El Everest se ha convertido en un monstruo turistificado. Alguien cree que los drones son la solución

Si Edmund Hillary y Tenzing Norgay se asomasen hoy a las gélidas laderas del Everest lo más probable es que se quedasen helados. Y no por las temperaturas. Desde que Hillary y Norgay coronaron la cima en su histórica ascensión de 1953, el Everest ha dejado de ser un lugar inhóspito para convertirse en una suerte de monstruo turistificado. Cada año lo visitan cientos y cientos de alpinistas que dejan a su paso un negocio millonario y una larga estela de desperdicios. Eso no significa que coronar el Everest sea a día de hoy una tarea sencilla. Ni segura. No lo era en tiempos de sir Hillary y Norgay y no lo es ahora, pese a que los avances técnicos hacen más llevadera la experiencia. Buena prueba es que en 2023 desaparecieron tres sherpas profesionales en la Cascada de Hielo del Khumbu. Los repetidos intentos por recuperar sus cuerpos sirvieron de poco. Sus nombres han pasado a engrosar la lista de muertos y desaparecidos en la montaña. Ahora tanto la labor de los sherpas como la experiencia de los alpinistas y la conservación de la montaña han encontrado un valioso aliado: los drones. Un aliado en las alturas La desaparición de los tres sherpas de 2023 dejó huella en la compañía que lideraba la expedición, Imagine Nepal, así que tras la tragedia su responsable empezó a buscar nuevas formas de mejorar la seguridad en el Everest. Ese empeño la llevó a fijarse en lo que ya estaban haciendo sus colegas chinos en Muztagh Ata, un pico de 7.500 cerca de la frontera entre China y Pakistán donde las empresas recurren a drones para transportar comida caliente entre campamentos. "Me dije: ¿por qué no usar drones en la cara sur del Everest, especialmente en la sección de la Cascada de Hielo de Khumbu", recuerda el director de Imagine Nepal en una entrevista reciente con The New York Times. No fue el único en pensar en las posibilidades de los drones en el techo del mundo. Una idea similar rondaba a los responsables de Airlift, empresa interesada en mapear el Everest con drones. De la teoría no tardaron en pasar a la práctica y en 2024 ya había en Nepal un equipo del fabricante chino DJI probando sus drones de reparto en la zona. Los aparatos acabaron en mapos de Airlift, que no ha tardado en usarlos . Desde entonces han demostrado su potencial en la montaña. A pesar de los recelos iniciales sobre cómo responderían los drones en el Everest, en condiciones de elevada altitud, temperaturas gélidas, escasa visibilidad y rachas de viento, la compañía ya ha logrado algunos resultados interesantes. Por ejemplo, durante una campaña de limpieza en la montaña lograron trasladar cerca de 500 kilos de desperdicios desde el Campamento Uno al Campamento Base. La tarea requirió 40 vuelos de un dron, precisa la CNN, pero podría haberse finalizado en mucho menos tiempo. Aunque el aparato que empleó la compañía es capaz de transportar 66 libras de peso (alrededor de 30 kilos), prefirió quedarse en algo menos de 20 kg por razones de seguridad. No es un mal balance si se tiene en cuenta que la acumulación de basura y heces empieza a ser un grave problema en el Everest, lo que incluso ha llevado a las autoridades locales a exigir a los alpinistas que recojan sus excrementos en bolsas biodegradables. Gráfico elaborado por Statista. Los drones sirven sin embargo para mucho más que limpiar las laderas y campamentos del Everest. Además de cargar basura pueden transportar escaleras, cuerdas, botellas de oxígeno y demás útiles que sirven de ayuda a los sherpas y los denominados 'Icefall Doctors', veteranos que se encargan de abrir (y mantener) una ruta en el glaciar Khumbu para que los alpinistas puedan atravesarlo. Desde hace décadas los sherpas más experimentados se encargan de esa labor, pero… ¿Y si sus conocimientos pudiesen combinarse con las ventajas técnicas de los drones? Al fin y al cabo un guía tiene experiencia y habilidad, pero tarda entre seis o siete horas en cubrir la distancia que hay entre el Campamento Base, situado a 5.464 m de altitud, y el Campamento Uno, a 6.065 m. Un dron recorre los 2,9 km de distancia aérea entre ambos en muco menos tiempo: de seis y siete minutos. Hace poco Milan Pandey, de Airlift, aseguraba a la CNN que su objetivo es que la compañía ayude a los sherpas ya en la temporada de 2025. Su misión consistirá en transportar equipos a las coordenadas señaladas por los guías y recoger basura. Eso sin contar con que, además de escaleras o cuerdas, los drones también pueden cargar con material sanitario (desde botellas de oxígeno a medicinas) o incluso ayudar durante las labores de geolocalización y las misiones de rescate. La llegada de los drones genera expectación por varias razones. La primera, porque (salvo durante el parón de la pandemia o restricciones puntuales como la que siguió al terremoto de Nepal de 2015) la afluencia de escaladores en el Evere

Abr 23, 2025 - 17:01
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El Everest se ha convertido en un monstruo turistificado. Alguien cree que los drones son la solución

El Everest se ha convertido en un monstruo turistificado. Alguien cree que los drones son la solución

Si Edmund Hillary y Tenzing Norgay se asomasen hoy a las gélidas laderas del Everest lo más probable es que se quedasen helados. Y no por las temperaturas. Desde que Hillary y Norgay coronaron la cima en su histórica ascensión de 1953, el Everest ha dejado de ser un lugar inhóspito para convertirse en una suerte de monstruo turistificado. Cada año lo visitan cientos y cientos de alpinistas que dejan a su paso un negocio millonario y una larga estela de desperdicios.

