Si la vida no te da para llamar a tus padres, hay una solución distópica: contratar una IA que lo haga por ti ya es posible

Netflix debería tomar nota del alcance que están tomando algunas compañías de inteligencia artificial porque Black Mirror podría quedar desfasada. Llamar a los padres o a los abuelos posiblemente sea un acto que realizan millones de personas con frecuencia, pero ahora la tecnología lo quiere poner más “fácil”. Si, por lo que fuera, no tienes tiempo de esa llamada a tus seres queridos, ya hay una forma distópica de arreglarlo: la IA lo hace por ti. El artificio para llenar el silencio. Lo contaba esta semana el medio 404. En una era en la que la IA se infiltra en los rincones más íntimos de la vida cotidiana, una startup llamada inTouch ha ido un paso más allá: ofrecer llamadas automatizadas a padres y abuelos para aquellos que, por falta de tiempo o de voluntad, no pueden (o no quieren) hablar con ellos a diario. El servicio funciona con una voz generada por IA que entabla conversaciones suaves sobre estados de ánimo, aficiones o recuerdos, y luego envía un resumen emocional al familiar que contrató el servicio. A primera vista, la propuesta puede parecer práctica, incluso útil: mantiene el contacto, monitoriza el bienestar del adulto mayor y evita el aislamiento. Sin embargo, también abre una grieta de lo más inquietante: la de reemplazar vínculos humanos por simulacros sintéticos, disfrazados de atención pero vacíos de afecto genuino. La idea de delegar en un algoritmo el acto de hablar con quién te dio la vida, por más bienintencionado que sea, roza lo distópico, o algo peor. En Xataka La campaña del aceite de oliva va tan bien que los olivareros españoles ya han perdido 270 millones de euros El espejismo. El medio llevó a cabo una prueba del servicio confirmando que inTouch funciona como promete: las llamadas se realizan, la IA responde con cierta coherencia, y las alertas emocionales llegan a la aplicación del familiar. Pero funciona solo en lo técnico. En lo afectivo, las respuestas reales son más complejas. La madre del redactor, tras escuchar el tono de la voz artificial, lo resumió sin rodeos: suena como una llamada comercial automatizada, demasiado rápida, demasiado impersonal, y exigiría a la persona mayor un nivel de agilidad mental poco realista para muchos usuarios en edad avanzada. Aquí radica uno de sus problemas, porque detrás de la aparente eficiencia, la experiencia revela algo más crudo: la incapacidad de la tecnología para capturar el tono exacto de una broma compartida, la pausa cómplice, el suspiro que no necesita explicación. Como explicaba Hongtu Chen, investigador de Harvard, las conversaciones familiares son un tapiz tejido a lo largo de décadas de memorias, emociones y significados que ninguna IA puede imitar sin que suene, en el mejor de los casos, hueco, y en el peor, alienante. Tecnología que no cuida. Aun así, el fundador de inTouch, Vassili Le Moigne, no lo plantea como un sustituto de los vínculos reales, sino como una extensión del cuidado para los días en que la distancia o el tiempo impiden estar presentes. Inspirado por su propia experiencia con su madre y su tía, defiende que la tecnología no debe suplantar la relación familiar, sino ofrecer una presencia mínima cuando la humana no puede llegar. De hecho, se negó a que la voz de la IA imitara la de un familiar, precisamente para no cruzar el límite ético de suplantar un vínculo real. Para él, el objetivo no es engañar, sino acompañar: mantener una rutina de contacto, detectar señales de alerta, y dar a los mayores una estructura que refuerce su autonomía y su legado. Un propósito que inevitablemente se enfrenta al juicio subjetivo: el de quien recibe la llamada. Porque si bien la IA puede hablar, todavía no puede escuchar con emoción, ni ofrecer la calidez de una presencia humana cuando más se necesita. En Xataka El boicot de Europa a Estados Unidos es real y se está notando en uno de sus sectores más rentables: el turismo Un valor insustituible. La tecnología, como tantas veces en la historia, ha llegado para resolver un problema real: la soledad creciente de las personas mayores. Pero el remedio propuesto por servicios como inTouch revela también una brecha moral más profunda: la incapacidad colectiva de cuidar como antes, de dedicar tiempo a los vínculos más sagrados. A medida que los ritmos modernos se aceleran y las familias se dispersan, surgen soluciones que prometen eficiencia, pero que corren el riesgo de convertir el afecto en tarea delegable. Plus: ninguna interfaz puede replicar la “emoción” de una conversación entre madre e hijo, ni sustituir el gesto simple pero humano de tomar el teléfono y saludar de forma afectiva. Como subrayaban tras la prueba en 404, lo que en breve puede estar en juego no es solo la funcionalidad del servicio, sino la dignidad de la relación. Porque cuando un anciano responde a una voz artificial en lugar de la

Abr 15, 2025 - 17:18
 0
Si la vida no te da para llamar a tus padres, hay una solución distópica: contratar una IA que lo haga por ti ya es posible

Si la vida no te da para llamar a tus padres, hay una solución distópica: contratar una IA que lo haga por ti ya es posible

Netflix debería tomar nota del alcance que están tomando algunas compañías de inteligencia artificial porque Black Mirror podría quedar desfasada. Llamar a los padres o a los abuelos posiblemente sea un acto que realizan millones de personas con frecuencia, pero ahora la tecnología lo quiere poner más “fácil”. Si, por lo que fuera, no tienes tiempo de esa llamada a tus seres queridos, ya hay una forma distópica de arreglarlo: la IA lo hace por ti.

El artificio para llenar el silencio. Lo contaba esta semana el medio 404. En una era en la que la IA se infiltra en los rincones más íntimos de la vida cotidiana, una startup llamada inTouch ha ido un paso más allá: ofrecer llamadas automatizadas a padres y abuelos para aquellos que, por falta de tiempo o de voluntad, no pueden (o no quieren) hablar con ellos a diario. El servicio funciona con una voz generada por IA que entabla conversaciones suaves sobre estados de ánimo, aficiones o recuerdos, y luego envía un resumen emocional al familiar que contrató el servicio.

A primera vista, la propuesta puede parecer práctica, incluso útil: mantiene el contacto, monitoriza el bienestar del adulto mayor y evita el aislamiento. Sin embargo, también abre una grieta de lo más inquietante: la de reemplazar vínculos humanos por simulacros sintéticos, disfrazados de atención pero vacíos de afecto genuino. La idea de delegar en un algoritmo el acto de hablar con quién te dio la vida, por más bienintencionado que sea, roza lo distópico, o algo peor.

El espejismo. El medio llevó a cabo una prueba del servicio confirmando que inTouch funciona como promete: las llamadas se realizan, la IA responde con cierta coherencia, y las alertas emocionales llegan a la aplicación del familiar. Pero funciona solo en lo técnico. En lo afectivo, las respuestas reales son más complejas. La madre del redactor, tras escuchar el tono de la voz artificial, lo resumió sin rodeos: suena como una llamada comercial automatizada, demasiado rápida, demasiado impersonal, y exigiría a la persona mayor un nivel de agilidad mental poco realista para muchos usuarios en edad avanzada.

Aquí radica uno de sus problemas, porque detrás de la aparente eficiencia, la experiencia revela algo más crudo: la incapacidad de la tecnología para capturar el tono exacto de una broma compartida, la pausa cómplice, el suspiro que no necesita explicación. Como explicaba Hongtu Chen, investigador de Harvard, las conversaciones familiares son un tapiz tejido a lo largo de décadas de memorias, emociones y significados que ninguna IA puede imitar sin que suene, en el mejor de los casos, hueco, y en el peor, alienante.

Tecnología que no cuida. Aun así, el fundador de inTouch, Vassili Le Moigne, no lo plantea como un sustituto de los vínculos reales, sino como una extensión del cuidado para los días en que la distancia o el tiempo impiden estar presentes. Inspirado por su propia experiencia con su madre y su tía, defiende que la tecnología no debe suplantar la relación familiar, sino ofrecer una presencia mínima cuando la humana no puede llegar.

De hecho, se negó a que la voz de la IA imitara la de un familiar, precisamente para no cruzar el límite ético de suplantar un vínculo real. Para él, el objetivo no es engañar, sino acompañar: mantener una rutina de contacto, detectar señales de alerta, y dar a los mayores una estructura que refuerce su autonomía y su legado. Un propósito que inevitablemente se enfrenta al juicio subjetivo: el de quien recibe la llamada. Porque si bien la IA puede hablar, todavía no puede escuchar con emoción, ni ofrecer la calidez de una presencia humana cuando más se necesita.

Un valor insustituible. La tecnología, como tantas veces en la historia, ha llegado para resolver un problema real: la soledad creciente de las personas mayores. Pero el remedio propuesto por servicios como inTouch revela también una brecha moral más profunda: la incapacidad colectiva de cuidar como antes, de dedicar tiempo a los vínculos más sagrados. A medida que los ritmos modernos se aceleran y las familias se dispersan, surgen soluciones que prometen eficiencia, pero que corren el riesgo de convertir el afecto en tarea delegable.

Plus: ninguna interfaz puede replicar la “emoción” de una conversación entre madre e hijo, ni sustituir el gesto simple pero humano de tomar el teléfono y saludar de forma afectiva. Como subrayaban tras la prueba en 404, lo que en breve puede estar en juego no es solo la funcionalidad del servicio, sino la dignidad de la relación. Porque cuando un anciano responde a una voz artificial en lugar de la de su hijo, no solo se automatiza una llamada: se mecaniza el cuidado, se subcontrata la ternura, o se delega lo esencial. Y eso, por más moderno que parezca, es un retroceso que ninguna innovación debería justificar.

Netflix, estás tardando en tomar nota.

Imagen: Pexels, inTouch

En Xataka Móvil | Hay influencers en Instagram sexualizando el síndrome de Down para monetizarlo. Y la gente no se da cuenta que es todo IA

En Xataka Móvil | Convertirse en mula bancaria es más fácil de lo que parece: una publicación en Instagram o TikTok puede ser el principio de todo

-
La noticia Si la vida no te da para llamar a tus padres, hay una solución distópica: contratar una IA que lo haga por ti ya es posible fue publicada originalmente en Xataka Móvil por Miguel Jorge .