Científicas españolas convierten la menstruación en una herramienta para sobrevivir en Marte
La misión Hypatia II ha demostrado que la sangre menstrual es un fertilizante efectivo para usar en Marte.

La misión Hypatia II, protagonizada por científicas españolas, ha demostrado que la sangre menstrual tiene un gran potencial como fertilizante para obtener alimento de brotes verdes en Marte.
Gracias a este descubrimiento, la misión normaliza que las mujeres pueden ir al espacio sin perder su ciclo menstrual y que, lejos de ser una 'carga' por generar residuos —como compresas o tampones—, tenga el suficiente potencial para que la sangre recogida en la copa menstrual sirva como fertilizante. Además, es importante mencionar que Hypatia II es la primera iniciativa en la que las astronautas han usado la copa menstrual en una misión simulada.
"La sangre menstrual es un fertilizante natural efectivo"
La geóloga Marina Martínez explica a la agencia EFE que, durante la misión, se usó la sangre de dos tripulantes para reutilizarla como fertilizante natural de plantas. Y según los resultados preliminares de los experimentos realizados en un semillero de legumbres, una disolución de sangre menstrual con agua demostró que el semillero en un recipiente de vidrio produjo una mayor cantidad de raíces y brotó antes que la contraparte no fertilizada.
"Es surrealista, pero hasta ahora no hay ningún estudio científico que realmente se haya preocupado por comprobar que la sangre menstrual es un fertilizante natural efectivo", indica Martínez. Asimismo, destaca lo "preciado" que es contar con brotes verdes —como alimentos— en misiones donde los astronautas solo disponen de comida deshidratada.
Se puede usar la copa menstrual en una misión espacial
La divulgadora Jennifer García Carrizo relata a EFE que "la visión masculinizada de la ciencia ha conllevado históricamente que a las astronautas se les suspenda artificialmente la regla con métodos hormonales para evitar residuos no reciclables de tampones o compresas". Por lo tanto, a raíz de esta misión, las mujeres pueden tener la menstruación durante una encomienda espacial, ya que las astronautas usaron la copa menstrual en una misión simulada.
Por otro lado, otro ámbito de investigación consistió en analizar si existe un sesgo de género en la afectación sobre el cuerpo de la mujer en condiciones que simulan la vida en Marte.
Las tripulantes llevaron a cabo una antropometría antes y después de su estancia en el desierto de Utah para comprobar los efectos de la misión análoga —con restricciones de movilidad y alimentación— en la composición corporal. Y como resultado, el estudio concluyó que las mujeres mantuvieron su peso y fuerza, aunque perdieron masa muscular.
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