¿Por qué usar tarjetas de crédito cuando puedes pagar con un cartucho de SNES? La historia del Home Banking System
Si te va el tema del videojuego retro sabrás que hay cartuchos de SNES que hoy cuestan una barbaridad de dinero y otros que tienen un valor incalculable. La razón de ser del Home Banking System era justo lo contrario: que con un sencillo cartucho del Cerebro de la Bestia pudieses gestionar tu propio dinero o pagar tus gastos desde casa. Tan simple como suena. Y pese a que, como veremos, aquella iniciativa se quedó en un prototipo, la idea en sí ya existía y en Japón estaba presente desde los tiempos de la Famicom. Ponernos en contexto no es algo opcional: hoy tú y yo gestionamos nuestras cuentas bancarias desde el móvil o realizamos pagos al instante con Bizum, pero en el año 1998 no todo el mundo tenía un ordenador en casa -o se lo podían permitir- y aquello de la banca online no terminaba de generar confianza. Más bien lo contrario. Ante ese panorama, TranDirect Holdings puso una solución sobre la mesa: el Home Banking System y abría las puertas a un mercado que, según ellos, estaba sin explorar. Al menos en Estados Unidos. El sistema en sí apenas tenía misterios: se trata de un cartucho de SNES (los de diseño americano más cuadriculado) que se conectaba a los servidores de la entidad bancaria y gestionaban las operaciones sugeridas a través de un menú que, como verás, es hijo de su tiempo. Que conste que las webs de entonces tampoco eran mucho más elaboradas a nivel de presentación y funciones, pero su sencillez era un punto adicional. Entre las opciones del cartucho encontramos la gestión de la cuenta, los pagos rápidos, un tablón de noticias, la siempre agradecida sección de información al usuario y un paquete de servicios. Requiriendo un sistema de contraseñas para conectarse, así como acceso telefónico, y un curioso mando con la forma y los botones de un pequeño teclado. ¿El requisito por parte del cliente? Tener una SNES en casa. Y no lo vamos a negar, en aquella época era muy sencillo y barato hacerse con una. Porque seguían apareciendo juegos para El Cerebro de la Bestia, pero estamos hablando del mismo año en el que los juegos que triunfaban eran Zelda: Ocarina of Time, Metal Gear Solid o Half Life. Con todo, la premisa del Home Banking System no era ganarse a quienes tenían una cuenta en un banco, sino en vender la tecnología a las entidades financieras dejando claro que sus clientes con acceso a los servicios de banca online podían cambiar de banco o sucursal desde su PC y la comodidad de su hogar simplemente empleando el software facilitado, de modo que se fidelizaban a sus clientes, se le ofrecían soluciones muy sencillas y se habilitaban las gestiones las 24 horas del día, aunque éstas solo se realizaban cuando se conectaba la el servicio al servidor. ¿Y qué pasó con aquella idea? La tecnología y todo lo que rodeaba el Home Banking System se quedó en el prototipo del cartucho, el mando, su tecnología y un vídeo promocional elaborado para captar el interés de las entidades bancarias. El cual puedes ver a continuación. Finalmente se decidió no dar el paso, y teniendo en cuenta que ese mismo año saldría la Dreamcast se pueden entender las razones. Sin embargo, como ya comentamos, lo de usar las consolas como cajeros online ya venía de atrás. Al menos en Japón. Consolas como la Famicom, el equivalente a la NES japonesa, la propia N64 con el periférico 64DD o incluso la Game Boy Color tenían sus propias maneras de conectarse a internet y añadir diferentes servicios, incluyendo servicios bancarios. El rango de operaciones y la inmediatez de los mismos no eran comparables a los actuales, pero incluso había opciones para hacer acciones bursátiles con Cosmo no Famicom Trade o Yamatane no Famicom Trade. Pero eso, me temo, ya es otra historia. En VidaExtra | El día que Nintendo reinventó el precio y la distribución de los videojuegos: la historia del Disk Writer de Famicom - La noticia ¿Por qué usar tarjetas de crédito cuando puedes pagar con un cartucho de SNES? La historia del Home Banking System fue publicada originalmente en Vida Extra por Frankie MB .

