Duolingo y tu supermercado tenían la clave para mejorar tu productividad : el efecto gradiente de objetivo

Todo es más divertido cuando se plantea como un juego, más aún cuando el objetivo de ese juego es mejorar tu motivación para conseguir tus objetivos. Planificar las tareas como si fueran pequeñas pruebas de un juego que debes ir superando a largo del día conseguirá que completes todas tus metas y, lo que es más importante, lo harás sin que decaiga tu motivación. La gamificación es un concepto que ya se utiliza para mantener tu motivación en aplicaciones deportivas; se ha investigado su uso en sistemas de aprendizaje con dinámicas como la que usa Duolingo en su app; y la usa hasta tu supermercado para incentivar tu fidelidad. El denominador común para todos ellos: un condicionante psicológico llamado "efecto gradiente de objetivo". La idea es sencilla pero efectiva: al estructurar las tareas en metas a corto plazo, cada paso nos acerca de manera tangible al final, eso genera en el cerebro una sensación de triunfo y recompensa. Esta expectativa de recompensa genera un impulso natural para seguir avanzando hasta la siguiente prueba para completarla, y así sucesivamente evitando la procrastinación. Gracias a esta técnica, tareas mundanas y a priori aburridas o desmotivadoras, pueden volverse algo más divertidas y alcanzables. En Xataka Hay una forma de atajar la procrastinación y aumentar tu productividad: la regla de los cinco segundos Origen del efecto gradiente de objetivo El efecto gradiente de objetivo tiene sus raíces en un estudio realizado en 1934 por el psicólogo Clark L. Hull, quien buscaba entender mejor los patrones de conducta humana. En su investigación, Hull observó el comportamiento de ratas en un laberinto mientras buscaban comida. Curiosamente, se descubrió que cuanto más cerca estaban de alcanzar su objetivo (la comida), más rápido y con mayor determinación avanzaban. Este aumento en el esfuerzo al aproximarse al objetivo final es una condición que también se da en el cerebro humano y, de hecho, tiene un uso muy extendido en el marketing de fidelización (con recompensas al acumular puntos o sellos con tus compras para obtener regalos), en educación, o para mantener la motivación en las apps de salud y deporte (otorgando medallas y superando retos) La percepción de cercanía a la meta que percibe nuestro cerebro puede influir en el comportamiento y en el nivel de esfuerzo, por lo que se incrementa la motivación para obtener una recompensa en forma de dopamina. Ran Kivetz, Oleg Urminsky y Yuhuang Zheng estudiaron este comportamiento y descubrieron que los clientes con una tarjeta de fidelidad que requería 10 sellos para recibir una bebida gratis, eran más propensos a completarla si ya tenían algunos sellos pre-marcados. Curiosamente, las personas que empezaban con dos sellos "de regalo" completaban el objetivo un 82% más rápido que aquellas que comenzaban con una tarjeta completamente vacía. Este mismo principio puede aplicarse a tu productividad. Con una planificación adecuada de las tareas, de forma que una tarea grande y desafiante pueda dividirse en tareas más sencillas y asequibles, se puede incentivar un flujo de trabajo orientado a conseguir constantemente pequeños logros a lo largo de la jornada. Eso contribuirá, por ejemplo, a mitigar esa sensación de haber estado trabajando durante todo el día sin haber completado ninguna tarea concreta. Además, la conclusión progresiva de tareas reduce la sensación de miedo al fracaso, rediciendo la posibilidad de abandono de una tarea a medio hacer. Algo que tu cerebro detesta profundamente por otra condición psicológica llamada Efecto Zeigarnik. En Xataka Mi capacidad de concentración lleva rota mucho tiempo. Trabajar en un portátil de hace casi 15 años me ha salvado Cómo aplicar el efecto gradiente de objetivo a nuestras tareas Entender esta teoría te permite aplicarla de forma práctica a tu vida diaria, especialmente utilizando tácticas de gamificación para hacer todo tipo de tareas más atractivas. La gamificación consiste en incorporar elementos de los videojuegos, como puntos, niveles o recompensas, a situaciones cotidianas para hacerlas más motivadoras. Por ejemplo, el efecto gradiente de objetivo puede integrarse en tu jornada dividiendo una tarea grande en pasos más pequeños y visualmente rastreables, de modo que sientas que estás progresando continuamente en su conclusión. Otro truco para aprovechar el efecto gradiente de objetivo es incorporar pequeñas recompensas a lo largo del camino. En lugar de esperar hasta el final de un proyecto para celebrarlo, puedes establecer hitos intermedios. Imagina que estás trabajando en un informe largo. Puedes dividirlo en secciones y, al completar cada una de ellas, premiarte con algo que disfrutes, como un pequeño descanso, unos minutos de música relajante, etc. Un elemento imp

Abr 13, 2025 - 09:52
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Duolingo y tu supermercado tenían la clave para mejorar tu productividad : el efecto gradiente de objetivo

Duolingo y tu supermercado tenían la clave para mejorar tu productividad : el efecto gradiente de objetivo

Todo es más divertido cuando se plantea como un juego, más aún cuando el objetivo de ese juego es mejorar tu motivación para conseguir tus objetivos. Planificar las tareas como si fueran pequeñas pruebas de un juego que debes ir superando a largo del día conseguirá que completes todas tus metas y, lo que es más importante, lo harás sin que decaiga tu motivación.

