Inés de Robles: el fenómeno del año en TikTok España es una influencer ataviada al modo de doncella decimonónica

El fenómeno de Inés de Robles (más conocida como inesdrobles) es particular por razones muy distintas. Por una parte, es una tiktoker de moda que, sin embargo, permanece fiel a un estilo que ni siquiera puede calificarse de vintage, sino que abraza lo rancio y poco estridente como seña de identidad. Segundo, quienes le han encumbrado son sus comentaristas. Y ahora, está cabalgando la ola de la fama tiktoker. La plantilla. Los vídeos de Inés de Robles son siempre iguales, lo que sin duda le ha ayudado a establecer un estilo definido. Por ejemplo, nunca habla; simplemente, con una música inusualmente actual de fondo (Quevedo, Mar Lucas, J Balvin, Ozuna... toda una playlist propia de una joven de gustos mainstream), que acompaña con playbacks a menudo espantosos. Ataviada con vestimentas vintage, que a veces rozan lo directamente propio del siglo pasado (aunque, como veremos, no del todo), hace siempre un gesto característico: dobla un pie sobre la rodilla de la pierna contraria, y lo estira y apoya en el suelo como si fuera un paso de ballet. Los comentarios. Sin embargo, lo que la ha convertido en viral son sus comentaristas: con un sentido del humor muy blanco y nada ofensivo, bromean acerca de la estética anticuada de los vídeos. "Ella no hace exámenes de historia, hace storytimes", "He bajado tanto que he llegado al Renacimiento", "Me salió en 'Para su ilustrísima' y le di 'Me agrada'", "¿Fonógrafo de la dama?", "Este vídeo me ha hecho recordar al verano de 1874", "Eso es el Tratado de Tordesillas recién firmado, ¿verdad?"... Poca broma: sus vídeos no bajan de un millón de reproducciones y suelen superar los cuatro, y cada uno ronda los 300.000 'Me gusta' y varios miles de comentarios. En Xataka El programa de aventuras más fascinante del momento es un tiktoker español que está viajando a Japón con un Fiat de 1998 Llegan los famosos (y las promociones). La fama está llamando a la puerta de Inés de Robles en forma de faranduleo, con colaboraciones donde otra gente posa junto a ella y hace su famoso gesto con el pie. Algunos de ellos han sido Beéle, Violeta Mangriñán, Omar Montes y hasta Iker Casillas. Y por supuesto, han llegado las promociones, unas más desnortadas (¡Grefusa!, una óptica futurista), y otras más apropiadas (Carolina Herrera, una copistería online donde dice haber impreso la Biblia de Gutenberg). Sus últimos nueve vídeos, todos los de abril, son invitados o promociones pagadas. Un atractivo inimitable. El resultado de toda esta mezcla es una cuenta fascinante, ya que Inés de Robles nunca habla, lo que la hace parecer una joven del pasado atrapada en una burbuja. El curioso uso de artistas tan inadecuados como La Zowi o Bad Gyal de fondo en sus vídeos contrasta con las descripciones de los vídeos, a medio camino entre la ingenuidad ("Disfrutando del atardecer", "Día de excursión") y lo conscientemente rancio ("Apercibida para el té de jueves", "Martes de mandados"). O es una performance cuidadísima o uno de los últimos rastros de espontaneidad de TikTok. Y si es así... ¿qué nos quiere contar exactamente? @inesdrobles Grabando unos temas al ritmo de @BEÉLE

Abr 19, 2025 - 16:15
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Inés de Robles: el fenómeno del año en TikTok España es una influencer ataviada al modo de doncella decimonónica

Inés de Robles: el fenómeno del año en TikTok España es una influencer ataviada al modo de doncella decimonónica

El fenómeno de Inés de Robles (más conocida como inesdrobles) es particular por razones muy distintas. Por una parte, es una tiktoker de moda que, sin embargo, permanece fiel a un estilo que ni siquiera puede calificarse de vintage, sino que abraza lo rancio y poco estridente como seña de identidad. Segundo, quienes le han encumbrado son sus comentaristas. Y ahora, está cabalgando la ola de la fama tiktoker.

La plantilla. Los vídeos de Inés de Robles son siempre iguales, lo que sin duda le ha ayudado a establecer un estilo definido. Por ejemplo, nunca habla; simplemente, con una música inusualmente actual de fondo (Quevedo, Mar Lucas, J Balvin, Ozuna... toda una playlist propia de una joven de gustos mainstream), que acompaña con playbacks a menudo espantosos. Ataviada con vestimentas vintage, que a veces rozan lo directamente propio del siglo pasado (aunque, como veremos, no del todo), hace siempre un gesto característico: dobla un pie sobre la rodilla de la pierna contraria, y lo estira y apoya en el suelo como si fuera un paso de ballet.

Los comentarios. Sin embargo, lo que la ha convertido en viral son sus comentaristas: con un sentido del humor muy blanco y nada ofensivo, bromean acerca de la estética anticuada de los vídeos. "Ella no hace exámenes de historia, hace storytimes", "He bajado tanto que he llegado al Renacimiento", "Me salió en 'Para su ilustrísima' y le di 'Me agrada'", "¿Fonógrafo de la dama?", "Este vídeo me ha hecho recordar al verano de 1874", "Eso es el Tratado de Tordesillas recién firmado, ¿verdad?"... Poca broma: sus vídeos no bajan de un millón de reproducciones y suelen superar los cuatro, y cada uno ronda los 300.000 'Me gusta' y varios miles de comentarios.

Llegan los famosos (y las promociones). La fama está llamando a la puerta de Inés de Robles en forma de faranduleo, con colaboraciones donde otra gente posa junto a ella y hace su famoso gesto con el pie. Algunos de ellos han sido Beéle, Violeta Mangriñán, Omar Montes y hasta Iker Casillas. Y por supuesto, han llegado las promociones, unas más desnortadas (¡Grefusa!, una óptica futurista), y otras más apropiadas (Carolina Herrera, una copistería online donde dice haber impreso la Biblia de Gutenberg). Sus últimos nueve vídeos, todos los de abril, son invitados o promociones pagadas.

Un atractivo inimitable. El resultado de toda esta mezcla es una cuenta fascinante, ya que Inés de Robles nunca habla, lo que la hace parecer una joven del pasado atrapada en una burbuja. El curioso uso de artistas tan inadecuados como La Zowi o Bad Gyal de fondo en sus vídeos contrasta con las descripciones de los vídeos, a medio camino entre la ingenuidad ("Disfrutando del atardecer", "Día de excursión") y lo conscientemente rancio ("Apercibida para el té de jueves", "Martes de mandados"). O es una performance cuidadísima o uno de los últimos rastros de espontaneidad de TikTok. Y si es así... ¿qué nos quiere contar exactamente?

@inesdrobles

Grabando unos temas al ritmo de @BEÉLE