EE.UU. quiere integrar un mecanismo de rastreo a las GPU de NVIDIA con posibilidad de desactivación remota para evitar que lleguen a China

En medio de la carrera global por el control de la Inteligencia Artificial, Estados Unidos está preparando un movimiento estratégico para impedir que sus chips más potentes acaben en manos indeseadas. Una nueva propuesta legislativa en EE.UU. busca obligar a empresas como NVIDIA a integrar mecanismos de rastreo y apagado remoto en sus GPU, con el objetivo de detectar si terminan en China u otros destinos con restricciones. En otras palabras, Trump quiere matar moscas a cañonazos, porque es incapaz de impedir el tráfico negro de hardware para IA, así que abordará el problema desde su extremo.

Esta ofensiva legal responde a un problema real que ha dejado de ser anecdótico y ha pasado a ser más bien surrealista. El contrabando de GPU hacia China se ha vuelto cada vez más ingenioso, con métodos tan locos como esconderlas entre langostas vivas o incluso bajo vientres postizos de embarazadas. Todo esto para saltarse los controles de exportación y las sanciones impuestas por Estados Unidos, y claro, Trump reacciona desde su lado del tablero.

EE.UU. integrará mecanismos de rastreo y desactivación remota para las GPU de NVIDIA

Mucho tiene que calmarse todo para que esto no termine llegando y que quede en el olvido. Trump va con todo para frenar a su gran rival, y dado que ni los países colindantes y socios de China, así como los grandes distribuidores son capaces de frenar la ola de dinero que llega desde las empresas de Xi Jinping a modo de sobornos, los estadounidenses ahora quieren geolocalizar y poder desactivar su hardware en cualquier momento.

"No se trata de un problema hipotético del futuro. Es un problema actual, y en algún momento descubriremos que el Partido Comunista Chino, o su ejército, está diseñando armas usando grandes matrices de chips, o incluso trabajando en Inteligencia Artificial general, que es tan urgente como la tecnología nuclear," advirtió Bill Foster.

Foster, exfísico de partículas y actual congresista demócrata, es quien está liderando esta propuesta bipartidista. Su plan no contempla un sistema de rastreo milimétrico estilo GPS, sino una solución más general: hacer que las GPU puedan enviar señales a un servidor. En función del tiempo que tarda esa señal en llegar, se podría estimar su ubicación aproximada, suficiente para detectar si han terminado en territorio restringido. Fácil, rápido y sutil.

NVIDIA dice que eso no es posible, Google prueba que es cierto

Y aquí llega el cruce de declaraciones en el tiempo, donde NVIDIA dijo hace mucho que "no se pueden rastrear los productos una vez vendidos," cuando se le preguntó sobre el destino de sus productos Jetson en el mercado de segunda mano. Pero eso no implica que no sea posible. Google rastrea en estos momentos la ubicaicón de sus chips de IA en sus centros de datos por todo el planeta argumentando fines de seguridad.

Por lo tanto, poder se puede, aunque el proyecto no se queda solo en la localización. También plantea la incorporación de un mecanismo para desactivar remotamente los chips que burlen las restricciones de exportación. El concepto sería similar al de un cepo para un coche mal aparcado: aunque el chip esté en su sitio, no podría arrancar ni operar si se detecta que está en una zona prohibida.

Evidentemente, esto traerá una controversia gigante en breve, puesto que pone el foco en un seguimiento y posible desactivación para una serie de empresas que pagan una fortuna por un hardware, y lógicamente, nada impide que el día de mañana EE.UU. diga que se acabó, y deje el hardware inoperativo por el motivo que quieran inventarse, o siendo real, es indiferente.

Esto se puso en la mesa hace no mucho con los cazas F-35, donde se ha rumoreado muy árduamente sobre el hecho de que integran un mecanismo de desactivación remoto para que así EE.UU. se garantice que no sean usados contra ellos. Por lo tanto, estamos ante una tesitura similar en concepto, donde EE.UU. quiere implementar un sistema de rastreo rudimentario y otro de desactivación en las GPU de NVIDIA, y seguramente, esto termine afectando a AMD e Intel por motivos obvios.

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