El plan de Altman para atraer inversión privada a OpenAI se ha quedado a medias. Es una victoria para Elon Musk

Cuando hablamos de OpenAI vemos a una compañía que se mantiene en lo más alto del liderando en inteligencia artificial (IA) con productos como ChatGPT o GPT-4o, sin embargo, solemos pasar por alto que se trata de una startup decenas de veces más pequeña que gigantes como Microsoft o Google y que se enfrenta a numerosos desafíos. Uno de sus desafíos existenciales, realmente existenciales, es conseguir la suficiente financiación para seguir evolucionando de camino hacia la futurible inteligencia artificial general (AGI). El problema es que OpenAI tiene una estructura organizacional bastante atípica que, pese a su potencial y talento, resulta algo esquiva para los inversores. Sam Altman intentó abordar esto con un ambicioso plan de reestructuración que acaba de recibir un golpe. El atípico caso de OpenAI. La parte de OpenAI que tiene a Altman como CEO y que tiene ánimos de lucro está controlada por una organización sin ánimos de lucro cuya junta directiva antes de ser actualizada despidió al empresario cofundador en aquella escandalosa semana caótica de finales de 2023. Pues bien, la idea era que ese control se desvaneciera bajo una nueva estructura menos atípica y más atractiva para los inversionistas. Un paso atrás. A través de una publicación de blog, el presidente Bret Taylor de la junta directiva de la organización sin ánimos de lucro dijo que mantendrán el control de OpenAI “tras escuchar a líderes cívicos y entablar un diálogo constructivo con las fiscalías generales de Delaware y California”. Ambos fiscales generales supervisan el estatus de organización sin ánimos de lucro de OpenAI y podrían haber bloqueado el proceso de reestructuración. Victoria para Elon Musk. El CEO de Tesla había demandado a OpenAI y Sam Altman para intentar impedir la concreción del plan de reestructuración, había dicho que la compañía estaba demasiado centrada en las ganancias y había abandonado su plan inicial de desarrollar sistemas de IA priorizando la seguridad y el beneficio para la humanidad. No todo está perdido. Parte del plan de reestructuración anunciado por Altman en el pasado incluía la conversión del brazo comercial de la compañía en una Corporación de Beneficio Público (PBC). El proceso de conversión hacia una PBC sigue en pie, aunque no bajo el enfoque original donde se buscaba despojar de su papel de supervisa a la entidad sin ánimos de lucro. Esta seguirá existiendo y controlando todo lo que hace el brazo comercial liderado por Altman. En Xataka "Nunca deseé crear una dinastía": tras anunciar su retirada, Warren Buffet tiene claro qué hacer con su inmensa herencia OpenAI ahora está negociando la participación de la organización sin ánimos de lucro en la nueva PBC. Será la organización sin ánimos de lucro elegiría a los miembros de la junta de la nueva corporación. Este escenario podría complicar las futuras iniciativas de recaudación de fondos de la empresa. A diferencia de las juntas directivas tradicionales, que deben actuar en el mejor interés de los accionistas, la junta directiva de OpenAI, una organización sin ánimos de lucro, tiene un deber fiduciario con “la humanidad”. Imagen destacada | Sam Altman (X) + Photoshop | Ted Conference En Xataka | Silicon Valley tiene una obsesión con el "todismo": empiezan dominando un sector para luego querer dominarlos todos - La noticia El plan de Altman para atraer inversión privada a OpenAI se ha quedado a medias. Es una victoria para Elon Musk fue publicada originalmente en Xataka por Javier Marquez .

May 5, 2025 - 23:53
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El plan de Altman para atraer inversión privada a OpenAI se ha quedado a medias. Es una victoria para Elon Musk

El plan de Altman para atraer inversión privada a OpenAI se ha quedado a medias. Es una victoria para Elon Musk

Cuando hablamos de OpenAI vemos a una compañía que se mantiene en lo más alto del liderando en inteligencia artificial (IA) con productos como ChatGPT o GPT-4o, sin embargo, solemos pasar por alto que se trata de una startup decenas de veces más pequeña que gigantes como Microsoft o Google y que se enfrenta a numerosos desafíos.

Uno de sus desafíos existenciales, realmente existenciales, es conseguir la suficiente financiación para seguir evolucionando de camino hacia la futurible inteligencia artificial general (AGI). El problema es que OpenAI tiene una estructura organizacional bastante atípica que, pese a su potencial y talento, resulta algo esquiva para los inversores. Sam Altman intentó abordar esto con un ambicioso plan de reestructuración que acaba de recibir un golpe.

El atípico caso de OpenAI. La parte de OpenAI que tiene a Altman como CEO y que tiene ánimos de lucro está controlada por una organización sin ánimos de lucro cuya junta directiva antes de ser actualizada despidió al empresario cofundador en aquella escandalosa semana caótica de finales de 2023. Pues bien, la idea era que ese control se desvaneciera bajo una nueva estructura menos atípica y más atractiva para los inversionistas.

Un paso atrás. A través de una publicación de blog, el presidente Bret Taylor de la junta directiva de la organización sin ánimos de lucro dijo que mantendrán el control de OpenAI “tras escuchar a líderes cívicos y entablar un diálogo constructivo con las fiscalías generales de Delaware y California”. Ambos fiscales generales supervisan el estatus de organización sin ánimos de lucro de OpenAI y podrían haber bloqueado el proceso de reestructuración.

Victoria para Elon Musk. El CEO de Tesla había demandado a OpenAI y Sam Altman para intentar impedir la concreción del plan de reestructuración, había dicho que la compañía estaba demasiado centrada en las ganancias y había abandonado su plan inicial de desarrollar sistemas de IA priorizando la seguridad y el beneficio para la humanidad.

Elon Musk

No todo está perdido. Parte del plan de reestructuración anunciado por Altman en el pasado incluía la conversión del brazo comercial de la compañía en una Corporación de Beneficio Público (PBC). El proceso de conversión hacia una PBC sigue en pie, aunque no bajo el enfoque original donde se buscaba despojar de su papel de supervisa a la entidad sin ánimos de lucro. Esta seguirá existiendo y controlando todo lo que hace el brazo comercial liderado por Altman.

OpenAI ahora está negociando la participación de la organización sin ánimos de lucro en la nueva PBC. Será la organización sin ánimos de lucro elegiría a los miembros de la junta de la nueva corporación.

Este escenario podría complicar las futuras iniciativas de recaudación de fondos de la empresa. A diferencia de las juntas directivas tradicionales, que deben actuar en el mejor interés de los accionistas, la junta directiva de OpenAI, una organización sin ánimos de lucro, tiene un deber fiduciario con “la humanidad”.

Imagen destacada | Sam Altman (X) + Photoshop | Ted Conference

En Xataka | Silicon Valley tiene una obsesión con el "todismo": empiezan dominando un sector para luego querer dominarlos todos

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