Aumentan los precios de los juegos: ¿Y ahora qué?
Bienvenidos a 2025, donde los principales editores están ajustando los precios al alza –de nuevo–, y donde…
Bienvenidos a 2025, donde los principales editores están ajustando los precios al alza –de nuevo–, y donde la industria ha decidido que 80 € es la tarifa de entrada para los títulos de gran éxito. Todo eso antes de las ediciones de lujo, los battle passes o las orejas de gato obligatorias para tu personaje.
Entonces, sí, los precios de los juegos están aumentando. Y si has visto las últimas actualizaciones de Xbox o estabas furioso por los precios de Mario Kart: World, ya sabrás que la tendencia no se está frenando. La pregunta es: ¿y ahora qué?
Un resumen rápido: La escalada de precios es real
Nintendo ha confirmado que algunos títulos de Nintendo Switch 2 se venderán a 80$ en Estados Unidos (90€ al cambio en territorio europeo), una primicia para la compañía que tradicionalmente ha mantenido las cosas un poco más relajadas, al menos para los juegos first-party. Mientras tanto, Xbox ha anunciado que sus títulos estrella también se unen al club, y se espera que para finales de 2025 sus títulos first party suban también a esa cifra.
La lógica es sencilla: los costes de desarrollo están por las nubes, los equipos son más numerosos, los juegos más grandes, y los editores más codiciosos. Especialmente esto último, ya que lo que no quieren dejar de ganar son esos márgenes de beneficios monstruosos que llevan obteniendo desde la pandemia.
La respuesta gamer: Boicotea (pero no de verdad), y sigue leyendo
Aunque a nadie le entusiasma la subida de precios, los jugadores experimentados se están adaptando: no gastando menos, sino gastando de forma más inteligente. Ahí es donde entran en escena los mercados digitales.
Plataformas como Eneba se han convertido en herramientas esenciales para los gamers que no tienen ganas de hipotecar su consola para comprar un solo lanzamiento AAA. Estos mercados ofrecen descuentos en claves de juegos, tarjetas regalo y recargas de divisas en las principales plataformas, a menudo con flexibilidad regional, promociones estacionales, ventas mensuales, e incluso ofertas de cashback que hacen que los escaparates a precio completo parezcan chistes de mal gusto.
Por qué los mercados digitales funcionan (y siguen funcionando)
La cuestión es la siguiente: la mayoría de los gamers no tratan de eludir el pago. Solo tratan de estirar su presupuesto sin sacrificar su hobby. Los mercados como Eneba ofrecen:
- Claves digitales legítimas para títulos nuevos y clásicos
- Tarjetas regalo de plataformas (ideales si tratas de precargar fondos o ceñirte a un presupuesto)
- Precios más bajos gracias a la competencia de los vendedores
- Entrega instantánea, porque nadie quiere esperar tres días para jugar al Elden Ring
Y sí, a veces puedes encontrar ese juego de 80 € por 54 €. Y eso, en esta economía, se siente como ganar la lotería y conseguir un skin raro al mismo tiempo.
Entonces, ¿90 € son la nueva normalidad?
Por desgracia, sí. Al menos para los AAA más importantes de Nintendo, y parece que de Xbox. A medida que mejore el hardware y se alarguen los ciclos de desarrollo, los editores seguirán poniendo precio a sus juegos como en eventos de prestigio. La Nintendo Switch 2 está a punto de debutar con juegos de alto nivel que superarán los 80 €.
Pero eso no significa que estés atrapado. Tanto si estás recargando una billetera electrónica, buscando ofertas en pedidos anticipados, o simplemente tratando de evitar pagar de más por las monedas del juego, los mercados digitales como Eneba son la solución perfecta para los gamers en un sector cada vez más caro.
Los precios suben, pero también aumentan las opciones
Claro, los juegos son cada vez más caros y empiezan a parecer un lujo. Pero los gamers también son más inteligentes. No tienes por qué comprar en la primera tienda digital sobrevalorada que aparezca. No cuando hay mercados digitales como Eneba que te ayudan a jugar como si aún estuviéramos en 2012, al menos desde el punto de vista económico.
Entonces, no, no podemos detener la subida de precios. Pero podemos ser más listos.
