Vamos a gastar un dineral en cambiar tuberías de casa. No sabíamos que era tan peligroso

En la comunidad de la que me toca ser presidente, estamos a punto de afrontar una inversión importante. Tenemos previsto pintar y, aprovechando la ocasión, retiraremos unas tuberías que ya no se utilizan y que llevan casi 50 años instaladas. El problema el el material del que están hechas (fibrocemento) y el elevado coste que supone esta intervención. No se trata de una actuación obligada por normativa, aunque es cierto que la ley ya establece cómo debe gestionarse este tipo de elementos. Sin embargo, lo que no esperábamos era tener que afrontar una derrama tan elevada para poder asumir la reforma. Fibrocemento (con amianto) El edificio fue construido en 1974 y, aunque muchos de los pisos han sido reformados con el paso del tiempo —al igual que algunas instalaciones comunes— aún quedan vestigios del pasado. Las tuberías son uno de ellos. En concreto, se trata de conducciones de fibrocemento, un material que, como bien sabemos, cuando se usaba antiguamente contenía amianto. El fibrocemento que se fabrica actualmente utiliza otras fibras pero en nuestro caso, al tener tantos años incluye amianto como uno de sus componentes. Nos hemos propuesto pintar los patios, y por ellos discurren tres tuberías de fibrocemento. Aunque actualmente se encuentran en buen estado, sin desperfectos visibles ni signos de desgaste, hemos decidido retirarlas al mismo tiempo para ejecutar todo el trabajo de forma coordinada. Lo que dice la ley Imagen | Jörg Möller en Pixabay En España, la retirada de tuberías y estructuras de fibrocemento con amianto está regulada de manera estricta, tanto por motivos de salud pública como por seguridad laboral. Estas son las principales normas y requisitos legales: Normativa aplicable Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo: Establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud para los trabajos con riesgo de exposición al amianto. Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales: Regula las obligaciones del empresario respecto a la protección de los trabajadores. Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, junto con la normativa autonómica correspondiente. En Andalucía, la retirada de fibrocemento (uralita) con amianto debe ser realizada por empresas autorizadas y registradas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) incluidas en el ámbito de aplicación del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo que he mencionado antes. Este registro garantiza que la empresa cuenta con los medios técnicos y humanos necesarios para realizar estos trabajos con seguridad. La temida palabra: cáncer. Seguro que ya conoces la problemática que rodea al fibrocemento, es decir, al amianto. Se trata de un material que, cuando se deteriora o se fragmenta, puede liberar fibras nocivas para la salud. Lo cierto es que, tras consultar con varias empresas para acometer la pintura de los patios, todas coincidieron en un mismo punto: los tubos debían ser retirados conforme a un protocolo muy estricto y exclusivamente por una empresa autorizada. Solo una de las empresas nos propuso una alternativa más económica, aunque lo hacía de forma que, digamos, no era del todo correcta ni ajustada a la legalidad. Por eso hemos optado por la versión cara... derrama de por medio. Cómo deben retirarse Aquí no bastaba con un profesional cualquiera ni con una empresa anunciada en panfletos por los portales. Teníamos claro que queríamos hacerlo conforme a lo que dicta la ley. Lo que no preveíamos era el alto coste que esto implicaría. Empresa especializada y registrada. La retirada de elementos con amianto solo puede ser realizada por empresas inscritas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto) de la que antes hemos hablado. Antes de iniciar la actuación, es imprescindible presentar un Plan de Trabajo con Amianto ante la autoridad laboral competente. Este plan debe aprobarse previamente e incluir todas las medidas preventivas y organizativas necesarias para la retirada. Durante los trabajos de retirada, es obligatorio utilizar equipos de protección individual (EPIs) específicos para evitar la exposición a las fibras. Además, la zona debe estar perfectamente delimitada, señalizada y con acceso restringido. Es esencial evitar romper las piezas para minimizar la emisión de fibras, empleando técnicas como el humedecimiento o sistemas de aspiración con filtros HEPA. En Xataka Smart Home Lo primero que hice antes de comprar mi casa fue comprobar de qué tipo eran sus tuberías. Si tienes de este tipo puede salir muy caro Una vez retirado, el fibrocemento debe considerarse residuo peligroso. Para tal fin debe embalarse en sacos o envoltorios herméticos y etiquetados adecuadamente. Después, tiene que ser transportado por un gestor autor

Abr 28, 2025 - 09:47
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Vamos a gastar un dineral en cambiar tuberías de casa. No sabíamos que era tan peligroso

Vamos a gastar un dineral en cambiar tuberías de casa. No sabíamos que era tan peligroso

En la comunidad de la que me toca ser presidente, estamos a punto de afrontar una inversión importante. Tenemos previsto pintar y, aprovechando la ocasión, retiraremos unas tuberías que ya no se utilizan y que llevan casi 50 años instaladas. El problema el el material del que están hechas (fibrocemento) y el elevado coste que supone esta intervención.

No se trata de una actuación obligada por normativa, aunque es cierto que la ley ya establece cómo debe gestionarse este tipo de elementos. Sin embargo, lo que no esperábamos era tener que afrontar una derrama tan elevada para poder asumir la reforma.

