Las conmociones cerebrales tienen solución, y la clave está en un hongo
Las lesiones cerebrales repetitivas son un problema serio para deportistas de contacto como jugadores de fútbol americano o boxeadores. Durante años, estos profesionales han sufrido las consecuencias acumulativas de los impactos en la cabeza. Ahora, un estudio reciente ha revelado que la psilocibina repara el daño cerebral causado por estas pequeñas conmociones que, sumadas, desencadenan problemas neurológicos graves. Este descubrimiento podría transformar completamente el tratamiento de lesiones cerebrales.Investigadores de la Universidad Northeastern han descubierto que este compuesto de origen natural tiene potentes efectos protectores en cerebros que han sufrido traumatismos repetitivos. El estudio, aún pendiente de revisión por pares, podría transformar el abordaje de estos traumatismos leves acumulativos tan frecuentes. No es un dato menor: aproximadamente el 90% de los traumatismos craneales corresponden precisamente a este tipo de impactos, aparentemente inofensivos por separado pero potencialmente devastadores en conjunto.La psilocibina restaura conexiones cerebrales dañadas por traumatismosLos investigadores del Centro de Imagen Cerebral utilizaron un modelo experimental con ratas, simulando impactos similares a los que sufre un jugador de la NFL. Tras administrar 3 mg/kg de psilocibina después de cada impacto, observaron resultados notables: el cerebro mostró menor inflamación gracias a la restauración de la barrera hematoencefálica, esa estructura crucial que protege nuestro sistema nervioso central de sustancias potencialmente dañinas.El hallazgo más prometedor fue la recuperación de conexiones neuronales en regiones dopaminérgicas del cerebro. Como señalan los recientes avances en la comprensión de microcircuitos neuronales, estas redes sincronizadas son fundamentales para el correcto funcionamiento cerebral. La psilocibina no solo restauró estas conexiones perdidas tras el trauma, sino que incrementó su densidad por encima de los niveles previos a la lesión, sugiriendo un mecanismo de regeneración neuronal acelerada.Otro resultado significativo fue la disminución de la proteína tau fosforilada, un marcador característico del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Simultáneamente, aumentó el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), crucial para la supervivencia neuronal. Estos datos indican que los compuestos psicodélicos tienen potencial para tratar diversas patologías cerebrales además de las conmociones, como el Parkinson o ciertos tipos de demencia.El profesor Craig Ferris, director de la investigación, destaca un aspecto fascinante: los efectos beneficiosos aparecieron incluso en ausencia de síntomas conductuales evidentes. Esta observación abre la posibilidad de aplicar estos tratamientos preventivamente tras impactos en la cabeza, aunque no existan manifestaciones clínicas inmediatas. Este enfoque complementa perfectamente la revolucionaria herramienta MELD Graph, que ya está detectando lesiones cerebrales invisibles para los métodos de diagnóstico convencionales.Las dosis empleadas en el experimento son significativas: 3 mg/kg, seis veces superiores a las utilizadas en estudios sobre depresión (0,5 mg/kg). Sin embargo, investigaciones previas ya han demostrado que dosis de hasta 25 mg son bien toleradas en humanos. Este hallazgo es crucial porque indica que el tratamiento podría aplicarse en pacientes reales sin efectos adversos graves, aunque naturalmente se requieren ensayos clínicos que confirmen estos resultados preliminares.El siguiente paso para los investigadores será evaluar la eficacia de la psilocibina en lesiones antiguas, una situación mucho más común en la práctica clínica. En el futuro, estos tratamientos podrían combinarse con implantes cerebrales miniaturizados, que ya están mostrando resultados prometedores en trastornos neurológicos resistentes a terapias convencionales.Este campo de investigación ha experimentado avances notables desde que científicos lograron restaurar actividad metabólica en cerebros porcinos horas después de la muerte. Estamos presenciando un cambio de paradigma en la neurología: lesiones cerebrales antes consideradas irreversibles ahora parecen susceptibles de tratamiento, y la psilocibina podría jugar un papel fundamental en este nuevo enfoque terapéutico.El artículo Las conmociones cerebrales tienen solución, y la clave está en un hongo fue publicado originalmente en Andro4all.

