El aire acondicionado sigue siendo el auténtico tragón eléctrico global: gasta más electricidad que entrenar a la inteligencia artificial
La inteligencia artificial está de moda y no solo en el ámbito profesional: en los últimos días hemos visto blisters de muñecos y fotos tuneadas al estilo Studio Ghibli hasta la extenuación. Unas risas y un montón de energía consumida en el proceso de la IA. De hecho, se estima que gracias a la IA Microsoft y Google ya consumen más electricidad que 100 países distintos (electricidad, que no agua, otra cosa es que la necesiten en sus sistemas de refrigeración). Y todo apunta a peor: para 2030 se estima que supere a la India. Habida cuenta del furor de la inteligencia artificial y que se encuentra en fases iniciales (todavía no es una realidad aplicada en las empresas de forma generalizada), la inteligencia artificial se lleva los grandes titulares del gasto eléctrico. Pero unos cardan la lana y otros se llevan la fama: el gran problema actual sigue siendo el aire acondicionado. La IA amenaza, pero el gran problema energético sigue siendo la climatización De acuerdo con este informe de la Agencia Internacional de la energía del año pasado, de aquí a 2030 los centros de datos representarán menos de un 10% del aumento previsto de demanda energética, bastante menos que la climatización (especialmente el aire acondicionado). Si profundizamos en el funcionamiento de los equipos de aire acondicionado nos encontramos un elemento clave, los intercambiadores de calor, presente en muchos otros aparatos (una nevera, por ejemplo). Los aires acondicionados y el cambio climático tienen un paradójico círculo vicioso que se resume en que la cosa no va a ir a mejor. Me explico: conforme aumentan más las temperatura, más equipos de refrigeración necesitaremos, lo que implicará requerir más electricidad procedente de centrales, generalmente alimentadas con combustibles fósiles, lo que empeora el calentamiento global. Como explica el MIT Technology Review, la métrica empleada para estimar la demanda de climatización son los grados-día de refrigeración. En pocas palabras: se parte de una temperatura base predefinida y se calcula cuántos grados por encima de ese umbral está la temperatura media diaria. Parece abstracto, pero cuantifica bien parámetros como la frecuencia como la intensidad. Así, si la temperatura base son 21 °C y un día la media es de 26 °C, se cuenta como cinco grados-día de refrigeración. Si esto pasa durante 30 días, tendríamos 150 grados-día en un mes. ¿El problema? Que esta métrica está disparada y sin freno: en 2024 subió un 6% respecto a 2023 y un 20% por encima de la media de las dos primeras décadas del siglo XXI. Por supuesto, no afecta igual a una región que a otra, con China, India y Estados Unidos como más afectadas. El consumo energético del aire acondicionado en cifras. En 2022 ya suponía el 7% de la demanda mundial. En 2016 había menos de 2.000 millones de unidades de aire acondicionado en funcionamiento en todo el mundo y según la AIE la cifra llegará a 6.000 millones de unidades en 2050. Tener aire acondicionado es una señal de progreso, pero el peaje a pagar es temible a escala global. Cantidad de equipos de aire acondicionados en el mundo: 1990 - 2050. Vía: IEA. Licence: CC BY 4.0 Hay que tener en cuenta además cómo se produce la demanda energética y en el caso del aire acondicionado ofrece pocas sorpresas: cuando hace calor, se encienden. Y se hacen a la vez. De hecho, en Estados Unidos puede llegar a suponer un 70% de la demanda residencial en picos concretos. Ante un escenario en el que cada vez hace más calor y vamos a comprar más aires acondicionados para mitigarlo, la vía para tratar de poner freno está en la innovación en climatización. Lo que está por venir en aires acondicionados. Así, hay fabricantes que están desarrollando sistemas de refrigeración con capacidad de almacenamiento energético para acumular energía en momentos de baja demanda para utilizarla después, lo que aliviará los picos de las horas punta. Otros buscan alternativas al funcionamiento tradicional como los sistemas de refrigeración por desecantes, valiéndose de materiales higroscópicos para absorber la humedad y enfriar el ambiente de forma más eficiente. Pero también hay innovación en los intercambiadores, por ejemplo con este modelo impreso en 3D con mayor rendimiento. En Xataka SmartHome | Los dos errores más comunes al poner la temperatura en tu aire acondicionado: te hacen pasar frío o derretirte de calor En Xataka Smart Home | Tienes un deshumidificador en casa y quizás no te hayas enterado. Así funciona el modo Dry de tu aire acondicionado Portada | Montaje con fotos de Maxwell Odonkor en Unsplash y Yuriy Vertikov en Unsplash - La noticia El aire acondicionado sigue siendo el auténtico tragón eléctrico global: gasta más electricidad que entrenar a la inteligencia artificial fue publicada originalmente en Xataka Smart Home

La inteligencia artificial está de moda y no solo en el ámbito profesional: en los últimos días hemos visto blisters de muñecos y fotos tuneadas al estilo Studio Ghibli hasta la extenuación. Unas risas y un montón de energía consumida en el proceso de la IA. De hecho, se estima que gracias a la IA Microsoft y Google ya consumen más electricidad que 100 países distintos (electricidad, que no agua, otra cosa es que la necesiten en sus sistemas de refrigeración).
