Estados Unidos recrudece la guerra arancelaria con China. En medio, está una Google que puede recibir un intenso fuego cruzado

Los aranceles que Donald Trump ha impuesto a las importaciones de Estados Unidos empiezan a causar estragos en la industria. No sabemos a ciencia cierta cuánto pagaremos por nuestro próximo móvil, pero los analistas apuntan a una subida agresiva en el precio de teléfonos como el iPhone de Apple. Tampoco se conoce el desenlace de este vaivén de imposiciones arancelarias, aunque los servicios tienen mucho que decir, empezando por una TikTok que parece ser moneda de cambio. Si bien en Europa, las telecos están a salvo, en el país norteamericano las consecuencias empiezan a notarse. Apple ha dejado de ser la empresa más valiosa del mundo, por una repercusión mayor como fabricante de dispositivos. Sin embargo, Google no va a estar exenta de recibir una dosis de realidad: por un lado, como dueña de ecosistema y por otro como fabricante, le incidirán indirectamente. Un terremoto con réplicas para Google como responsable de una plataforma Si bien los aranceles estadounidense se aplican a bienes físicos, sus efectos colaterales y el clima geopolítico general sí tienen implicaciones significativas para los servicios digitales. Especialmente en torno a Android y Play Store: Google debe otorgar licencias a los fabricantes para incluir los GMS (servicios de Google). Un potencial fracaso de fabricantes Android, que simplemente decidan retrasar lanzamientos o unos productos con precios en tendencia alcista, alterarán el ecosistema de Google A pesar de que las tarifas no gravan a las licencias de software, pueden crear un entorno de incertidumbre para los OEM que dependen del Android de Google. Estos fabricantes verán mermadas sus operaciones comerciales, tanto al importar dispositivos en suelo estadounidense como en transacciones de materiales necesarios para la manufacturación. Por poner algunos ejemplos, Xiaomi, Oppo o Vivo se enfrentarán a los aranceles estadounidenses sobre su hardware, no siendo así en suelo chino. ¿Qué ocurriría si el mercado de EE.UU. les deja de ser rentable? En casa tienen un ecosistema al que aferrarse, que además ha tenido un buen inicio (en su versión pura 'Next') superando a iOS en cuota de mercado: HarmonyOS. Para Google, sería muy grave perder socios directos. En Xataka Android Google alteró el desarrollo libre de Android. Contra todo pronóstico, a nadie le importa Y Play Store recibiría un golpe lateral. Un hipotético adiós a estos fabricantes provenientes de China restaría interés al conglomerado de Android, incluyendo a su tienda de aplicaciones. Conllevaría a un acceso reducido al mercado, por lo que los desarrolladores también notarían un flujo de ingresos menor. La presión de los aranceles sobre el ecosistema Android no se limita a China. Puede crear oportunidades para otros actores, véase Samsung o marcas como Sony o Asus, que pueden percibir un mayor riesgo dependiendo exclusivamente de Google. En esas, tendrían una posición privilegiada para explorar alternativas, incluso fuera de suelo chino. Google también tiene productos Volviendo a Google y sus productos, hay que mencionar líneas como Pixel o Nest: se encuentran directamente en la línea de fuego de la guerra arancelaria. Es por ello que enfrentarán aumentos en los costos y vulnerabilidades en la cadena de suministro. Muchos componentes electrónicos de los teléfonos de Google están supeditados a las nuevas tarifas, como los semiconductores o las baterías. Por si fuese poco, Google fabrica los Pixel principalmente en China y Vietnam. Si bien en el gigante asiático las tarifas son superiores, en Vietnam tampoco tiene Google una alternativa fiable. Un traslado de su producción a la isla puede mitigar los aranceles directos sobre el producto importado de China, pero esta estrategia no está exenta de riesgos: los componentes clave aún pueden provenir de China. En Xataka Móvil Los aranceles son tan fuertes como para que Apple se plantee una nueva vía para comprar un iPhone: la suscripción Además, el producto final, por ejemplo un Pixel, estaría sujeto al arancel específico aplicado a Vietnam, del 46%, una cifra nada desdeñable. Los analistas coinciden en que los nuevos aranceles elevarán los costes de la electrónica de consumo, algo que no ayudará tampoco a reducir la dependencia de China. A pesar de los esfuerzos de diversificación de la industria, las cadenas de suministro globales siguen dependiendo del país oriental para obtener componentes o para realizar el ensamblaje final: no es diferente para Google, lo que la hace particularmente vulnerable a posibles interrupciones con el comercio. Sin hablar de las exportaciones. China, que ha tomado como represalia imponer controles en la exportación sobre las tierras raras, también incide en la fabricación de los productos

Abr 9, 2025 - 16:29
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Estados Unidos recrudece la guerra arancelaria con China. En medio, está una Google que puede recibir un intenso fuego cruzado

Estados Unidos recrudece la guerra arancelaria con China. En medio, está una Google que puede recibir un intenso fuego cruzado

Los aranceles que Donald Trump ha impuesto a las importaciones de Estados Unidos empiezan a causar estragos en la industria. No sabemos a ciencia cierta cuánto pagaremos por nuestro próximo móvil, pero los analistas apuntan a una subida agresiva en el precio de teléfonos como el iPhone de Apple. Tampoco se conoce el desenlace de este vaivén de imposiciones arancelarias, aunque los servicios tienen mucho que decir, empezando por una TikTok que parece ser moneda de cambio.

