Al elegir una Smart TV en la tienda lo primero que miro es su parte trasera: que tenga este componente es esencial para mí

Hay quien observa su contorno, el tamaño, el diseño del soporte, si tiene acabado en espejo o si sus colores son llamativos. Yo voy directamente a mirar los altavoces, dónde los tiene situados y sobre todo si cuenta con algunos en la parte trasera de la carcasa. Y es que lo que suelo buscar en una Smart TV de nueva generación en general es que sea un sistema autosuficiente que puedas usar perfectamente sin tener que recurrir a equipos externos como una barra de sonido o home cinema. ¿Que luego quieres complementar comprando algo más para por ejemplo sesiones cinéfilas? Perfecto, pero para mí es fundamental que ofrezca una calidad sonora lo suficientemente buena como para no tener que andar ayudándose de nada más en el día a día. En Xataka Smart Home Cinco cosas muy fáciles que puedes hacer en tu salón para que tu barra de sonido o tele suenen mejor Altavoces en la zona trasera de la tele: una gran ventaja Imagen: Philips Desde la ya lejana época de los televisores de plasma, los nuevos modelos cada vez más delgados de Smart TV se han caracterizado por ofrecer una calidad de sonido que, por decirlo suavemente, deja mucho que desear, tanto para ver cine como series, conciertos y música en general. La moda de diseño de ofrecer, salvo contadas excepciones, una imagen frontal lo más limpia posible de la pantalla reduciendo al mínimo los marcos y maximizando la superficie de imagen visible, ha hecho que muchos fabricantes se olviden de los altavoces laterales y frontales inferiores a modo de barras de sonido integradas que tenían algunos modelos. Esto ha tenido como consecuencia que en muchos modelos los drivers o altavoces principales estén situados en la base de la tele, de forma vertical apuntando hacia abajo y con una anchura que lógicamente será como máximo la del grosor de la tele. Es decir, unos pocos centímetros a los que además quitamos la parte correspondiente a la carcasa, partes metálicas para tornillería, etc. Una de las opciones para poder meter altavoces más grandes es situarlos apuntando hacia detrás, ya sea incorporando uno, dos o más drivers activos con sus correspondientes drivers pasivos expuestos al aire directamente o tras una rejilla que forma parte del resto de carcasa decorativa de la pantalla. El resultado es que estos altavoces traseros pueden reproducir un rango de frecuencias graves más amplio que los instalados en la zona inferior, ofreciendo al espectador más bajos, más potentes, con más pegada y contundencia sobre todo al ver cine. Pero un mayor nivel de graves no es la única ventaja. El poder repartir hacia estos altavoces una parte de la señal, y más concretamente de la que se sitúa por debajo del rango de 200 Hz, permite liberar de trabajo al resto de altavoces. El resultado es un sonido más limpio, con menos distorsión en las escenas complejas y en definitiva, que podamos subir el volumen sin miedo a que se escuche todo peor. Imagen: TCL También se logra minimizar el típico problema de tener un sonido como "enlatado",  emitiendo molestos sonidos, zumbidos y vibraciones en ciertos tonos que empeoran mucho la calidad del sonido. Esto es debido a que los altavoces convencionales en general usan como recinto acústico las propias carcasas de plástico de la tele. Plástico que no suelen brillar por su buena calidad en los modelos de gamas medias y bajas y que además está rodeado de otras estructuras metálicas, tornillos, circuitos, cableado interno, placas y demás electrónica para que funcione la tele. El integrar los woofers traseros permite que los fabricantes de la tele o marcas asociadas que se dedican a fabricar estos drivers los monten en carcasas de materiales mejores y más específicos para estos fines sonoros separándolos y aislándolos en ocasiones del resto de la estructura de la tele. La potencia sin control sirve de poco Muy bien, entonces estas teles que montan altavoces en la parte de atrás deberían conseguir ya por sí solas un sonido de cine, con graves mucho más contundentes y gran pegada. Pues no es todo tan bonito como nos gustaría. El problema es que, al estar apuntando hacia detrás y encargarse generalmente de frecuencias direccionales (por encima de los 80 Hz) a diferencia de los subwoofers tradicionales, para que estos bajos se distribuyan bien hasta el espectador necesitan de la ayuda de una inseparable compañera: la pared tras la tele. Y aquí tenemos un posible problema, ya que encontrar el punto de colocación de la Smart TV ideal puede ser sencillo en teoría, pero no alcanzable en la práctica. En función de cada modelo de altavoz, de qué rango de frecuencias maneje, de si tiene drivers pasivos o no, etc. la distancia idónea hasta la pared será una u otra. En general estamos hablando de cifras de entre 30 y

Abr 9, 2025 - 11:09
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Al elegir una Smart TV en la tienda lo primero que miro es su parte trasera: que tenga este componente es esencial para mí

Al elegir una Smart TV en la tienda lo primero que miro es su parte trasera: que tenga este componente es esencial para mí

Hay quien observa su contorno, el tamaño, el diseño del soporte, si tiene acabado en espejo o si sus colores son llamativos. Yo voy directamente a mirar los altavoces, dónde los tiene situados y sobre todo si cuenta con algunos en la parte trasera de la carcasa.

Y es que lo que suelo buscar en una Smart TV de nueva generación en general es que sea un sistema autosuficiente que puedas usar perfectamente sin tener que recurrir a equipos externos como una barra de sonido o home cinema.