Y todo apunta a peor: para 2030 se estima que supere a la India. Habida cuenta del furor de la inteligencia artificial y que se encuentra en fases iniciales (todavía no es una realidad aplicada en las empresas de forma generalizada), la inteligencia artificial se lleva los grandes titulares del gasto eléctrico. Pero unos cardan la lana y otros se llevan la fama: el gran problema actual sigue siendo el aire acondicionado.
La IA amenaza, pero el gran problema energético sigue siendo la climatización
De acuerdo con este informe de la Agencia Internacional de la energía del año pasado, de aquí a 2030 los centros de datos representarán menos de un 10% del aumento previsto de demanda energética, bastante menos que la climatización (especialmente el aire acondicionado). Si profundizamos en el funcionamiento de los equipos de aire acondicionado nos encontramos un elemento clave, los intercambiadores de calor, presente en muchos otros aparatos (una nevera, por ejemplo).
Los aires acondicionados y el cambio climático tienen un paradójico círculo vicioso que se resume en que la cosa no va a ir a mejor. Me explico: conforme aumentan más las temperatura, más equipos de refrigeración necesitaremos, lo que implicará requerir más electricidad procedente de centrales, generalmente alimentadas con combustibles fósiles, lo que empeora el calentamiento global.
Como explica el MIT Technology Review, la métrica empleada para estimar la demanda de climatización son los grados-día de refrigeración. En pocas palabras: se parte de una temperatura base predefinida y se calcula cuántos grados por encima de ese umbral está la temperatura media diaria. Parece abstracto, pero cuantifica bien parámetros como la frecuencia como la intensidad.
Así, si la temperatura base son 21 °C y un día la media es de 26 °C, se cuenta como cinco grados-día de refrigeración. Si esto pasa durante 30 días, tendríamos 150 grados-día en un mes. ¿El problema? Que esta métrica está disparada y sin freno: en 2024 subió un 6% respecto a 2023 y un 20% por encima de la media de las dos primeras décadas del siglo XXI. Por supuesto, no afecta igual a una región que a otra, con China, India y Estados Unidos como más afectadas.
El consumo energético del aire acondicionado en cifras. En 2022 ya suponía el 7% de la demanda mundial. En 2016 había menos de 2.000 millones de unidades de aire acondicionado en funcionamiento en todo el mundo y según la AIE la cifra llegará a 6.000 millones de unidades en 2050. Tener aire acondicionado es una señal de progreso, pero el peaje a pagar es temible a escala global.
Hay que tener en cuenta además cómo se produce la demanda energética y en el caso del aire acondicionado ofrece pocas sorpresas: cuando hace calor, se encienden. Y se hacen a la vez. De hecho, en Estados Unidos puede llegar a suponer un 70% de la demanda residencial en picos concretos. Ante un escenario en el que cada vez hace más calor y vamos a comprar más aires acondicionados para mitigarlo, la vía para tratar de poner freno está en la innovación en climatización.
Lo que está por venir en aires acondicionados. Así, hay fabricantes que están desarrollando sistemas de refrigeración con capacidad de almacenamiento energético para acumular energía en momentos de baja demanda para utilizarla después, lo que aliviará los picos de las horas punta. Otros buscan alternativas al funcionamiento tradicional como los sistemas de refrigeración por desecantes, valiéndose de materiales higroscópicos para absorber la humedad y enfriar el ambiente de forma más eficiente. Pero también hay innovación en los intercambiadores, por ejemplo con este modelo impreso en 3D con mayor rendimiento.
En Xataka SmartHome | Los dos errores más comunes al poner la temperatura en tu aire acondicionado: te hacen pasar frío o derretirte de calor
En Xataka Smart Home | Tienes un deshumidificador en casa y quizás no te hayas enterado. Así funciona el modo Dry de tu aire acondicionado
Portada | Montaje con fotos de Maxwell Odonkor en Unsplash y Yuriy Vertikov en Unsplash
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La noticia
El aire acondicionado sigue siendo el auténtico tragón eléctrico global: gasta más electricidad que entrenar a la inteligencia artificial
fue publicada originalmente en
Xataka Smart Home
por
Eva R. de Luis
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