Las lesiones cerebrales repetitivas son un problema serio para deportistas de contacto como jugadores de fútbol americano o boxeadores. Durante años, estos profesionales han sufrido las consecuencias acumulativas de los impactos en la cabeza. Ahora, un estudio reciente ha revelado que la psilocibina repara el daño cerebral causado por estas pequeñas conmociones que, sumadas, desencadenan problemas neurológicos graves. Este descubrimiento podría transformar completamente el tratamiento de lesiones cerebrales.
Investigadores de la Universidad Northeastern han descubierto que este compuesto de origen natural tiene potentes efectos protectores en cerebros que han sufrido traumatismos repetitivos. El estudio, aún pendiente de revisión por pares, podría transformar el abordaje de estos traumatismos leves acumulativos tan frecuentes. No es un dato menor: aproximadamente el 90% de los traumatismos craneales corresponden precisamente a este tipo de impactos, aparentemente inofensivos por separado pero potencialmente devastadores en conjunto.
La psilocibina restaura conexiones cerebrales dañadas por traumatismos
Los investigadores del Centro de Imagen Cerebral utilizaron un modelo experimental con ratas, simulando impactos similares a los que sufre un jugador de la NFL. Tras administrar 3 mg/kg de psilocibina después de cada impacto, observaron resultados notables: el cerebro mostró menor inflamación gracias a la restauración de la barrera hematoencefálica, esa estructura crucial que protege nuestro sistema nervioso central de sustancias potencialmente dañinas.
El hallazgo más prometedor fue la recuperación de conexiones neuronales en regiones dopaminérgicas del cerebro. Como señalan los recientes avances en la comprensión de microcircuitos neuronales, estas redes sincronizadas son fundamentales para el correcto funcionamiento cerebral. La psilocibina no solo restauró estas conexiones perdidas tras el trauma, sino que incrementó su densidad por encima de los niveles previos a la lesión, sugiriendo un mecanismo de regeneración neuronal acelerada.
Otro resultado significativo fue la disminución de la proteína tau fosforilada, un marcador característico del Alzheimer y otras enfermedades neurodegenerativas. Simultáneamente, aumentó el factor neurotrófico derivado del cerebro (BDNF), crucial para la supervivencia neuronal. Estos datos indican que los compuestos psicodélicos tienen potencial para tratar diversas patologías cerebrales además de las conmociones, como el Parkinson o ciertos tipos de demencia.
El profesor Craig Ferris, director de la investigación, destaca un aspecto fascinante: los efectos beneficiosos aparecieron incluso en ausencia de síntomas conductuales evidentes. Esta observación abre la posibilidad de aplicar estos tratamientos preventivamente tras impactos en la cabeza, aunque no existan manifestaciones clínicas inmediatas. Este enfoque complementa perfectamente la revolucionaria herramienta MELD Graph, que ya está detectando lesiones cerebrales invisibles para los métodos de diagnóstico convencionales.
Las dosis empleadas en el experimento son significativas: 3 mg/kg, seis veces superiores a las utilizadas en estudios sobre depresión (0,5 mg/kg). Sin embargo, investigaciones previas ya han demostrado que dosis de hasta 25 mg son bien toleradas en humanos. Este hallazgo es crucial porque indica que el tratamiento podría aplicarse en pacientes reales sin efectos adversos graves, aunque naturalmente se requieren ensayos clínicos que confirmen estos resultados preliminares.
El siguiente paso para los investigadores será evaluar la eficacia de la psilocibina en lesiones antiguas, una situación mucho más común en la práctica clínica. En el futuro, estos tratamientos podrían combinarse con implantes cerebrales miniaturizados, que ya están mostrando resultados prometedores en trastornos neurológicos resistentes a terapias convencionales.
Este campo de investigación ha experimentado avances notables desde que científicos lograron restaurar actividad metabólica en cerebros porcinos horas después de la muerte. Estamos presenciando un cambio de paradigma en la neurología: lesiones cerebrales antes consideradas irreversibles ahora parecen susceptibles de tratamiento, y la psilocibina podría jugar un papel fundamental en este nuevo enfoque terapéutico.
El artículo Las conmociones cerebrales tienen solución, y la clave está en un hongo fue publicado originalmente en Andro4all.