Fibrocemento (con amianto)

Fibrocemento

El edificio fue construido en 1974 y, aunque muchos de los pisos han sido reformados con el paso del tiempo —al igual que algunas instalaciones comunes— aún quedan vestigios del pasado. Las tuberías son uno de ellos. En concreto, se trata de conducciones de fibrocemento, un material que, como bien sabemos, cuando se usaba antiguamente contenía amianto.

El fibrocemento que se fabrica actualmente utiliza otras fibras pero en nuestro caso, al tener tantos años incluye amianto como uno de sus componentes.

Nos hemos propuesto pintar los patios, y por ellos discurren tres tuberías de fibrocemento. Aunque actualmente se encuentran en buen estado, sin desperfectos visibles ni signos de desgaste, hemos decidido retirarlas al mismo tiempo para ejecutar todo el trabajo de forma coordinada.

Lo que dice la ley

Bookcase 335849 1280 Imagen | Jörg Möller en Pixabay

En España, la retirada de tuberías y estructuras de fibrocemento con amianto está regulada de manera estricta, tanto por motivos de salud pública como por seguridad laboral.

Estas son las principales normas y requisitos legales:

Normativa aplicable

  1. Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo: Establece las disposiciones mínimas de seguridad y salud para los trabajos con riesgo de exposición al amianto.
  2. Ley 31/1995, de Prevención de Riesgos Laborales: Regula las obligaciones del empresario respecto a la protección de los trabajadores.
  3. Ley 7/2022 de residuos y suelos contaminados, junto con la normativa autonómica correspondiente.

En Andalucía, la retirada de fibrocemento (uralita) con amianto debe ser realizada por empresas autorizadas y registradas en el Registro de Empresas con Riesgo de Amianto (RERA) incluidas en el ámbito de aplicación del Real Decreto 396/2006, de 31 de marzo que he mencionado antes.

Este registro garantiza que la empresa cuenta con los medios técnicos y humanos necesarios para realizar estos trabajos con seguridad.

La temida palabra: cáncer. Seguro que ya conoces la problemática que rodea al fibrocemento, es decir, al amianto. Se trata de un material que, cuando se deteriora o se fragmenta, puede liberar fibras nocivas para la salud.

Lo cierto es que, tras consultar con varias empresas para acometer la pintura de los patios, todas coincidieron en un mismo punto: los tubos debían ser retirados conforme a un protocolo muy estricto y exclusivamente por una empresa autorizada.

Solo una de las empresas nos propuso una alternativa más económica, aunque lo hacía de forma que, digamos, no era del todo correcta ni ajustada a la legalidad. Por eso hemos optado por la versión cara... derrama de por medio.

Cómo deben retirarse

Amianto

Aquí no bastaba con un profesional cualquiera ni con una empresa anunciada en panfletos por los portales. Teníamos claro que queríamos hacerlo conforme a lo que dicta la ley. Lo que no preveíamos era el alto coste que esto implicaría.

Empresa especializada y registrada. La retirada de elementos con amianto solo puede ser realizada por empresas inscritas en el RERA (Registro de Empresas con Riesgo por Amianto) de la que antes hemos hablado.

Antes de iniciar la actuación, es imprescindible presentar un Plan de Trabajo con Amianto ante la autoridad laboral competente. Este plan debe aprobarse previamente e incluir todas las medidas preventivas y organizativas necesarias para la retirada.

Durante los trabajos de retirada, es obligatorio utilizar equipos de protección individual (EPIs) específicos para evitar la exposición a las fibras. Además, la zona debe estar perfectamente delimitada, señalizada y con acceso restringido. Es esencial evitar romper las piezas para minimizar la emisión de fibras, empleando técnicas como el humedecimiento o sistemas de aspiración con filtros HEPA.

Una vez retirado, el fibrocemento debe considerarse residuo peligroso. Para tal fin debe embalarse en sacos o envoltorios herméticos y etiquetados adecuadamente. Después, tiene que ser transportado por un gestor autorizado hasta un vertedero igualmente autorizado para su tratamiento y eliminación segura.

Como es un proceso que se llevará a cabo en una comunidad de vecinos, es obligatorio informar a los propietarios y residentes sobre los riesgos del amianto y las medidas de seguridad que se adoptarán. Esto permite asegurar su tranquilidad y fomentar la colaboración para que todo el proceso transcurra sin contratiempos.

Con pequeñas variaciones entre presupuestos, solo la retirada de los tubos (tres tuberías en dos patios) suponía un gasto cercano a los 6.000 euros. A eso había que sumar el coste de la pintura de ambas zonas comunes. En total, unos 13.000 euros, una cifra que, para una comunidad pequeña como la nuestra, implicaba una importante derrama.

La derrama total que debemos afrontar se sitúa cerca de los 1.000 euros por vivienda, ya que la comunidad está obligada a mantener un mínimo del 10 % del presupuesto anual ordinario como fondo de reserva, tal y como exige la ley.

Por ley y por sentido común

No cumplir la normativa en la retirada de materiales con amianto puede acarrear graves sanciones administrativas e incluso penales, tanto para particulares como para empresas.

Pero más allá del miedo a una sanción, está la responsabilidad ambiental y, sobre todo, la salud de los vecinos y de los trabajadores que van a manipular estos materiales.

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La noticia Vamos a gastar un dineral en cambiar tuberías de casa. No sabíamos que era tan peligroso fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Jose Antonio Carmona .