Si bien en Europa, las telecos están a salvo, en el país norteamericano las consecuencias empiezan a notarse. Apple ha dejado de ser la empresa más valiosa del mundo, por una repercusión mayor como fabricante de dispositivos. Sin embargo, Google no va a estar exenta de recibir una dosis de realidad: por un lado, como dueña de ecosistema y por otro como fabricante, le incidirán indirectamente.

Un terremoto con réplicas para Google como responsable de una plataforma

Si bien los aranceles estadounidense se aplican a bienes físicos, sus efectos colaterales y el clima geopolítico general sí tienen implicaciones significativas para los servicios digitales. Especialmente en torno a Android y Play Store: Google debe otorgar licencias a los fabricantes para incluir los GMS (servicios de Google).

Play Store Un potencial fracaso de fabricantes Android, que simplemente decidan retrasar lanzamientos o unos productos con precios en tendencia alcista, alterarán el ecosistema de Google

A pesar de que las tarifas no gravan a las licencias de software, pueden crear un entorno de incertidumbre para los OEM que dependen del Android de Google. Estos fabricantes verán mermadas sus operaciones comerciales, tanto al importar dispositivos en suelo estadounidense como en transacciones de materiales necesarios para la manufacturación.

Por poner algunos ejemplos, Xiaomi, Oppo o Vivo se enfrentarán a los aranceles estadounidenses sobre su hardware, no siendo así en suelo chino. ¿Qué ocurriría si el mercado de EE.UU. les deja de ser rentable? En casa tienen un ecosistema al que aferrarse, que además ha tenido un buen inicio (en su versión pura 'Next') superando a iOS en cuota de mercado: HarmonyOS. Para Google, sería muy grave perder socios directos.

Y Play Store recibiría un golpe lateral. Un hipotético adiós a estos fabricantes provenientes de China restaría interés al conglomerado de Android, incluyendo a su tienda de aplicaciones. Conllevaría a un acceso reducido al mercado, por lo que los desarrolladores también notarían un flujo de ingresos menor.

La presión de los aranceles sobre el ecosistema Android no se limita a China. Puede crear oportunidades para otros actores, véase Samsung o marcas como Sony o Asus, que pueden percibir un mayor riesgo dependiendo exclusivamente de Google. En esas, tendrían una posición privilegiada para explorar alternativas, incluso fuera de suelo chino.

Google también tiene productos

Volviendo a Google y sus productos, hay que mencionar líneas como Pixel o Nest: se encuentran directamente en la línea de fuego de la guerra arancelaria. Es por ello que enfrentarán aumentos en los costos y vulnerabilidades en la cadena de suministro. Muchos componentes electrónicos de los teléfonos de Google están supeditados a las nuevas tarifas, como los semiconductores o las baterías.

Por si fuese poco, Google fabrica los Pixel principalmente en China y Vietnam. Si bien en el gigante asiático las tarifas son superiores, en Vietnam tampoco tiene Google una alternativa fiable. Un traslado de su producción a la isla puede mitigar los aranceles directos sobre el producto importado de China, pero esta estrategia no está exenta de riesgos: los componentes clave aún pueden provenir de China.

Además, el producto final, por ejemplo un Pixel, estaría sujeto al arancel específico aplicado a Vietnam, del 46%, una cifra nada desdeñable. Los analistas coinciden en que los nuevos aranceles elevarán los costes de la electrónica de consumo, algo que no ayudará tampoco a reducir la dependencia de China.

A pesar de los esfuerzos de diversificación de la industria, las cadenas de suministro globales siguen dependiendo del país oriental para obtener componentes o para realizar el ensamblaje final: no es diferente para Google, lo que la hace particularmente vulnerable a posibles interrupciones con el comercio.

Google Pixel

Sin hablar de las exportaciones. China, que ha tomado como represalia imponer controles en la exportación sobre las tierras raras, también incide en la fabricación de los productos 'Made by Google': son indispensables para componentes como las pantallas y los semiconductores.

¿Significa esto que pagaremos más por nuestro próximo Pixel o altavoz Nest? Es probable. El aumento en los costes de fabricación terminará trasladándose a los consumidores. Por el momento se desconoce cuánto repercutirán los aranceles y el complejo entramado económico: la información actual apunta a los iPhone, pero en el caso de los Pixel, podemos esperar un impacto similar.

De igual manera, los gravámenes pueden afectar a la disponibilidad de los productos. Algunas empresas ya han detenido temporalmente la venta de algunos de sus productos para evaluar el impacto de los aranceles. Para Google, que hace poco frenó la salida de su Pixel 9a (por otros motivos), la realidad no es distinta.

Por un lado o por otro, Google se verá afectada colateralmente por los aranceles de Trump

En caso de que los precios suban para los consumidores, la demanda se verá alterada: podría llevarnos a querer conservar nuestros dispositivos por más tiempo, algo que tampoco es un excesivo drama considerando la escena Android actual, en la que los dispositivos actualizan mejor que nunca.

Esta guerra arancelaria, particularmente más ardua entre EE.UU. y China, viene marcada por las escaladas de los últimos días, e impone ciertos desafíos multifacéticos tanto a los fabricantes como a la propia Google. El resultado a largo plazo es incierto, pero la trayectoria actual apunta hacia un entorno más complejo y sobre todo, fragmentado. El gigante del buscador deberá tener la capacidad para adaptarse, defender su ecosistema y manejar las relaciones con gobiernos y socios.

Imagen de portada | Composición con imágenes de RawPixel y Wikimedia Commons

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La noticia Estados Unidos recrudece la guerra arancelaria con China. En medio, está una Google que puede recibir un intenso fuego cruzado fue publicada originalmente en Xataka Android por Pepu Ricca .