y gas que rompe esquemasVamos a poner las cosas en contexto. K2-18b no se parece en nada a la Tierra. Es ocho veces más masivo que nuestro planeta y 18 veces más voluminoso. Su densidad es aproximadamente la mitad que la terrestre, lo que apunta a que podría tener enormes cantidades de agua o una atmósfera gigantesca de hidrógeno.Los científicos aún no se ponen de acuerdo sobre qué tipo de planeta es exactamente. ¿Un mini-Neptuno? ¿Un enano gaseoso? ¿O tal vez uno de esos mundos hiceanos, que una astrónoma propone como ideales para buscar vida microbiana, de los que tanto se habla últimamente? Estos últimos son un concepto fascinante: planetas cubiertos por un océano global bajo una atmósfera de hidrógeno, que podrían albergar vida en condiciones totalmente diferentes a las que conocemos.Para detectar el DMS, los investigadores no lo tuvieron fácil. Analizaron la luz de la estrella cuando pasaba a través de la atmósfera del planeta. En 2023 captaron una señal débil, y en la segunda observación la confirmaron con mayor intensidad usando otra cámara del telescopio. Es un método ingenioso, pero con sus limitaciones.A pesar de lo prometedor que suena todo esto, los expertos no están lanzando las campanas al vuelo. Y es que buscar vida extraterrestre no es precisamente coser y cantar. Nadie sabe con certeza si hay océanos líquidos bajo esa atmósfera, las señales de DMS son bastante débiles, y existe la posibilidad de que se produzca por algún proceso no biológico que desconocemos.Lo interesante del asunto es que K2-18b orbita una enana roja, que son las estrellas más comunes que hay por ahí fuera. Esto no es un detalle menor: si resulta que encontramos vida ahí, podríamos estar ante un cambio de paradigma. Y es que los científicos creen que habría vida en la mayoría de estrellas del universo, algo que daría un vuelco a todo lo que pensábamos hasta ahora.¿Y ahora qué? El James Webb seguirá observando K2-18b para ver si las señales de DMS se mantienen estables. También se están desarrollando nuevas teorías para entender mejor cómo funcionaría la vida en condiciones extremas, algo fundamental para interpretar lo que estamos viendo.Está claro que aún no podemos dar saltos de alegría, pero tampoco hay que quitarle mérito al hallazgo. El James Webb nos está dejando ver cosas que antes ni soñábamos detectar, y este planeta podría ser solo el primero de muchos con señales interesantes. Eso sí, toca armarse de paciencia: la confirmación definitiva de vida extraterrestre sigue siendo el santo grial de la astronomía y no la conseguiremos de la noche a la mañana, por mucho que nos emocione la idea.El artículo Acaban de encontrar un planeta que podría albergar vida, pero los expertos están preocupados fue publicado originalmente en Andro4all.

La búsqueda de vida fuera de la Tierra acaba de dar un paso importante, y esta vez va en serio. Un exoplaneta a 120 años luz de nosotros está dando mucho que hablar entre los científicos. Y no es para menos: el telescopio James Webb ha detectado compuestos químicos en K2-18b que podrían estar relacionados con formas de vida. Aunque, como siempre pasa con estos temas, hay tanto motivos para la ilusión como para el escepticismo.
Según The Conversation, el equipo de Nikku Madhusudhan de la Universidad de Cambridge ha encontrado dimetil sulfuro (DMS) en la atmósfera de K2-18b durante observaciones de abril de 2024 y 2025. Este compuesto, que en la Tierra producen sobre todo las algas marinas, podría ser una señal de vida si se confirma que no tiene un origen puramente geológico.
Un mundo extraño entre océano y gas que rompe esquemas
Vamos a poner las cosas en contexto. K2-18b no se parece en nada a la Tierra. Es ocho veces más masivo que nuestro planeta y 18 veces más voluminoso. Su densidad es aproximadamente la mitad que la terrestre, lo que apunta a que podría tener enormes cantidades de agua o una atmósfera gigantesca de hidrógeno.
Los científicos aún no se ponen de acuerdo sobre qué tipo de planeta es exactamente. ¿Un mini-Neptuno? ¿Un enano gaseoso? ¿O tal vez uno de esos mundos hiceanos, que una astrónoma propone como ideales para buscar vida microbiana, de los que tanto se habla últimamente? Estos últimos son un concepto fascinante: planetas cubiertos por un océano global bajo una atmósfera de hidrógeno, que podrían albergar vida en condiciones totalmente diferentes a las que conocemos.
Para detectar el DMS, los investigadores no lo tuvieron fácil. Analizaron la luz de la estrella cuando pasaba a través de la atmósfera del planeta. En 2023 captaron una señal débil, y en la segunda observación la confirmaron con mayor intensidad usando otra cámara del telescopio. Es un método ingenioso, pero con sus limitaciones.
A pesar de lo prometedor que suena todo esto, los expertos no están lanzando las campanas al vuelo. Y es que buscar vida extraterrestre no es precisamente coser y cantar. Nadie sabe con certeza si hay océanos líquidos bajo esa atmósfera, las señales de DMS son bastante débiles, y existe la posibilidad de que se produzca por algún proceso no biológico que desconocemos.
Lo interesante del asunto es que K2-18b orbita una enana roja, que son las estrellas más comunes que hay por ahí fuera. Esto no es un detalle menor: si resulta que encontramos vida ahí, podríamos estar ante un cambio de paradigma. Y es que los científicos creen que habría vida en la mayoría de estrellas del universo, algo que daría un vuelco a todo lo que pensábamos hasta ahora.
¿Y ahora qué? El James Webb seguirá observando K2-18b para ver si las señales de DMS se mantienen estables. También se están desarrollando nuevas teorías para entender mejor cómo funcionaría la vida en condiciones extremas, algo fundamental para interpretar lo que estamos viendo.
Está claro que aún no podemos dar saltos de alegría, pero tampoco hay que quitarle mérito al hallazgo. El James Webb nos está dejando ver cosas que antes ni soñábamos detectar, y este planeta podría ser solo el primero de muchos con señales interesantes. Eso sí, toca armarse de paciencia: la confirmación definitiva de vida extraterrestre sigue siendo el santo grial de la astronomía y no la conseguiremos de la noche a la mañana, por mucho que nos emocione la idea.
El artículo Acaban de encontrar un planeta que podría albergar vida, pero los expertos están preocupados fue publicado originalmente en Andro4all.