El Eternauta en Netflix necesita esa segunda temporada ya anunciada
Después de que una nevada mortal afecte a millones de personas, Juan Salvo y un grupo de sobrevivientes luchan contra una amenaza controlada por una fuerza invisible. Pues vista la adaptación de El Eternauta de Netflix, menos mal que dicen «segunda temporada confirmada» al final del último capítulo. Porque si no quien no haya leído el cómic no sé si se habrá enterado de nada más allá de que hay unos extraterrestres chungos y tal cuando la historia es bastante más profunda. No tengo problemas con que hayan actualizado la ambientación de la serie. El original sitúa la acción en 1963 y entiendo que para adaptarse al público actual traerla a nuestros tiempos facilita las cosas; también que facilita todo a nivel de la cantidad de dinero necesario para filmarla porque no hay que gastarse mucho dinero en trasladar los escenarios a hace 60 años. Pero no tengo claro del todo que la forma en la que han decidido contarla sea la más adecuada. Si has leído el cómic probablemente puedes intuir qué es lo que está pasando con Juan, en especial por una frase que dice en el último capítulo de esta primera temporada que no pondré por aquello de no hacer espoileres. Pero si no, lo dudo mucho. Aunque hasta que veamos esa segunda temporada no sabremos si las cosas quedan satisfactoria y correctamente explicadas. Sin embargo si no has leído el cómic tras ver esta temporada te quedas con el viejo cliché de un padre que busca a su hija en medio de circunstancias muy chungas y de cómo la peña se busca la vida cuando esas cosas se ponen tan chungas, a menudo sacando lo peor de cada uno. Pero vamos, igual que le pasa a Tom Cruise en la adaptación de La guerra de los mundos que protagoniza, o tal y como hacen Rick Grimes y compañía en un mundo lleno de zombies. Tampoco están –o no las he sabido ver– las críticas políticas más o menos veladas a las dictaduras. Aunque sí han respetado otra de las ideas fundamentales del cómic, que es que nadie se salva solo, algo que de hecho mencionan en varias ocasiones. Así que sí, veré, e incluso esperaré con ansia la segunda y supongo y espero que última temporada para que no la estiren como un chicle, pero también con un cierto temor. Aunque sospecho que por el camino Netflix habrá perdido a parte de la potencial audiencia de la serie. # Enlace Permanente

Después de que una nevada mortal afecte a millones de personas, Juan Salvo y un grupo de sobrevivientes luchan contra una amenaza controlada por una fuerza invisible.
Pues vista la adaptación de El Eternauta de Netflix, menos mal que dicen «segunda temporada confirmada» al final del último capítulo. Porque si no quien no haya leído el cómic no sé si se habrá enterado de nada más allá de que hay unos extraterrestres chungos y tal cuando la historia es bastante más profunda.
No tengo problemas con que hayan actualizado la ambientación de la serie. El original sitúa la acción en 1963 y entiendo que para adaptarse al público actual traerla a nuestros tiempos facilita las cosas; también que facilita todo a nivel de la cantidad de dinero necesario para filmarla porque no hay que gastarse mucho dinero en trasladar los escenarios a hace 60 años.
Pero no tengo claro del todo que la forma en la que han decidido contarla sea la más adecuada. Si has leído el cómic probablemente puedes intuir qué es lo que está pasando con Juan, en especial por una frase que dice en el último capítulo de esta primera temporada que no pondré por aquello de no hacer espoileres. Pero si no, lo dudo mucho. Aunque hasta que veamos esa segunda temporada no sabremos si las cosas quedan satisfactoria y correctamente explicadas.
Sin embargo si no has leído el cómic tras ver esta temporada te quedas con el viejo cliché de un padre que busca a su hija en medio de circunstancias muy chungas y de cómo la peña se busca la vida cuando esas cosas se ponen tan chungas, a menudo sacando lo peor de cada uno. Pero vamos, igual que le pasa a Tom Cruise en la adaptación de La guerra de los mundos que protagoniza, o tal y como hacen Rick Grimes y compañía en un mundo lleno de zombies.
Tampoco están –o no las he sabido ver– las críticas políticas más o menos veladas a las dictaduras. Aunque sí han respetado otra de las ideas fundamentales del cómic, que es que nadie se salva solo, algo que de hecho mencionan en varias ocasiones.
Así que sí, veré, e incluso esperaré con ansia la segunda y supongo y espero que última temporada para que no la estiren como un chicle, pero también con un cierto temor. Aunque sospecho que por el camino Netflix habrá perdido a parte de la potencial audiencia de la serie.