La gamificación es un concepto que ya se utiliza para mantener tu motivación en aplicaciones deportivas; se ha investigado su uso en sistemas de aprendizaje con dinámicas como la que usa Duolingo en su app; y la usa hasta tu supermercado para incentivar tu fidelidad. El denominador común para todos ellos: un condicionante psicológico llamado "efecto gradiente de objetivo".

La idea es sencilla pero efectiva: al estructurar las tareas en metas a corto plazo, cada paso nos acerca de manera tangible al final, eso genera en el cerebro una sensación de triunfo y recompensa. Esta expectativa de recompensa genera un impulso natural para seguir avanzando hasta la siguiente prueba para completarla, y así sucesivamente evitando la procrastinación. Gracias a esta técnica, tareas mundanas y a priori aburridas o desmotivadoras, pueden volverse algo más divertidas y alcanzables.

Origen del efecto gradiente de objetivo

El efecto gradiente de objetivo tiene sus raíces en un estudio realizado en 1934 por el psicólogo Clark L. Hull, quien buscaba entender mejor los patrones de conducta humana. En su investigación, Hull observó el comportamiento de ratas en un laberinto mientras buscaban comida. Curiosamente, se descubrió que cuanto más cerca estaban de alcanzar su objetivo (la comida), más rápido y con mayor determinación avanzaban.

Este aumento en el esfuerzo al aproximarse al objetivo final es una condición que también se da en el cerebro humano y, de hecho, tiene un uso muy extendido en el marketing de fidelización (con recompensas al acumular puntos o sellos con tus compras para obtener regalos), en educación, o para mantener la motivación en las apps de salud y deporte (otorgando medallas y superando retos)

La percepción de cercanía a la meta que percibe nuestro cerebro puede influir en el comportamiento y en el nivel de esfuerzo, por lo que se incrementa la motivación para obtener una recompensa en forma de dopamina.

Gamificación del trabajo

Ran Kivetz, Oleg Urminsky y Yuhuang Zheng estudiaron este comportamiento y descubrieron que los clientes con una tarjeta de fidelidad que requería 10 sellos para recibir una bebida gratis, eran más propensos a completarla si ya tenían algunos sellos pre-marcados. Curiosamente, las personas que empezaban con dos sellos "de regalo" completaban el objetivo un 82% más rápido que aquellas que comenzaban con una tarjeta completamente vacía. Este mismo principio puede aplicarse a tu productividad.

Con una planificación adecuada de las tareas, de forma que una tarea grande y desafiante pueda dividirse en tareas más sencillas y asequibles, se puede incentivar un flujo de trabajo orientado a conseguir constantemente pequeños logros a lo largo de la jornada.

Eso contribuirá, por ejemplo, a mitigar esa sensación de haber estado trabajando durante todo el día sin haber completado ninguna tarea concreta. Además, la conclusión progresiva de tareas reduce la sensación de miedo al fracaso, rediciendo la posibilidad de abandono de una tarea a medio hacer. Algo que tu cerebro detesta profundamente por otra condición psicológica llamada Efecto Zeigarnik.

Cómo aplicar el efecto gradiente de objetivo a nuestras tareas

Entender esta teoría te permite aplicarla de forma práctica a tu vida diaria, especialmente utilizando tácticas de gamificación para hacer todo tipo de tareas más atractivas. La gamificación consiste en incorporar elementos de los videojuegos, como puntos, niveles o recompensas, a situaciones cotidianas para hacerlas más motivadoras.

Por ejemplo, el efecto gradiente de objetivo puede integrarse en tu jornada dividiendo una tarea grande en pasos más pequeños y visualmente rastreables, de modo que sientas que estás progresando continuamente en su conclusión.

Pexels Ivan Samkov 4238511

Otro truco para aprovechar el efecto gradiente de objetivo es incorporar pequeñas recompensas a lo largo del camino. En lugar de esperar hasta el final de un proyecto para celebrarlo, puedes establecer hitos intermedios. Imagina que estás trabajando en un informe largo. Puedes dividirlo en secciones y, al completar cada una de ellas, premiarte con algo que disfrutes, como un pequeño descanso, unos minutos de música relajante, etc.

Un elemento imprescindible en este proceso es la visualización del avance, por lo que es importante utilizar apps de productividad que midan ese progreso o mantener a la vista la lista de tareas, e ir tachando en ella todas esas pequeñas tareas completadas marcando así el avance de tu trabajo o de tus tareas personales.

Usar con moderación

Pese a ser una excelente forma de mantener la motivación de forma natural aprovechando una condición innata del cerebro, conviene usar esta técnica de forma selectiva como soporte para aquellos proyectos que son carne de procrastinación.

El abuso del efecto gradiente de objetivo condiciona al cerebro a mantenerse en un estado constante de expectación que puede pasarte factura consumiendo toda tu energía y derivando en estados de agotamiento, tanto físico como mental.

Una motivación excesiva por ir completando objetivos también provoca una "visión de túnel" en la tarea, en la que se pasan por alto otras alternativas que podrían resultar más efectivas, pero no se estudian porque el objetivo se ha puesto en terminarlas a toda costa, no de la mejor forma posible. Por ello, hay que tener cuidado al aplicar esta técnica en tareas que requieren soluciones de creativas o de resolución de problemas.

Más allá de esas "contraindicaciones", aprovechar esta condición de tu cerebro te ayudará a mantener la motivación en aquellas tareas que más odias o que no te apetece hacer.

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Imagen | Pexels (DS stories, Ivan Samkov)

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La noticia Duolingo y tu supermercado tenían la clave para mejorar tu productividad : el efecto gradiente de objetivo fue publicada originalmente en Xataka por Rubén Andrés .