Si te va el tema del videojuego retro sabrás que hay cartuchos de SNES que hoy cuestan una barbaridad de dinero y otros que tienen un valor incalculable. La razón de ser del Home Banking System era justo lo contrario: que con un sencillo cartucho del Cerebro de la Bestia pudieses gestionar tu propio dinero o pagar tus gastos desde casa. Tan simple como suena. Y pese a que, como veremos, aquella iniciativa se quedó en un prototipo, la idea en sí ya existía y en Japón estaba presente desde los tiempos de la Famicom.
Ponernos en contexto no es algo opcional: hoy tú y yo gestionamos nuestras cuentas bancarias desde el móvil o realizamos pagos al instante con Bizum, pero en el año 1998 no todo el mundo tenía un ordenador en casa -o se lo podían permitir- y aquello de la banca online no terminaba de generar confianza. Más bien lo contrario. Ante ese panorama, TranDirect Holdings puso una solución sobre la mesa: el Home Banking System y abría las puertas a un mercado que, según ellos, estaba sin explorar. Al menos en Estados Unidos.
El sistema en sí apenas tenía misterios: se trata de un cartucho de SNES (los de diseño americano más cuadriculado) que se conectaba a los servidores de la entidad bancaria y gestionaban las operaciones sugeridas a través de un menú que, como verás, es hijo de su tiempo. Que conste que las webs de entonces tampoco eran mucho más elaboradas a nivel de presentación y funciones, pero su sencillez era un punto adicional.

Entre las opciones del cartucho encontramos la gestión de la cuenta, los pagos rápidos, un tablón de noticias, la siempre agradecida sección de información al usuario y un paquete de servicios. Requiriendo un sistema de contraseñas para conectarse, así como acceso telefónico, y un curioso mando con la forma y los botones de un pequeño teclado.
¿El requisito por parte del cliente? Tener una SNES en casa. Y no lo vamos a negar, en aquella época era muy sencillo y barato hacerse con una. Porque seguían apareciendo juegos para El Cerebro de la Bestia, pero estamos hablando del mismo año en el que los juegos que triunfaban eran Zelda: Ocarina of Time, Metal Gear Solid o Half Life.

Con todo, la premisa del Home Banking System no era ganarse a quienes tenían una cuenta en un banco, sino en vender la tecnología a las entidades financieras dejando claro que sus clientes con acceso a los servicios de banca online podían cambiar de banco o sucursal desde su PC y la comodidad de su hogar simplemente empleando el software facilitado, de modo que se fidelizaban a sus clientes, se le ofrecían soluciones muy sencillas y se habilitaban las gestiones las 24 horas del día, aunque éstas solo se realizaban cuando se conectaba la el servicio al servidor. ¿Y qué pasó con aquella idea?
La tecnología y todo lo que rodeaba el Home Banking System se quedó en el prototipo del cartucho, el mando, su tecnología y un vídeo promocional elaborado para captar el interés de las entidades bancarias. El cual puedes ver a continuación.
Finalmente se decidió no dar el paso, y teniendo en cuenta que ese mismo año saldría la Dreamcast se pueden entender las razones. Sin embargo, como ya comentamos, lo de usar las consolas como cajeros online ya venía de atrás. Al menos en Japón.
Consolas como la Famicom, el equivalente a la NES japonesa, la propia N64 con el periférico 64DD o incluso la Game Boy Color tenían sus propias maneras de conectarse a internet y añadir diferentes servicios, incluyendo servicios bancarios. El rango de operaciones y la inmediatez de los mismos no eran comparables a los actuales, pero incluso había opciones para hacer acciones bursátiles con Cosmo no Famicom Trade o Yamatane no Famicom Trade. Pero eso, me temo, ya es otra historia.
En VidaExtra | El día que Nintendo reinventó el precio y la distribución de los videojuegos: la historia del Disk Writer de Famicom
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¿Por qué usar tarjetas de crédito cuando puedes pagar con un cartucho de SNES? La historia del Home Banking System
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Frankie MB
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