Eso no significa que coronar el Everest sea a día de hoy una tarea sencilla. Ni segura. No lo era en tiempos de sir Hillary y Norgay y no lo es ahora, pese a que los avances técnicos hacen más llevadera la experiencia. Buena prueba es que en 2023 desaparecieron tres sherpas profesionales en la Cascada de Hielo del Khumbu. Los repetidos intentos por recuperar sus cuerpos sirvieron de poco. Sus nombres han pasado a engrosar la lista de muertos y desaparecidos en la montaña.

Ahora tanto la labor de los sherpas como la experiencia de los alpinistas y la conservación de la montaña han encontrado un valioso aliado: los drones.

Un aliado en las alturas

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La desaparición de los tres sherpas de 2023 dejó huella en la compañía que lideraba la expedición, Imagine Nepal, así que tras la tragedia su responsable empezó a buscar nuevas formas de mejorar la seguridad en el Everest. Ese empeño la llevó a fijarse en lo que ya estaban haciendo sus colegas chinos en Muztagh Ata, un pico de 7.500 cerca de la frontera entre China y Pakistán donde las empresas recurren a drones para transportar comida caliente entre campamentos.

"Me dije: ¿por qué no usar drones en la cara sur del Everest, especialmente en la sección de la Cascada de Hielo de Khumbu", recuerda el director de Imagine Nepal en una entrevista reciente con The New York Times. No fue el único en pensar en las posibilidades de los drones en el techo del mundo. Una idea similar rondaba a los responsables de Airlift, empresa interesada en mapear el Everest con drones.

De la teoría no tardaron en pasar a la práctica y en 2024 ya había en Nepal un equipo del fabricante chino DJI probando sus drones de reparto en la zona. Los aparatos acabaron en mapos de Airlift, que no ha tardado en usarlos .

Desde entonces han demostrado su potencial en la montaña. A pesar de los recelos iniciales sobre cómo responderían los drones en el Everest, en condiciones de elevada altitud, temperaturas gélidas, escasa visibilidad y rachas de viento, la compañía ya ha logrado algunos resultados interesantes. Por ejemplo, durante una campaña de limpieza en la montaña lograron trasladar cerca de 500 kilos de desperdicios desde el Campamento Uno al Campamento Base.

La tarea requirió 40 vuelos de un dron, precisa la CNN, pero podría haberse finalizado en mucho menos tiempo. Aunque el aparato que empleó la compañía es capaz de transportar 66 libras de peso (alrededor de 30 kilos), prefirió quedarse en algo menos de 20 kg por razones de seguridad. No es un mal balance si se tiene en cuenta que la acumulación de basura y heces empieza a ser un grave problema en el Everest, lo que incluso ha llevado a las autoridades locales a exigir a los alpinistas que recojan sus excrementos en bolsas biodegradables.

e Gráfico elaborado por Statista.

Los drones sirven sin embargo para mucho más que limpiar las laderas y campamentos del Everest. Además de cargar basura pueden transportar escaleras, cuerdas, botellas de oxígeno y demás útiles que sirven de ayuda a los sherpas y los denominados 'Icefall Doctors', veteranos que se encargan de abrir (y mantener) una ruta en el glaciar Khumbu para que los alpinistas puedan atravesarlo.

Desde hace décadas los sherpas más experimentados se encargan de esa labor, pero… ¿Y si sus conocimientos pudiesen combinarse con las ventajas técnicas de los drones? Al fin y al cabo un guía tiene experiencia y habilidad, pero tarda entre seis o siete horas en cubrir la distancia que hay entre el Campamento Base, situado a 5.464 m de altitud, y el Campamento Uno, a 6.065 m. Un dron recorre los 2,9 km de distancia aérea entre ambos en muco menos tiempo: de seis y siete minutos.

Hace poco Milan Pandey, de Airlift, aseguraba a la CNN que su objetivo es que la compañía ayude a los sherpas ya en la temporada de 2025. Su misión consistirá en transportar equipos a las coordenadas señaladas por los guías y recoger basura. Eso sin contar con que, además de escaleras o cuerdas, los drones también pueden cargar con material sanitario (desde botellas de oxígeno a medicinas) o incluso ayudar durante las labores de geolocalización y las misiones de rescate.

La llegada de los drones genera expectación por varias razones.

La primera, porque (salvo durante el parón de la pandemia o restricciones puntuales como la que siguió al terremoto de Nepal de 2015) la afluencia de escaladores en el Everest no ha parado de crecer desde la década de los 90. Ahora son cientos y cientos los ascensos exitosos que se computan cada año. La segunda es que los drones pueden hacer que el oficio de sherpa resulte más atractivo y recupere a profesionales que la han ido abandonado para emigrar.

Por supuesto no todo son ventajas y facilidades en el futuro de los drones del Everest. El servicio cuenta con un desafío clave: el dinero. Un solo dron puede costar más de 70.000 dólares, a lo que se suma la factura del combustible para cargar las baterías, la mano de obra, el alojamiento y los retos logísticos.

Imágenes | Iewek Gnos (Unsplash), Guillaume Baviere (Flickr), Mário Simoes (Flickr) y Statista

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La noticia El Everest se ha convertido en un monstruo turistificado. Alguien cree que los drones son la solución fue publicada originalmente en Xataka por Carlos Prego .