Apple quiere ofrecer internet satelital como Starlink

¿Competirá Apple con Starlink? Descubre el pasado, presente y futuro del internet satelital de Apple y su fallido Proyecto Eagle.

May 31, 2025 - 08:50
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Apple quiere ofrecer internet satelital como Starlink

Apple lleva años explorando la posibilidad de entrar en el negocio del internet satelital, una tecnología revolucionaria que permite acceder a la red en cualquier lugar, incluso en zonas remotas sin infraestructuras tradicionales. Aunque la compañía de Cupertino ha avanzado en funciones de comunicación satelital en el iPhone, su ambición de competir directamente con Starlink ha enfrentado numerosos obstáculos y dudas internas.

Los rumores sobre los intentos de Apple de crear su propia “Starlink” se han intensificado con recientes filtraciones y reportajes. Si bien la firma de la manzana ha realizado inversiones millonarias y contactos con los grandes actores del sector, el salto definitivo nunca ha llegado a producirse. Esta iniciativa, marcada por proyectos audaces y alianzas fallidas, refleja las tensiones entre la innovación tecnológica y las realidades del mercado de las telecomunicaciones.

El ambicioso Proyecto Eagle: el Starlink de Apple que nunca vio la luz

Todo comenzó en 2015, cuando Apple unió fuerzas con Boeing para desarrollar el Proyecto Eagle, una propuesta que buscaba lanzar miles de satélites a la órbita terrestre para ofrecer internet inalámbrico de alta velocidad tanto a los usuarios de iPhone como a hogares completos. El plan incluía antenas compactas que se instalarían en las ventanas, permitiendo distribuir la conexión en toda la vivienda y reducir la dependencia de las operadoras móviles, consideradas internamente por Apple como «socios necesarios pero incómodos».

La compañía llegó a invertir 36 millones de dólares en pruebas en California, y el despliegue general estaba previsto para 2019. Sin embargo, la iniciativa se topó con dos grandes escollos: los altos costes de desarrollo (con estimaciones que llegaban a los 40.000 millones de dólares) y el temor a dañar las relaciones con los operadores de telefonía, que representan un canal de ventas esencial para Apple. Ante la falta de un modelo de negocio claro y los riesgos regulatorios, Tim Cook decidió cancelar el proyecto en 2016 y varios directivos implicados abandonaron la empresa.

Intentos de resucitar la idea y alianzas frustradas

Pese al cierre del Proyecto Eagle, Apple no perdió del todo el interés en el internet satelital. En 2018, la empresa buscó alternativas, explorando posibles colaboraciones con compañías especializadas como OneWeb. Sin embargo, los costes y las dudas persistieron, impidiendo que la propuesta avanzase.

Mientras tanto, el sector evolucionaba rápidamente. Starlink, la red de satélites de SpaceX dirigida por Elon Musk, comenzaba a posicionarse como líder global, prestando servicios ya no solo en hogares sino también en dispositivos móviles, gracias a alianzas con grandes operadores como T-Mobile.

Elon Musk y el ultimátum a Apple: oferta rechazada y alternativas limitadas

En 2022, coincidiendo con el lanzamiento del iPhone 14, Elon Musk ofreció a Apple un acuerdo de acceso exclusivo a la red de Starlink. La propuesta consistía en pagar 5.000 millones de dólares por 18 meses de exclusividad y 1.000 millones anuales después, bajo la amenaza de que SpaceX lanzaría un servicio propio para los iPhone si no aceptaban en 72 horas. Apple, fiel a su política de control y privacidad, declinó la oferta y prefirió sellar un acuerdo más modesto con Globalstar, una empresa mucho más pequeña y sin el alcance global de Starlink.

Como consecuencia, la conectividad satelital en los iPhone sigue limitada a funciones de emergencia (“SOS vía satélite”), mientras que Starlink ha dado pasos de gigante permitiendo llamadas, mensajes y navegación web desde lugares sin cobertura terrestre. Los usuarios de T-Mobile, por ejemplo, ya pueden aprovechar la infraestructura de Starlink en ciertas regiones, mientras que los usuarios de Apple dependen de una función restringida y gratuita por ahora, cuyo futuro está en entredicho dentro de la propia compañía.