Si la IA es tan genial, entonces hay que repensar empresas, productos y servicios
"Si le hubiera preguntado a la gente qué quería, me habrían dicho que caballos más rápidos"

"Si le hubiera preguntado a la gente qué quería, me habrían dicho que caballos más rápidos"
Atribuido a Henry Ford
El titular inmediato sobre el mensaje del CEO de Duolingo, Luis von Ahn, es que "va a prescindir de los trabajadores externos". Sobre ese punto él matiza, lo harán “gradualmente” y únicamente en aquellas "tareas que la IA pueda asumir". En todo caso creo que merece la pena discutir su discurso completo sobre lo que supone ser una compañía "IA First".
Yo destacaría dos aspectos. Uno es que asumen que al meter inteligencia artificial actualmente tendrán errores, habrá fallos. Su respuesta es que "no podemos esperar a que la tecnología sea perfecta al 100 %. Preferimos movernos con urgencia y asumir pequeños errores de calidad ocasionales que avanzar despacio y perder la oportunidad".
Qué diferencia a una empresa “AI First”
El otro punto clave es que en su opinión hay que superar el esquema de la IA copiloto o herramienta que aumenta la productividad en tareas actuales. Ser “IA-primero” significa que van a replantearse por completo cómo trabajan: "Hacer ajustes menores a sistemas diseñados para personas no bastará. En muchos casos, habrá que empezar desde cero".
En cuanto a filosofía laboral, se van a parecer mucho a lo de Shopify, que se perfila como el estándar para las tecnológicas en 2025: valorar el uso de IA en las evaluaciones y procesos de selección, sólo se aprobará nueva plantilla si un equipo no puede automatizar más su trabajo. Pero en el fondo del discurso apuntan a que el salto tecnológico implica una transformación de cómo funciona la organización. Es de tal calado que implica que hay que repensar los procesos de raíz. Felicidades a las consultoras del mundo. Si Luis tiene razón, hay un mercado enorme para la retransformación digital.
Dejo esto anotado en todo caso, "Lo que no cambia: Seguiremos siendo una empresa que se preocupa profundamente por sus empleados". Me resulta una frase un tanto incompatible con el resto del discurso: si te replanteas cómo haces todo, entonces es imposible que te sirvan las mismas personas con las mismas destrezas que antes. En algún punto el CEO de Duolingo nos está haciendo trampas.
Contra el botón “escribir con inteligencia artificial”
Me ha interesado también el texto de Pete Koomen , que coincide en su parte de diagnóstico con algo que vengo diciendo los últimos dos años. Si la IA es realmente la tecnología disruptora, transformadora que estamos pensando, entonces la filosofía de "sigo con mi producto o servicio y le añado IA" no sirve.
Ejemplos los tenemos en las notas de prensa de cada día: en todo diálogo de entrada de texto se añade un botón de escribir con IA. En la casilla de la hoja de cálculo, en el procesador de textos, en el correo electrónico, en la aplicación de notas. Hay un millón de planteamientos con los LLMs que consisten en "el servicio / producto es el mismo, pero con un botón hacer algo con IA".
Pero si la inteligencia artificial es la nueva gran plataforma y la tecnología llamada a cambiar como nos relacionamos con el mundo digital, esto se parece mucho al "adaptarse a internet es ofrecerte el PDF del periódico cada mañana": apostar a que no hay verdadera transformación ni del producto ni de la cadena de valor en el mercado en el que te mueves.
Es la posición por defecto defensiva, de quien tiene una posición fuerte en el mercado. Tengo escrito que la IA puede ser una gran ventaja para las Big Tech, pero este aspecto me hace dudar. Si quieres mantener tu cuota en el mercado de los CRM, las hojas de cálculo o las herramientas creativas no tienes incentivos para repensar cada producto o servicio desde cero.
Si quieres entrar como nuevo actor en el mercado sí que te puedes plantear, “ahora que tenemos la IA ¿cuál sería la mejor manera de ofrecer valor, de satisfacer la necesidad o solucionar el problema del usuario? ¿cómo sería un procesador de textos o un cliente de correo pensado desde la IA y no a partir de los productos actuales? O, incluso, ¿tienen sentido per sé?”.
Tenemos un dilema de esta naturaleza en la posición de Google y la entrada de nuevos actores como Perplexity. El actual líder parece dispuesto a pagar el precio de una fuerta transformación, mientras que el nuevo candidato plantea un juego muy diferente aprovechando lo que permite la inteligencia artificial. Hay un dilema extra para los dos: seguir pensando que el buscador sea un servicio independiente o que vaya a capturar tanto valor de la industria de los contenidos.
Con IA, el desarrollador ya no será un intermediario entre nosotros y las máquinas
Koomen tiene la idea de que lo que hay hacer es romper es el paradigma de que el desarrollador software piensa una solución general para todos, porque con la IA deberían ofrecernos la flexibilidad de que la orientemos. No hay un asistente universal para el correo electrónico que nos valga, debemos personalizarlo cada uno configurando nuestro system prompt para indicarle cómo queremos que nos asista.
Creo que tiene un punto muy bueno, pero soy pesimista de que queramos hacer esto los usuarios. Incluso de que queriendo, se nos de bien. “En el nuevo mundo, ya no necesito un intermediario que le diga a la computadora qué hacer. Solo necesito poder escribir mi propio símbolo del sistema, ¡y escribirlo es fácil!”.
Me seduce la idea pero veo más probable que las empresas orienten a las IAs no por nuestras instrucciones explícitas sino por la información implícita que le ofrecemos. La función memoria de ChatGPT refleja esta apuesta: menos control explícito sobre lo que hace la IA, a cambio de mayor personalización basada en nuestros datos implícitos.
Dice el analista que “El equipo de Gmail construyó un carruaje sin caballos porque se propuso agregar IA al cliente de correo electrónico que ya tenían, en lugar de preguntarse cómo se vería un cliente de correo electrónico si estuviera diseñado desde cero con IA”. De nuevo creo que la pregunta puede ir más allá. En “el nuevo mundo de la inteligencia artificial”, la necesidad de comunicación asíncrona ¿la seguiremos resolviendo con el correo electrónico?.