¿Que luego quieres complementar comprando algo más para por ejemplo sesiones cinéfilas? Perfecto, pero para mí es fundamental que ofrezca una calidad sonora lo suficientemente buena como para no tener que andar ayudándose de nada más en el día a día.

Altavoces en la zona trasera de la tele: una gran ventaja

Philips Imagen: Philips

Desde la ya lejana época de los televisores de plasma, los nuevos modelos cada vez más delgados de Smart TV se han caracterizado por ofrecer una calidad de sonido que, por decirlo suavemente, deja mucho que desear, tanto para ver cine como series, conciertos y música en general.

La moda de diseño de ofrecer, salvo contadas excepciones, una imagen frontal lo más limpia posible de la pantalla reduciendo al mínimo los marcos y maximizando la superficie de imagen visible, ha hecho que muchos fabricantes se olviden de los altavoces laterales y frontales inferiores a modo de barras de sonido integradas que tenían algunos modelos.

Esto ha tenido como consecuencia que en muchos modelos los drivers o altavoces principales estén situados en la base de la tele, de forma vertical apuntando hacia abajo y con una anchura que lógicamente será como máximo la del grosor de la tele. Es decir, unos pocos centímetros a los que además quitamos la parte correspondiente a la carcasa, partes metálicas para tornillería, etc.

Una de las opciones para poder meter altavoces más grandes es situarlos apuntando hacia detrás, ya sea incorporando uno, dos o más drivers activos con sus correspondientes drivers pasivos expuestos al aire directamente o tras una rejilla que forma parte del resto de carcasa decorativa de la pantalla.

El resultado es que estos altavoces traseros pueden reproducir un rango de frecuencias graves más amplio que los instalados en la zona inferior, ofreciendo al espectador más bajos, más potentes, con más pegada y contundencia sobre todo al ver cine.

Pero un mayor nivel de graves no es la única ventaja. El poder repartir hacia estos altavoces una parte de la señal, y más concretamente de la que se sitúa por debajo del rango de 200 Hz, permite liberar de trabajo al resto de altavoces. El resultado es un sonido más limpio, con menos distorsión en las escenas complejas y en definitiva, que podamos subir el volumen sin miedo a que se escuche todo peor.

Tcl 65 75 C93 Back1 Imagen: TCL

También se logra minimizar el típico problema de tener un sonido como "enlatado",  emitiendo molestos sonidos, zumbidos y vibraciones en ciertos tonos que empeoran mucho la calidad del sonido. Esto es debido a que los altavoces convencionales en general usan como recinto acústico las propias carcasas de plástico de la tele.

Plástico que no suelen brillar por su buena calidad en los modelos de gamas medias y bajas y que además está rodeado de otras estructuras metálicas, tornillos, circuitos, cableado interno, placas y demás electrónica para que funcione la tele.

El integrar los woofers traseros permite que los fabricantes de la tele o marcas asociadas que se dedican a fabricar estos drivers los monten en carcasas de materiales mejores y más específicos para estos fines sonoros separándolos y aislándolos en ocasiones del resto de la estructura de la tele.

La potencia sin control sirve de poco

Muy bien, entonces estas teles que montan altavoces en la parte de atrás deberían conseguir ya por sí solas un sonido de cine, con graves mucho más contundentes y gran pegada. Pues no es todo tan bonito como nos gustaría.

El problema es que, al estar apuntando hacia detrás y encargarse generalmente de frecuencias direccionales (por encima de los 80 Hz) a diferencia de los subwoofers tradicionales, para que estos bajos se distribuyan bien hasta el espectador necesitan de la ayuda de una inseparable compañera: la pared tras la tele.

Y aquí tenemos un posible problema, ya que encontrar el punto de colocación de la Smart TV ideal puede ser sencillo en teoría, pero no alcanzable en la práctica. En función de cada modelo de altavoz, de qué rango de frecuencias maneje, de si tiene drivers pasivos o no, etc. la distancia idónea hasta la pared será una u otra.

En general estamos hablando de cifras de entre 30 y 50 cm. entre el altavoz y la pared. Si lo alejamos mucho más perderemos el refuerzo de graves debido a las ondas resonantes de la sala, y si lo acercamos mucho podemos llegar a tener un sonido retumbón en exceso, problema que puede magnificarse en el caso de colgar la tele con un soporte de la pared.

De hecho, en mi opinión estas teles con altavoces traseros deberían instalarse sobre un mueble amplio y en el que podamos jugar con la distancia a la pared siempre que la peana nos lo permita. Además, la calidad de estos graves "rebotados" que escuchemos dependerá de otros factores como el tipo de mueble y el material del muro de la pared.

Y no es conveniente empotrar la tele en el mueble, aunque a veces no queda más hueco en el salón y hay que hacerlo. Pero si podemos elegir, conviene tratar de que la tele no esté instalada en un mueble rodeada por todas partes de paneles de madera o plástico.

Además si hay exceso de graves debido a estos altavoces traseros es posible modificar la configuración y ecualización para bajarlos o directamente mejorar la acústica de la sala colocando por ejemplo algún absorbente acústico o trucos como vimos a fondo en este artículo.

Imagen portada | Jose Manuel Gallego

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La noticia Al elegir una Smart TV en la tienda lo primero que miro es su parte trasera: que tenga este componente es esencial para mí fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .