La privacidad de WhatsApp puesta en duda por el juicio de los mensajes borrados del fiscal del Estado. Esto es lo que sabemos

En el juicio sobre revelación de secretos en el que está acusado el fiscal del estado, Álvaro García Ortiz, WhatsApp tiene una especial implicación: el fiscal borró todos los mensajes que podrían incriminarle, también formateó el teléfono. En principio no habría forma de recuperar la información, pero el juez cursó una rogatoria para que WhatsApp se la enviara de vuelta, también lo hizo con Google. Ambas empresas ya respondieron. Según la resolución del juez que instruye el caso, tal y como detalla El Mundo, el magistrado emitió una rogatoria a WhatsApp y otra a Google, ambas para obtener lo que Álvaro García eliminó de su teléfono. Según consta en la instrucción judicial, el fiscal borró mensajes de su cuenta de WhatsApp y de Gmail, borró esta última cuenta y formateó su teléfono. Para esclarecer lo que ocurrió, el juez solicitó a Google y a WhatsApp que le enviaran los datos eliminados y las copias de seguridad, una rogatoria que ya fue satisfecha. Y la duda es: ¿qué información le habrá remitido WhatsApp y por qué es importante para el caso? El principal obstáculo: WhatsApp no puede acceder a los mensajes enviados Cuando enviamos un mensaje de WhatsApp a otra persona, entre los dos teléfonos se establece una conexión cifrada con claves que solo conocen los participantes en la conversación. Estos mensajes están ocultos para WhatsApp y no puede leerlos, tampoco los almacena en sus servidores cuando están entregados. Eso sí, hay un elemento que sí se guarda: los metadatos de las conversaciones. En Xataka Qué son los metadatos de un archivo, qué información muestran y cómo se borran Un «Hola, qué tal» enviado por WhatsApp a otra persona solo podrá leerlo ese contacto. Pero no es lo único que se envía, ya que hay datos asociados al mensaje: el «Hola, qué tal» lleva nuestro número de teléfono, el de la otra persona, incluye metadatos de hora y de fecha, WhatsApp añade la información de los dispositivos y la IP de los involucrados, entre más información técnica. Todo esto es tan valioso, que puede esclarecer una investigación. Si bien WhatsApp no cuenta con los mensajes borrados del fiscal Álvaro García, sí que almacena todos los metadatos asociados a esas conversaciones. Tras la rogatoria del juez, sabemos que Meta le ha devuelto información que solicitaba, lo que desconocemos es qué contiene la carpeta de información remitida por la empresa. Lo que pidió el juez sí es público: Mensajes recibidos y enviados de los dos números de teléfono operados por el fiscal. Copias de seguridad de los chats y/o archivos multimedia. Registro de comunicaciones realizadas, incluyendo la fecha, hora, origen, destino y tipo de comunicación. Esto son los metadatos, claves para la investigación. WhatsApp devolvió información tras la rogatoria internacional sin que sepamos los datos concretos: el auto es secreto durante un mes. Nos hemos dirigido a WhatsApp para saber a qué tienen acceso desde sus servidores y qué es lo que pueden compartir tras una petición judicial. La empresa nos remitió a la información genérica de cómo administra las peticiones gubernamentales y a la página de información sobre la privacidad. WhatsApp no respondió a nuestras preguntas sobre el almacenaje de los mensajes y qué información privada comparte con los gobiernos y juzgados. Nos remitió a la información genérica Según lo que aparece en la propia página de WhatsApp, esto es lo que la empresa entrega ante un requerimiento gubernamental: Nombre y fecha de registro de la cuenta de usuario. Fecha de la última vez que se conectó a WhatsApp. Direcciones IP del usuario e IDs de los dispositivos. Información del perfil y foto. Información de grupos y lista de contactos. WhatsApp asegura que, por defecto, no almacena durante largo tiempo los registros de comunicaciones y metadatos asociados, pero sí puede hacerlo si recibe una orden gubernamental. Según el registro del caso, el juez obtuvo de WhatsApp una respuesta afirmativa respecto a la reserva de los datos. Dicha respuesta llegó el 29 de enero pasado. Una conversación de WhatsApp no constituye de por sí una prueba irrefutable Que el juez busque los mensajes borrados resulta lógico, puesto que demostrarían la culpabilidad del fiscal en el caso de revelación de secretos. Lo curioso es que el magistrado ya cuenta con dichas conversaciones, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil logró acceder a los chats abiertos con la otra acusada, Pilar Rodríguez, fiscal provincial de Madrid. Los mensajes que el fiscal general borró fueron recuperados del teléfono de la interlocutora, la fiscal provincial. El problema es que no constituyen una prueba en un juicio, ya que dichos mensajes requieren un análisis pericial informático que demuestre sin lugar a dudas que las conversaciones fueron reales, que no se alter

Abr 25, 2025 - 11:28
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La privacidad de WhatsApp puesta en duda por el juicio de los mensajes borrados del fiscal del Estado. Esto es lo que sabemos

La privacidad de WhatsApp puesta en duda por el juicio de los mensajes borrados del fiscal del Estado. Esto es lo que sabemos

En el juicio sobre revelación de secretos en el que está acusado el fiscal del estado, Álvaro García Ortiz, WhatsApp tiene una especial implicación: el fiscal borró todos los mensajes que podrían incriminarle, también formateó el teléfono. En principio no habría forma de recuperar la información, pero el juez cursó una rogatoria para que WhatsApp se la enviara de vuelta, también lo hizo con Google. Ambas empresas ya respondieron.

Según la resolución del juez que instruye el caso, tal y como detalla El Mundo, el magistrado emitió una rogatoria a WhatsApp y otra a Google, ambas para obtener lo que Álvaro García eliminó de su teléfono. Según consta en la instrucción judicial, el fiscal borró mensajes de su cuenta de WhatsApp y de Gmail, borró esta última cuenta y formateó su teléfono. Para esclarecer lo que ocurrió, el juez solicitó a Google y a WhatsApp que le enviaran los datos eliminados y las copias de seguridad, una rogatoria que ya fue satisfecha. Y la duda es: ¿qué información le habrá remitido WhatsApp y por qué es importante para el caso?

El principal obstáculo: WhatsApp no puede acceder a los mensajes enviados

Mensaje Invisible Whatsapp

Cuando enviamos un mensaje de WhatsApp a otra persona, entre los dos teléfonos se establece una conexión cifrada con claves que solo conocen los participantes en la conversación. Estos mensajes están ocultos para WhatsApp y no puede leerlos, tampoco los almacena en sus servidores cuando están entregados. Eso sí, hay un elemento que sí se guarda: los metadatos de las conversaciones.

Un «Hola, qué tal» enviado por WhatsApp a otra persona solo podrá leerlo ese contacto. Pero no es lo único que se envía, ya que hay datos asociados al mensaje: el «Hola, qué tal» lleva nuestro número de teléfono, el de la otra persona, incluye metadatos de hora y de fecha, WhatsApp añade la información de los dispositivos y la IP de los involucrados, entre más información técnica. Todo esto es tan valioso, que puede esclarecer una investigación.

Si bien WhatsApp no cuenta con los mensajes borrados del fiscal Álvaro García, sí que almacena todos los metadatos asociados a esas conversaciones. Tras la rogatoria del juez, sabemos que Meta le ha devuelto información que solicitaba, lo que desconocemos es qué contiene la carpeta de información remitida por la empresa. Lo que pidió el juez sí es público:

  • Mensajes recibidos y enviados de los dos números de teléfono operados por el fiscal.
  • Copias de seguridad de los chats y/o archivos multimedia.
  • Registro de comunicaciones realizadas, incluyendo la fecha, hora, origen, destino y tipo de comunicación. Esto son los metadatos, claves para la investigación.

WhatsApp devolvió información tras la rogatoria internacional sin que sepamos los datos concretos: el auto es secreto durante un mes. Nos hemos dirigido a WhatsApp para saber a qué tienen acceso desde sus servidores y qué es lo que pueden compartir tras una petición judicial. La empresa nos remitió a la información genérica de cómo administra las peticiones gubernamentales y a la página de información sobre la privacidad.

WhatsApp no respondió a nuestras preguntas sobre el almacenaje de los mensajes y qué información privada comparte con los gobiernos y juzgados. Nos remitió a la información genérica

Según lo que aparece en la propia página de WhatsApp, esto es lo que la empresa entrega ante un requerimiento gubernamental:

  • Nombre y fecha de registro de la cuenta de usuario.
  • Fecha de la última vez que se conectó a WhatsApp.
  • Direcciones IP del usuario e IDs de los dispositivos.
  • Información del perfil y foto.
  • Información de grupos y lista de contactos.

