El ajuste de imagen más recomendado en las Smart TV me hacía odiar el aspecto de los contenidos. El problema lo tenía yo

Cuando hablamos de ajustar o calibrar la imagen de nuestros televisores uno de los factores que se suele recomendar comprobar es que la temperatura de color está bien configurada, ya que de ella dependerá la tonalidad final de toda la escena. Sin embargo, muchas veces los valores recomendados por los expertos no gustan a todo el mundo y, de hecho, eso es lo que me ha pasado a mi durante años, cuando ponía un valor "incorrecto" en las configuraciones de diferentes teles y monitores. ¿Cuál era el problema? En Xataka Smart Home La "luz de fondo" de tu tele: qué es, en qué se diferencia del "brillo" y cómo ajustarla correctamente Qué es la temperatura del color y qué valor es el recomendado Al calentar un cuerpo negro este comenzará a irradiar luz, y a medida que se calienta brilla con diferentes colores que se registran a temperaturas específicas  medidas en grados Kelvin (K). Es lo que se conoce como temperatura de color. Inicialmente irradia tonos rojos y amarillos, luego se vuelve blanco y finalmente brilla en tonos más azulados. Esto nos da una escala de temperaturas donde para cada una de ellas se asocia una tonalidad de color diferente que sirve como referencia para distintas aplicaciones de fotografía y cine de forma que haya una base sobre la que unificar cómo se graban y reproducen las imágenes. La Comisión Internacional de Iluminación (CIE) buscó cuál sería la temperatura del blanco neutro para grabar y reproducir imágenes con la menor alteración posible con respecto a la luz original y eligió una temperatura específica de 6500 K para representar la luz diurna promedio. Representa la luz de un día soleado con alguna nube ocasional y da como origen a lo que se conoce como estándar D65. Escala de temperaturas de color en grados Kelvin. Imagen: BenQ Este estándar de vídeo define el color blanco tanto para contenido de rango dinámico estándar (SDR) como de alto rango dinámico (HDR) y es uno de los valores que suele venir calibrado en las teles actuales en ciertos modos de imagen, como el modo "cineasta" o "Filmmaker" o en algunos modos de "cine" o "natural". Sin embargo no suele ser el que está seleccionado en otros como "vívido" o "dinámico". ¿Qué pasa si no tenemos la pantalla configurada con esta temperatura de color D65? Pues que si ponemos una más elevada toda la imagen tenderá hacia tonos azulados, mientras que si tenemos una temperatura más baja tenderá hacia tonalidades amarillentas y anaranjadas. Elegir el modo Cineasta, Película o Cine suele ser la solución más sencilla para  seleccionar una temperatura de color cercana al estándar D65 equivalente a 6500 K, un valor que la mayoría de fabricantes denomina como "Cálido" "Cálido 2" o similar. Esto es algo que puede resultar confuso, puesto que en la realidad serían los valores más bajos los que tendrían esa denominación y deberían llamarse algo más como "neutro", "normal" o algo parecido. Además hay que tener en cuenta que la luz ambiental afectará la forma en que percibimos la imagen que vemos en la tele. Según explican desde BenQ, cuando la luz ambiental tiene una temperatura del color más alta que la de la pantalla, nos da la sensación de que la imagen que se muestra más amarilla de lo que realmente es. Y cuando la temperatura del color del entorno es inferior a la del monitor, percibimos que la imagen en la pantalla es más azul. Idealmente, la temperatura del color de la luz ambiental en el entorno debe ser la misma que la de la tele para que podamos percibir los colores de la imagen en la pantalla correctamente. No me gusta el valor recomendado: lo veo todo demasiado amarillento Sin embargo, elegir esta temperatura recomendada de 6500K en la tele no gusta a todo el mundo. De hecho, a nada que busquemos un poco por redes y foros especializados hay cientos de opiniones que señalan que seleccionar esta temperatura da la sensación de ver la imagen demasiado amarillenta. Es lo que me pasó a mi durante años, un problema que comenzó a principios de los años 2000 cuando tuvimos nuestra primera tele de plasma en casa que venía con tres modos de ajuste: cálido, normal y fría. La que más me gustaba era la temperatura fría, que claramente aportaba un tinte azulado a la imagen, incluyendo los blancos, que no eran completamente naturales. Pero es que usar las otras dos opciones me parecía que ponía todo demasiado anaranjado-amarillento. Imagen: BenQ La explicación a esta percepción puede ser variada, pero uno de los motivos es que al añadir azul al blanco se da una ilusión óptica que nos parece que el blanco es más intenso, a pesar de que está claramente desviado hacia el azul. Esto hace que a mucha gente le suela gustar y parecer más natural las temperaturas de color más frías, algo que se da también a la hora de iluminar nuest

Jun 9, 2025 - 07:10
 0
El ajuste de imagen más recomendado en las Smart TV me hacía odiar el aspecto de los contenidos. El problema lo tenía yo

El ajuste de imagen más recomendado en las Smart TV me hacía odiar el aspecto de los contenidos. El problema lo tenía yo

Cuando hablamos de ajustar o calibrar la imagen de nuestros televisores uno de los factores que se suele recomendar comprobar es que la temperatura de color está bien configurada, ya que de ella dependerá la tonalidad final de toda la escena.

Sin embargo, muchas veces los valores recomendados por los expertos no gustan a todo el mundo y, de hecho, eso es lo que me ha pasado a mi durante años, cuando ponía un valor "incorrecto" en las configuraciones de diferentes teles y monitores. ¿Cuál era el problema?

Qué es la temperatura del color y qué valor es el recomendado

Al calentar un cuerpo negro este comenzará a irradiar luz, y a medida que se calienta brilla con diferentes colores que se registran a temperaturas específicas  medidas en grados Kelvin (K). Es lo que se conoce como temperatura de color.

