EE.UU. prohíbe DeepSeek en cualquier dispositivo del gobierno y China responde: 55.000 millones para IA, chips y computación cuántica

El gobierno de EE.UU. ha decidido tomar cartas en el asunto y prohibió el uso de DeepSeek en los dispositivos gubernamentales en mitad de la controversia sobre el avance de la IA. Trump, impulsado por preocupaciones sobre seguridad de datos y competencia tecnológica, no quiere que China tenga acceso a ningún tipo de información confidencial, mientras tanto, desde el otro lado del planeta, los de Xi Jinping anuncian otra inversión mastodóntica en IA, computación cuántica y chips para destronar al gigante estadounidense.

El último presupuesto general del país asiático muestra un claro énfasis en el desarrollo de chips avanzados, computación cuántica y mejoras en su infraestructura de IA. La estrategia de Pekín refleja su ambición de reducir la dependencia de tecnología extranjera y consolidarse como una superpotencia tecnológica. Mientras tanto, Trump quiere minimizar los daños y blindar su seguridad.

EE.UU. prohíbe DeepSeek en cualquier dispositivo del gobierno en aras de la ciberseguridad

Que Trump no se fía ni un pelo de China es obvio, nadie da "duros a cuatro pesetas". Por ello, y dados los continuos ataques cibernéticos que se dan a diario, por miles, entre ambos países en busca de un resquicio en la ciberseguridad, los funcionarios americanos tienen totalmente prohibido instalar o usar DeepSeek en los equipos que les suministra el gobierno.

"Para ayudar a mantener seguros los sistemas de información del Departamento de Comercio, el acceso a la nueva Inteligencia Artificial DeepSeek, basada en China, está ampliamente prohibido en todos los GFE".

DeepSeek no es solo un modelo más en el creciente mercado de la Inteligencia Artificial. Sus capacidades, sumadas a su bajo costo, han provocado un terremoto en los mercados financieros, sobre todo en el SP500, generando temores sobre su impacto en la posición dominante de EE.UU. en el sector. Las preocupaciones no son solo económicas: tanto Trump, como miembros del Congreso y funcionarios de seguridad advierten sobre riesgos en privacidad de datos y acceso a información sensible por parte del Partido Comunista Chino:

"Al usar DeepSeek, los usuarios comparten, sin saberlo, información confidencial y altamente sensible con el PCCh, como contratos, documentos y registros financieros". dicen desde La Casa Blanca.

China responde a esta medida aplicando antes de lo previsto sus presupuestos generales para este año... Con la IA en mente

En el otro lado del mundo, el gobierno chino no se queda de brazos cruzados. Su presupuesto para 2025 refleja una apuesta decidida por la Inteligencia Artificial, los semiconductores y la computación cuántica, con nada menos que 55.000 millones de dólares al cambio. Pekín busca fortalecer su capacidad de producción de chips avanzados y ampliar el desarrollo de Superordenadores, lo que le permitiría reducir la dependencia de tecnologías estadounidenses y avanzar hacia la autosuficiencia.

Dentro del sector de IA, China planea incrementar la inversión en grandes modelos de lenguaje, sistemas de aprendizaje automático y computación en la nube. Además, los fondos destinados a la computación cuántica sugieren una aceleración en la carrera por el dominio de esta tecnología emergente, con posibles aplicaciones tanto civiles como militares.

Estados Unidos y China siguen marcando territorio en la batalla tecnológica. La prohibición de DeepSeek en dispositivos del gobierno de EE.UU. y el ambicioso presupuesto chino en IA dejan claro que el conflicto no se limita a las palabras: es una competencia estratégica por el liderazgo tecnológico global.

El siguiente paso debería de darlo Trump, puesto que están redactando nuevas medidas de bloqueo y restricciones para chips de cara a evitar lo que vimos con Malasia y Singapur la semana pasada.

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