WhatsApp asegura que, por defecto, no almacena durante largo tiempo los registros de comunicaciones y metadatos asociados, pero sí puede hacerlo si recibe una orden gubernamental. Según el registro del caso, el juez obtuvo de WhatsApp una respuesta afirmativa respecto a la reserva de los datos. Dicha respuesta llegó el 29 de enero pasado.

Una conversación de WhatsApp no constituye de por sí una prueba irrefutable

Whatsapp Grupos Portada

Que el juez busque los mensajes borrados resulta lógico, puesto que demostrarían la culpabilidad del fiscal en el caso de revelación de secretos. Lo curioso es que el magistrado ya cuenta con dichas conversaciones, la Unidad Central Operativa (UCO) de la Guardia Civil logró acceder a los chats abiertos con la otra acusada, Pilar Rodríguez, fiscal provincial de Madrid.

Los mensajes que el fiscal general borró fueron recuperados del teléfono de la interlocutora, la fiscal provincial. El problema es que no constituyen una prueba en un juicio, ya que dichos mensajes requieren un análisis pericial informático que demuestre sin lugar a dudas que las conversaciones fueron reales, que no se alteraron y que se puede garantizar la cadena de custodia.

Como nos explicaba la abogada Ofelia Tejerina, presidenta de la Asociación de Internautas, una conversación de WhatsApp puede ser considerada como prueba directa siempre que no se impugne su autenticidad. De impugnarse, «deberá llevarse a cabo una prueba pericial para verificar tanto el emisor de los mensajes como su contenido».

Una conversación de WhatsApp es una prueba válida en un juicio, pero podría impugnarse. De hacerlo, quien presenta la prueba debe demostrar que la conversación es auténtica con un análisis pericial informático. Los metadatos aquí son clave

Los metadatos son vitales en un análisis pericial ya que, como son entregados por la propia administradora de la plataforma (WhatsApp), tienen una procedencia legítima, permiten al perito encajar los datos en la conversación ya obtenida del móvil de Pilar y refuerzan el poder como prueba válida en el juicio. Al contar con información de la propia WhatsApp, el informe pericial de las conversaciones sería difícilmente impugnable por la defensa de los fiscales.

Los mensajes de WhatsApp están cifrados, pero hay otros detalles clave que no lo están

Huella Dactilar Whatsapp

Ni WhatsApp ni la policía ni nadie ajeno a la conversación tiene acceso a los mensajes enviados. Esto es debido al cifrado de extremo a extremo que aplica WhatsApp, las claves solo las conocen los móviles que participan en el chat, son privadas y únicas. Ahora bien, ya hemos visto que los mensajes solo son una parte de todo el conjunto que implica enviar un WhatsApp.

Los metadatos revelan una información muy precisa de lo que ocurre en las conversaciones y de quiénes participan; por más que nosotros borremos la conversación cualquiera podrá leerla si intercepta el móvil de la persona a quien enviamos los mensajes; y hay otro punto clave: la copia de seguridad de WhatsApp.

Por defecto, WhatsApp hace una copia de seguridad sin cifrar de todos los mensajes y archivos multimedia. Los datos son recuperables fácilmente mediante un análisis forense

WhatsApp guarda la copia de seguridad sin cifrado si el usuario no configura lo contrario, tanto en Google Drive (Android) como en iCloud: Google y Apple podrían entregar el backup ante una solicitud judicial (es probable que Google se la haya remitido al juez del caso). Y este es un gran agujero de privacidad, ya que los chats pueden recuperarse con herramientas forenses como Cellebrite u Oxygen Forensics.

Si queremos proteger la copia de seguridad de WhatsApp hay que cifrarla manualmente Si queremos proteger la copia de seguridad de WhatsApp hay que cifrarla manualmente

Ignoramos si el fiscal Álvaro García tenía o no cifrada la copia de seguridad de su WhatsApp, tampoco sabemos si se encuentra entre la documentación recibida por el juez. Lo que sí parece es que el magistrado tiene todo lo necesario para autenticar las conversaciones obtenidas previamente por la UCO: en apenas un mes, cuando se levante el secreto del auto, sabremos si lo que Meta y Google han enviado al Supremo permite esclarecer definitivamente el caso.

Imagen de portada | GPT-4o en ChatGPT editada

En Xataka Móvil | La Policía Nacional tiene la pregunta perfecta para evitar estafas por WhatsApp: "¿Dónde nos conocimos?"

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La noticia La privacidad de WhatsApp puesta en duda por el juicio de los mensajes borrados del fiscal del Estado. Esto es lo que sabemos fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Iván Linares .