​¿Qué podemos aprender del experimento alemán sobre la renta básica universal?​

En un contexto donde la automatización y la inteligencia artificial transforman rápidamente el mercado laboral, la idea de una renta básica universal (RBU), sobre la que he escrito en numerosas ocasiones, ha ganado relevancia como posible respuesta a los desafíos socioeconómicos emergentes. El experimento llevado a cabo en Alemania por la iniciativa Mein Grundeinkommen, que …

Abr 13, 2025 - 15:16
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​¿Qué podemos aprender del experimento alemán sobre la renta básica universal?​

IMAGE: Mein Grundeinkommen

En un contexto donde la automatización y la inteligencia artificial transforman rápidamente el mercado laboral, la idea de una renta básica universal (RBU), sobre la que he escrito en numerosas ocasiones, ha ganado relevancia como posible respuesta a los desafíos socioeconómicos emergentes.

El experimento llevado a cabo en Alemania por la iniciativa Mein Grundeinkommen, que se une a muchos otros anteriores, proporciona datos valiosos sobre los efectos de una RBU en la vida de las personas. Entre 2020 y 2023, 122 participantes recibieron €1,200 mensuales sin ningún tipo de condiciones durante tres años. Este grupo fue comparado con una muestra de control de 1,580 personas que no recibieron ese ingreso adicional. El estudio, respaldado por instituciones como el Instituto Alemán de Investigación Económica (DIW), buscó analizar el impacto de la RBU en aspectos como el empleo, la salud mental y la autodeterminación.

Los resultados obtenidos sirven para desmontar muchos de los mitos comúnmente asociados con la idea de una renta básica incondicional o universal. En términos de empleo y productividad, los resultados son claramente contrarios al argumento de que una RBU desincentiva el trabajo: el estudio demostró que los participantes mantuvieron un promedio de trabajo de cuarenta horas laborales semanales, similar al del grupo de control. Además, se observó una mayor disposición a cambiar de empleo o a invertir en formación adicional, indicando una búsqueda de mayor satisfacción y realización personal.

En lo referente a bienestar y salud mental, se observó que los beneficiarios reportaron en general mejoras significativas en su bienestar general, incluyendo una mayor satisfacción con su vida, mejor calidad del sueño y niveles reducidos de estrés. Estos efectos positivos persistieron incluso seis meses después de finalizar los pagos.

Con respecto a autonomía y autodeterminación, la RBU sirvió claramente para fortalecer la sensación de autonomía entre los participantes, especialmente en mujeres, que experimentaron una mayor capacidad para tomar decisiones independientes y gestionar su tiempo de manera efectiva.

Además, se observó un cambio importante en el comportamiento financiero y el altruismo: los receptores de la RBU no solo mejoraron su estabilidad financiera mediante el ahorro, sino que también mostraron un aumento en comportamientos altruistas, como donaciones y apoyo económico a familiares y amigos. Además, se observaron otra serie de efectos inesperados, como el que no hubiese ningún cambio significativo observable en su comportamiento con respecto al voto, que no hubiera cambios en la inclinación al riesgo, y que los receptores de la RBU no cayesen en comportamientos de procrastinación de manera más acusada que el el grupo de control.

A medida que la IA y la robótica asumen tareas anteriormente realizadas por humanos, surge la necesidad de repensar la distribución de la riqueza generada por estas tecnologías. Múltiples líderes empresariales han propuesto la RBU como una solución para mitigar los efectos del desempleo tecnológico y garantizar una distribución equitativa de los beneficios de la automatización. El experimento alemán proporciona evidencias empíricas de que una RBU puede mejorar significativamente el bienestar individual sin reducir la participación laboral.

En un futuro donde la automatización va a generar sin ninguna duda excedentes de producción, la RBU se presenta como una herramienta viable para asegurar la estabilidad económica y social. Si algo podemos aprender del experimento alemán sobre RBU es que todos esos mitos en los que supuestamente los receptores dejan de trabajar, se vuelven vagos e indolentes, pierden su motivación o se quedan en casa todo el día jugando videojuegos y fumando marihuana son mentira, una chorrada inexistente que jamás debería influir la decisión de avanzar en ese sentido.

Me parece cada día más importante que los responsables políticos consideren este tipo de experimentos y sus conclusiones, evitando mitos y generalizaciones absurdas, a la hora de diseñar políticas que respondan a los desafíos de la era digital, y vayan evolucionando las actuales políticas de subsidios hacia una RBU genuina que recibe toda la población, que simplemente devuelven en forma de impuestos aquellos que no la necesitan, que no da lugar a ningún tipo de estigma ni a la posible compra de voluntades políticas, y que resulta, además, sensiblemente más sencilla de gestionar.