La Agencia Espacial Europea publica el primer conjunto de datos científicos del telescopio espacial Euclid

Los Campos profundos de Euclid Norte, Fornax y Sur – Agencia Espacial Europea La Agencia Espacial Europea acaba de publicar el primer conjunto de datos del telescopio espacial Euclid. No son suficientes todavía como para permitirnos avanzar en las cuestiones que Euclid tiene como objetivo principal de su misión. Pero han servido para la publicación de 34 científicos y para comprobar el funcionamiento tanto del telescopio en sí como de sus instrumentos y del sistema de inteligencia artificial que permite seleccionar las imágenes que va obteniendo. Euclid nos va a permitir expandir nuestro conocimiento acerca de cómo se ha expandido el universo y cómo ha evolucionado su estructura a gran escala durante su historia, siempre con la idea de que partir de esto podremos aprender más acerca del papel de la gravedad y la naturaleza de la energía y la materia oscuras, lo que es el objetivo último de la misión. Pero por ahora, como decía arriba estamos pudiendo comprobar la resolución y estabilidad de las observaciones y la sensibilidad de sus detectores, que nos van a proporcionar el mapa más detallado del cielo que nunca hayamos tenido. Aunque para eso antes ha habido que librarse de una finísima capa de hielo –más fina que una cadena de ADN– que impedía que el telescopio rindiera al 100 %. Aunque antes de eso hubo que solucionar un problema con el sensor de guiado, que no era capaz de seguir las estrellas en las que tenía que fijarse para mantener estable el telescopio, con el resultado de que sólo veía líneas onduladas. Afortunadamente una actualización de software solucionó el problema. Esto es lo que veía Euclid durante los peores momentos con el FGS – ESA Por otro lado, una vez comenzadas las primeras observaciones de prueba, el equipo de la misión descubrió que se colaba luz indeseada en el instrumento VIS y que los rayos X emitidos por las erupciones solares afectan más a los sensores del observatorio de lo que estaba previsto. Estos dos últimos problemas han sido solucionados volviendo a programar la secuencia de exploración del universo que seguirá Euclid. El truco está en que haya más solapamiento entre observaciones adyacentes. Eso hace que el proceso sea algo menos eficaz pero permite alcanzar todas las zonas necesarias del cielo con una pérdida mínima. Este primer conjunto de datos se corresponde con observaciones de las tres zonas en amarillo que se ven en la imagen de arriba durante una semana. Cubren un área equivalente a 300 veces la de la Luna llena y en esos datos hay imágenes de unos 26 millones de galaxias. Las más lejanas se encuentran a 10.500 millones de años luz de distancia. También hay unos cuantos cuásares aún más lejanos. Con lo que vamos viendo por ahora se pueden ir intuyendo los filamentos que forman una red cósmica en la que se distribuyen las galaxias y también las zonas vacías de esta red. El mapa en tres dimensiones que creará Euclid servirá para ver cómo influyen la energía y materia oscuras en esto, lo que debería ayudarnos a entenderlas mejor. 112 lentes gravitacionales de las encontradas en estas primeras observaciones – Agencia Espacial Europea Una sorpresa ha sido la cantidad de lentes gravitacionales que aparecen en las imágenes, muy superior a la esperada. El equipo de la misión cree que nos permitirá aumentar en al menos un orden de magnitud el número de ellas que tengamos fichadas cuando Euclid termine los seis años de observaciones de su misión. Todo esto ha sido posible gracias al sistema de inteligencia artificial «Zoobot» que ha sido entrenado gracias a la participación de casi 10.000 personas voluntarias que le han ido contando qué se ve en unas 380.000 galaxias. Con esto la selección de según qué tipos de galaxias es un proceso automático que facilitará sacarle jugo a los datos de Euclid. Y menos mal, porque produce del orden de 100 GB de datos cada día. # Enlace Permanente

