LG culpable de matar a la televisión tal y como la conocemos: no estás preparado para lo que viene

El uso de la televisión continúa cambiando a lo largo de los años. Y, aunque algunos progresos son recibidos con los brazos abiertos, lo que está a punto de hacer LG va a producir un efecto totalmente contrario. El fabricante está jugando a ser dios y esto va a ser algo que acabe teniendo serias consecuencias para los usuarios.

Dependerá del año en el que nacieras, pero seguro que, de tu infancia, guardas unos recuerdos muy concretos del uso de la televisión. Hace mucho tiempo que “la caja tonta” ha dejado de ser tonta y, en su lugar, ha pasado a tener una importancia extrema en el día a día. Las funciones Smart son muy bienvenidas, pero LG acaba de cruzar una puerta que nunca se debería cruzar. Y, con ello, nos espera un futuro en el que quizá ya no estemos tan satisfechos con las novedades que traiga nuestra televisión.

Tu experiencia va a estar adulterada

Lo que siempre nos ha gustado de la televisión, a diferencia del ordenador o incluso del móvil en tiempos recientes, es que era un foco de entretenimiento sin límites y sin presión externa. Tú encendías la televisión, hacías zapping o elegías un canal directamente, y te lo pasabas bien. Nadie te iba a decir nada. El máximo riesgo que corrías era que tu madre entrase en la habitación y que estuvieras viendo algo que no debías. Más allá de eso, tu experiencia con la tele empezaba y acababa sin ningún tipo de altercado. Todo estaba bajo control. Encender, ver una película o una serie, y apagar. Como mucho, el Teletexto nos conectaba a un mundo de sensaciones que servía como avance de lo que sería Internet en el futuro.

Pero, incluso en el Teletexto, el control de la experiencia estaba en manos del usuario. No había presión ni compromiso, simplemente veíamos la tele. Era una experiencia de usuario perfecta por mucho que no tuviéramos acceso a funciones Smart. Ahora, LG está camino de acabar con ella en su totalidad. Si ya últimamente da la sensación de que nos controlan también desde la tele, este fabricante ha decidido que todavía no nos estaban controlando lo suficiente.

Y lo hace a través de su última idea, una que, eso sí, ha sido aplaudida por los eruditos de la tecnología que creen que, en realidad, se trata de algo imponente y positivo. Pero, en realidad, no lo es. A través de una colaboración con Zenapse, LG tiene intención de introducir un sistema de anuncios publicitarios que se ajustará y personalizará dependiendo de tu estado de ánimo y tus emociones. Imagina: tu televisión sabrá si estás triste y te mandará anuncios de un delicioso helado de chocolate para salir del bajón. O detectará que estás en uno de esos momentos de nostalgia y se aprovechará de ti para venderte algo que posiblemente no necesites, pero que en ese momento acabarás comprando.

Para descubrir tu estado emocional, LG utilizará algoritmos con inteligencia artificial que estarán aprendiendo de ti en todo momento. Por ejemplo, digamos que tus últimas 5 películas vistas en streaming son Robocop, Los Goonies, Loca academia de policía, Agárralo como puedas y Regreso al futuro. Con eso, el algoritmo sabrá que estás pasando un momentazo nostálgico de pelo en pecho, así que no dudará en empezar a mostrarte anuncios relacionados. Si Planeta está vendiendo el coleccionable de 900 entregas para montarte tu propio DeLorean, no tengas duda de que verás ese anuncio. Y seguro que te hacen una oferta personalizada que acabas pagando para conseguir tu cochecito a piezas.

Adiós a tu privacidad

Después de todo lo que está pasando en el mundo y la manera en la que se está explotando la IA, nos quedan pocas cosas que sean privadas. La televisión, junto al momento All Bran en el servicio, son dos de ellas. Además, todavía protegemos la independencia de nuestros sueños, aunque la serie Futurama ya nos dejó claro que, en el futuro, las marcas se podrían colar dentro para enviarnos publicidad. La cuestión es que estamos perdiendo esa privacidad, el mínimo atisbo de intimidad que nos queda y LG, con su nuevo proyecto, va a ser la culpable de abrir una puerta que debería quedarse cerrada.

La empresa dice que la cámara de las televisiones no se utilizará para detectar las emociones, pero con leer estas ideas ya nos da la sensación de que nos están espiando. Con la IA de por medio y las malas decisiones de ejecutivos como los de esta empresa, posiblemente sea solo cuestión de tiempo que quieran ir un poco más allá para, según ellos, darnos un mejor servicio. La publicidad personalizada con emociones que quiere introducir LG es un simple método para justificar que la interfaz de sus pantallas se haya llenado de anuncios de una manera tan extrema que da miedo encender la tele.

LG ha perdido el norte hace mucho en lo que se refiere a experiencia de usuario y, hoy por hoy, lo único que hace es intentar llenar las arcas con más y más dinero procedente de la publicidad. Por eso, los anuncios que aparecen en la interfaz de la televisión son tan extremadamente grandes. Y sí, anuncios en la tele, como si los que hubiera en los canales o en los contenidos de streaming no fueran ya suficientes. Además, el sistema operativo webOS de LG también está convirtiendo su interfaz en un mal chiste, en un océano de canales FAST que a la marca le interesa destacar por encima de cualquier otra cosa.

Tu TDT de toda la vida o incluso tus plataformas de streaming que pagas religiosamente, no le importan a LG tanto como para no poner sus canales FAST en primer plano y, sorpresa, seguir haciendo caja con la publicidad. Con LG hemos llegado a un punto en el que la situación es tan insostenible que automáticamente la marca se coloca al fondo de cualquier tipo de recomendación. Y va a ir a peor.

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