Si a ti no te merece la pena escribirlo, a mí no me merece la pena leerlo
Reflexiones sobre el slop y cuándo crear obras "con inteligencia artificial"

Me han llegado varias ofertas para crear un podcast por la vía rápida.
Yo sólo tendría que aportar mis textos de Error500 o de Causas y Azares y la IA haría todo lo demás. No sólo locutar lo ya escrito, podría girarlo y expandirlo, convertirlo en una conversación entre dos, declamar con la emoción y el énfasis necesarios.
Con lo que escribo también me lo he llegado a plantear. Cada vez me cuesta más, en cada edición tengo la idea de que he leído y profundizado demasiado poco. Que me falta alguna lectura o reflexionar más. De si merece la pena poner en circulación un post más o sería preferible guardar silencio.
Tengo la sensación de que hay millones de individuos intentando crear discos, libros, artículos y vídeos con inteligencia artificial. Me cuesta mucho más encontrar a alguien que esté deseando apreciar esas obras, que las busque y las pida.
Intuitivamente he acabado en una posición que puedo resumir como “Si a ti no te merece la pena escribirlo, a mí no me merece la pena leerlo”: es una suerte de desprecio a cuando se utiliza la inteligencia artificial como atajo, a la búsqueda de una creación sin esfuerzo a la que le toque la lotería algorítmica.
Es una postura frente al slop, que no es sino la explosión masiva de la parte peor del estado actual de los contenidos y la conversación pública en internet: apostar por un esfuerzo mínimo en muchos contenidos para ver si alguno explota y es plantado por los algoritmos delante de los ojos de mucha gente en una estrategia que olvida cualquier objetivo inicial de comunicación para apostar por una optimización de la monetización.
Pero en contra de ponerme purista con lo 100% humano
Hace un par de días un colega de profesión me indicaba: “una cosa curiosa que tampoco tiene por qué significar nada: este número de la newsletter está siendo uno de los más celebrados de las últimas semanas, a la vez que es uno de los más coescritos por IA”.
Yo había leído su texto, me había interesado, informado y entretenido. Lo había compartido. Reconozco que está bien el artículo, ahora que lo releeo.
Es más, tras mi intuición contra el slop he recordado y repensado (ya saben, dedicar tiempo a los artículos que uno firma) sobre que la división entre “obra con IA” y “obra humana sin IA” es un trazo muy grueso: en la mayoría de creaciones la inteligencia artificial tendrá un papel dentro de algunos de los procesos del creador. Uno puede rechazar la vagueza de quien escribe un prompt simple y recoge un resultado y ya, al mismo tiempo que entiende que la IA asiste en muchas fases de una creación más elaborada.
Sin ir más lejos, muchos de mis artículos agradecen la capacidad de resumen, de traducción, de investigación y de edición para repasar errores de la inteligencia artificial. Encargar un deep research del tema que voy a tocar no elimina mi lectura, reflexión y análisis, pero sí los amplía con nuevas fuentes y puntos de vista. Complementa mis puntos débiles, mis ángulos muertos de conocimiento.
No quiero leer, ni ver, ni escuchar slop barato, mediocre y facilón. Desprecio esa apuesta por entrar en el negocio del ruido, uno en el que andan enfrascados muchos desde la industria de medios y contenidos desde hace años y con mano de obra humana, por cierto. Me interesa cómo utilizar la inteligencia artificial para permanecer e impulsar el negocio de la señal.
A la hora de escribir, me autoreceto el hábito que he adoptado a la hora de leer,
con la inteligencia artificial practico lo que considero una «lectura ampliada». Cuando leo ensayo a menudo charlo con ChatGPT para profundizar en algún concepto, saber sobre las críticas que hay a la postura del autor y plantearle mis dudas y opiniones al respecto.
Santiago Sánchez-Migallón afirma haber llegado a una conclusión “buena” que creo que merece la pena traer a colación:
la IA nos da una potencia de fuego para pensar altísima. Si nos quitamos de encima el yugo de la propiedad intelectual, ¿qué más da que una idea la haya tenido un humano o una máquina si la idea es buena? Así, si la IA me ayuda a ser más creativo, a tener mejores ideas, a razonar mejor, etc. el producto final, que es de lo que a fin de cuentas lo importante, será mejor. De lo que se trata no es de ponerse ludita y no utilizar la IA por mantenerse 100 % humano puro, sino usarla con criterio para conseguir objetivos valiosos. Si mi ensayo es más claro, ordenado, preciso, profundo… por haber utilizado IA, ¿por qué no usarla?
Pero por favor, no seamos perezosos, clickemos y leamos su texto completo. Después de todo, de nada sirve leer las tesis de alguien si no entendemos cómo ha llegado hasta ellas. Para resúmenes simplificadores, copias de lo que funciona y obras de escasa personalidad, ya tenemos toneladas de slop.