Mar 19, 2025 - 13:02
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La Agencia Espacial Europea publica el primer conjunto de datos científicos del telescopio espacial Euclid

La descripción
Los Campos profundos de Euclid Norte, Fornax y Sur – Agencia Espacial Europea

La Agencia Espacial Europea acaba de publicar el primer conjunto de datos del telescopio espacial Euclid. No son suficientes todavía como para permitirnos avanzar en las cuestiones que Euclid tiene como objetivo principal de su misión. Pero han servido para la publicación de 34 científicos y para comprobar el funcionamiento tanto del telescopio en sí como de sus instrumentos y del sistema de inteligencia artificial que permite seleccionar las imágenes que va obteniendo.

Euclid nos va a permitir expandir nuestro conocimiento acerca de cómo se ha expandido el universo y cómo ha evolucionado su estructura a gran escala durante su historia, siempre con la idea de que partir de esto podremos aprender más acerca del papel de la gravedad y la naturaleza de la energía y la materia oscuras, lo que es el objetivo último de la misión.

Pero por ahora, como decía arriba estamos pudiendo comprobar la resolución y estabilidad de las observaciones y la sensibilidad de sus detectores, que nos van a proporcionar el mapa más detallado del cielo que nunca hayamos tenido. Aunque para eso antes ha habido que librarse de una finísima capa de hielo –más fina que una cadena de ADN– que impedía que el telescopio rindiera al 100 %.

Aunque antes de eso hubo que solucionar un problema con el sensor de guiado, que no era capaz de seguir las estrellas en las que tenía que fijarse para mantener estable el telescopio, con el resultado de que sólo veía líneas onduladas. Afortunadamente una actualización de software solucionó el problema.


Esto es lo que veía Euclid durante los peores momentos con el FGS – ESA

Por otro lado, una vez comenzadas las primeras observaciones de prueba, el equipo de la misión descubrió que se colaba luz indeseada en el instrumento VIS y que los rayos X emitidos por las erupciones solares afectan más a los sensores del observatorio de lo que estaba previsto.
Estos dos últimos problemas han sido solucionados volviendo a programar la secuencia de exploración del universo que seguirá Euclid. El truco está en que haya más solapamiento entre observaciones adyacentes. Eso hace que el proceso sea algo menos eficaz pero permite alcanzar todas las zonas necesarias del cielo con una pérdida mínima.

Este primer conjunto de datos se corresponde con observaciones de las tres zonas en amarillo que se ven en la imagen de arriba durante una semana. Cubren un área equivalente a 300 veces la de la Luna llena y en esos datos hay imágenes de unos 26 millones de galaxias. Las más lejanas se encuentran a 10.500 millones de años luz de distancia. También hay unos cuantos cuásares aún más lejanos.

Con lo que vamos viendo por ahora se pueden ir intuyendo los filamentos que forman una red cósmica en la que se distribuyen las galaxias y también las zonas vacías de esta red. El mapa en tres dimensiones que creará Euclid servirá para ver cómo influyen la energía y materia oscuras en esto, lo que debería ayudarnos a entenderlas mejor.

La descripción
112 lentes gravitacionales de las encontradas en estas primeras observaciones – Agencia Espacial Europea

Una sorpresa ha sido la cantidad de lentes gravitacionales que aparecen en las imágenes, muy superior a la esperada. El equipo de la misión cree que nos permitirá aumentar en al menos un orden de magnitud el número de ellas que tengamos fichadas cuando Euclid termine los seis años de observaciones de su misión.

Todo esto ha sido posible gracias al sistema de inteligencia artificial «Zoobot» que ha sido entrenado gracias a la participación de casi 10.000 personas voluntarias que le han ido contando qué se ve en unas 380.000 galaxias. Con esto la selección de según qué tipos de galaxias es un proceso automático que facilitará sacarle jugo a los datos de Euclid. Y menos mal, porque produce del orden de 100 GB de datos cada día.

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