GIGABYTE añade almohadillas térmicas presurizadas a las ranuras M.2 de sus placas base más modernas

GIGABYTE ha anunciado que en sus placas base más modernas, como la AOURS Stealh Ice (vía unikoshardware), ha añadido almohadillas térmicas presurizadas a las ranuras M.2. Básicamente, es una mejora en los sistemas de refrigeración integrados en las placas base que afecta a las unidades de almacenamiento SSD en formato M.2. Algo ideal pensando en los SDD de alto rendimiento de nueva generación. Los SSD PCI-Express 5.0, los cuales alcanzan temperaturas más altas y se requieren de mejores y avanzados sistemas de refrigeración para evitar pérdidas de rendimiento por sobrecalentamiento.

Según la compañía, gracias a este rediseño de sus placas base. La almohadilla térmica presurizada puede reducir la temperatura de los SSD en hasta 12 grados centígrados, aunque admite que el efecto depende de múltiples factores. Lo que deja patente que GIGABYTE es una compañía más que está intentando solucionar estos problemas térmicos que han resurgido tras la nueva generación de SSD. Y todo ello, pese a que la gran mayoría de los SSD PCIe 5.0 llegan con un sistema de refrigeración preinstalado. Si bien estos disipadores están únicamente diseñados para refrigerar la controladora del SSD. Las soluciones en placas base se centran en refrigerar ambas caras del SSD.

Así funcionan las almohadillas térmicas presurizadas utilizadas por GIGABYTE

Las almohadillas térmicas presurizadas utilizadas por GIGABYTE se colocan entre el SSD y los disipadores térmicos. Como su propio nombre indica, estas almohadillas ejercen una presión uniforme gracias a un mecanismo de resorte que se adapta a la forma y grosor del SSD, ya sea de una o dos caras (single-sided o double-sided).

Es en la parte inferior del sistema donde se incluye una placa con flexibilidad estructural y resortes que se ajusta automáticamente al grosor del SSD. Esto asegura un contacto más firme entre las superficies térmicas (superior e inferior) y el SSD, algo que los sistemas tradicionales no lograban eficientemente. Al forzar el mayor contacto posible, se mejora la eficiencia térmica en ambas caras del SSD. Mejorando así drásticamente la transferencia de calor hacia los disipadores, repercutiendo en la disminución de la temperatura. De ahí se saca esa estimación de una mejora de las temperaturas en hasta 12ºC.

Las almohadillas térmicas presurizadas aportan así numerosos beneficios. Y es que reducir las temperaturas, no solo ayudan a evitar las pérdidas de rendimiento al colapsar por las altas temperaturas. Sino que también ayuda a prolongar la vida útil del SSD al reducir el desgaste ligado a su uso prolongado bajo temperaturas elevadas.

Por ahora GIGABYTE es la única que ofrece esta característica, y lo hace en sus placas base más modernas. Pero es lógico de pensar que el resto de fabricantes sigan sus pasos. Por lo que implementarán el mismo mecanismo, e incluso algunas darán un giro de tuerca más si ven que pueden mejorar el diseño.

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