Cerca de 4,5 trillones de colillas se echan al medioambiente: este robot quiere quitarlas de nuestras playas
Las colillas son el residuo más común del planeta: solo en España se arrojan a las playas un total de 5.000 millones de cigarrillos cada año. Un nuevo robot con forma de perro promete plantar cara al problema.

Cada verano, la escena se repite: paseos por la playa entre restos de cigarrillos semienterrados en la arena. Lo que a simple vista puede parecer un gesto inofensivo —apagar el cigarro en la orilla y dejarlo atrás— tiene un coste ambiental enorme. Las colillas de cigarrillo son, de hecho, el residuo más abundante del mundo. Se estima que cerca de 4,5 trillones de colillas acaban en el medioambiente cada año, de los 6 trillones de cigarrillos que se consumen globalmente.
Pero no es solo un desecho feo. Cada colilla tarda, de media, 12 años en descomponerse y lo hace liberando en su camino una combinación tóxica de nicotina, pesticidas, alquitrán, metales pesados y otros contaminantes. Muchos de estos residuos llegan al mar, donde afectan tanto a la fauna marina como a los seres humanos. Según Greenpeace, el 70% de la basura que se lanza al mar acaba en el fondo, un 15% permanece flotando en la columna de agua y el resto termina en playas.
El impacto va mucho más allá de lo visible. De acuerdo con la OMS, la industria tabacalera es responsable cada año de más de 8 millones de muertes, 600 millones de árboles talados, 22.000 millones de toneladas de agua gastadas y 84 millones de toneladas de CO2 emitidas. Y, aun así, la previsión para este 2025 es que se produzcan 9 trillones de cigarrillos en todo el mundo.
VERO, el robot que busca colillas en la arena
Una posible respuesta a esta crisis sería la solución que ha desarrollado un equipo de investigadores italianos. Han creado VERO, un robot cuadrúpedo con forma de perro diseñado para rastrear y recolectar colillas de cigarrillo en entornos como la arena de las playas, donde las máquinas tradicionales no pueden acceder.
Equipado con cámaras, algoritmos de detección y un sistema de aspiración en cada pata, VERO se desplaza por el terreno reconociendo y succionando colillas. También puede detectar residuos de mayor tamaño y enviar una alerta para que un equipo humano los recoja.
“VERO nace de la frustración de ver cómo la gente tira las colillas a la playa. Puede distinguirlas del resto de objetos y acceder a lugares complicados”, explica Claudio Semini, investigador del Instituto Italiano de Tecnología (IIT).
Aunque su misión principal es limpiar las playas, los creadores de VERO aseguran que su tecnología puede adaptarse para otros entornos y residuos. “Esto es solo el comienzo”, apunta Semini.
Un problema con costes económicos y ambientales
En España, se arrojan cada año 5.000 millones de colillas solo en las playas. Representan cerca del 40% de la basura urbana y su recogida implica un importante gasto para las administraciones locales.
Por ello, la necesidad de soluciones tecnológicas como VERO se vuelve cada vez más urgente. Con más concienciación, regulación y herramientas como este robot, limpiar las playas de colillas podría dejar de ser una batalla perdida.