Inicialmente irradia tonos rojos y amarillos, luego se vuelve blanco y finalmente brilla en tonos más azulados. Esto nos da una escala de temperaturas donde para cada una de ellas se asocia una tonalidad de color diferente que sirve como referencia para distintas aplicaciones de fotografía y cine de forma que haya una base sobre la que unificar cómo se graban y reproducen las imágenes.

La Comisión Internacional de Iluminación (CIE) buscó cuál sería la temperatura del blanco neutro para grabar y reproducir imágenes con la menor alteración posible con respecto a la luz original y eligió una temperatura específica de 6500 K para representar la luz diurna promedio. Representa la luz de un día soleado con alguna nube ocasional y da como origen a lo que se conoce como estándar D65.

Escala Benq Escala de temperaturas de color en grados Kelvin. Imagen: BenQ

Este estándar de vídeo define el color blanco tanto para contenido de rango dinámico estándar (SDR) como de alto rango dinámico (HDR) y es uno de los valores que suele venir calibrado en las teles actuales en ciertos modos de imagen, como el modo "cineasta" o "Filmmaker" o en algunos modos de "cine" o "natural". Sin embargo no suele ser el que está seleccionado en otros como "vívido" o "dinámico".

¿Qué pasa si no tenemos la pantalla configurada con esta temperatura de color D65? Pues que si ponemos una más elevada toda la imagen tenderá hacia tonos azulados, mientras que si tenemos una temperatura más baja tenderá hacia tonalidades amarillentas y anaranjadas.

Elegir el modo Cineasta, Película o Cine suele ser la solución más sencilla para  seleccionar una temperatura de color cercana al estándar D65 equivalente a 6500 K, un valor que la mayoría de fabricantes denomina como "Cálido" "Cálido 2" o similar. Esto es algo que puede resultar confuso, puesto que en la realidad serían los valores más bajos los que tendrían esa denominación y deberían llamarse algo más como "neutro", "normal" o algo parecido.

Además hay que tener en cuenta que la luz ambiental afectará la forma en que percibimos la imagen que vemos en la tele. Según explican desde BenQ, cuando la luz ambiental tiene una temperatura del color más alta que la de la pantalla, nos da la sensación de que la imagen que se muestra más amarilla de lo que realmente es.

Y cuando la temperatura del color del entorno es inferior a la del monitor, percibimos que la imagen en la pantalla es más azul. Idealmente, la temperatura del color de la luz ambiental en el entorno debe ser la misma que la de la tele para que podamos percibir los colores de la imagen en la pantalla correctamente.

No me gusta el valor recomendado: lo veo todo demasiado amarillento

Sin embargo, elegir esta temperatura recomendada de 6500K en la tele no gusta a todo el mundo. De hecho, a nada que busquemos un poco por redes y foros especializados hay cientos de opiniones que señalan que seleccionar esta temperatura da la sensación de ver la imagen demasiado amarillenta.

Es lo que me pasó a mi durante años, un problema que comenzó a principios de los años 2000 cuando tuvimos nuestra primera tele de plasma en casa que venía con tres modos de ajuste: cálido, normal y fría.

La que más me gustaba era la temperatura fría, que claramente aportaba un tinte azulado a la imagen, incluyendo los blancos, que no eran completamente naturales. Pero es que usar las otras dos opciones me parecía que ponía todo demasiado anaranjado-amarillento.

Ejemplo Benq Imagen: BenQ

La explicación a esta percepción puede ser variada, pero uno de los motivos es que al añadir azul al blanco se da una ilusión óptica que nos parece que el blanco es más intenso, a pesar de que está claramente desviado hacia el azul. Esto hace que a mucha gente le suela gustar y parecer más natural las temperaturas de color más frías, algo que se da también a la hora de iluminar nuestras casas con bombillas LED.

Es un factor que conocen los fabricantes y que utilizan para poner en algunos modos de demostración, vívidos  similares temperaturas de color más frías (superiores a esos 6500 K) El resultado es que luego cuando en casa queremos seleccionar el valor teóricamente neutro nos dará la sensación de que se ve amarillo. Sobre todo si nos hemos pasado meses o años viendo todo con esos tonos azules de más.

¿Qué pasa si por mucho que me lo digan sigue sin gustarme poner la tele a 6500 K? Pues que todas las películas y programación se verán con una tonalidad diferente a las intenciones originales de sus creadores, ya que ellos habrán masterizado la imagen con respecto a este estándar.

¿No hay forma de acostumbrarse? Pues hay un truco que consiste en acostumbrarse poco a poco partiendo de una temperatura exageradamente fría o cálida. Por ejemplo, podemos comenzar por seleccionar una temperatura mucho más cálida de lo que sería la ideal y estar unas horas o días con ella. Luego al subir a los 6500 K ya no nos parecerá tan amarillenta.

O bien podemos partir de una temperatura fría, que será la que nos guste, e ir bajando poco a poco día tras día hasta llegar a la temperatura recomendada. Podemos empezar por tanto con un modo "frio" y luego pasar a "normal" para luego pasar a "cálido" o "calido 2", el que sea el más cercano a la ideal.

Más información | BenQ | Wikipedia | WhatHiFi | RTINGS

Imagen portada | 'Alien: Covenant'

En Xataka Smart Home | Cómo calibrar tu televisor de forma sencilla con estos ocho patrones de ajuste de imagen

-
La noticia El ajuste de imagen más recomendado en las Smart TV me hacía odiar el aspecto de los contenidos. El problema lo tenía yo fue publicada originalmente en Xataka Smart Home por Paco Rodríguez .