El ASVE AREX es uno de los superdeportivos más exclusivos del mundo. Se acaba de vender por lo que cuesta un Dacia Duster

Para los amantes de los coches, los superdeportivos son artículos de admiración. Suponen la culminación de la estética (a veces cuestionable) y la potencia al servicio de un único propósito: la velocidad. Estamos acostumbrados a que sean ciertas marcas las que marquen la pauta en el segmento de este tipo de deportivos, pero algunas veces hay quien se salta las ‘reglas’ para crear su propio deportivo. Fue el caso del extravagante ASVE AREX Super Coupe, un coche creado por un actor retirado de Disney. Y lo más loco no es eso, sino que redefinió marcas como Toyota y que ese imponente deportivo único en el mundo ha sido subastado por lo que cuesta un Dacia. Cambio de aires. El nombre de David John Stollery III puede que no te suene de nada. Nació en 1941 y fue un actor infantil que protagonizó películas para Disney en los 50 y algunas series en épocas posteriores. Sin embargo, había algo que le hacía tilín más que la actuación: la mecánica y el diseño de coches. Es por ello que se retiró de la factoría Disney para cursar estudios en el Art Center College of Design y, posteriormente, se unió a las filas de General Motors. Allí ejerció como diseñador, pero no fue donde floreció. Algo debió ver Toyota en el joven diseñador, que lo contrató para trabajar en su centro de California, donde además le permitió abrir el primer centro de diseño de la marca japonesa en territorio estadounidense: el Calty Design Research. En Xataka Un Ferrari F40 de 700.000 dólares pasó una década aparcado en un garaje de Múnich: su dueño había olvidado dónde lo tenía Toyota Celica ‘78. Fue en 1973 cuando comenzó a trabajar con Noritsuna Watanabe y el objetivo no era sencillo: redefinir el futuro de los vehículos de la marca, con un ojo puesto en los gustos de los estadounidenses, muy diferentes a los de los japoneses. Stollery y su equipo comenzaron a trabajar y, tras un par de conceptos, la división californiana dio a luz la nueva generación del mítico Celica que tantos hemos conducido en los videojuegos. El Toyota Celica de 1978 seguía siendo esa aproximación al Mustang de Ford, pero ahora con motores de 2,2 litros para el mercado estadounidense y dos modelos de acabados dependiendo del bolsillo del comprador. A partir de ahí, se fueron mejorando generación tras generación hasta convertirse en un estandarte de los deportivos de consumo japoneses. El Celica del 78 Trasero inquieto. En total, Stollery dirigió el diseño de 22 modelos de la firma japonesa entre modelos comerciales y conceptuales, pero el diseñador quería algo más. Así, en 1983, Stollery fundó su propio estudio de diseño y prototipado de coches: el Industrial Design Research con el que podría aceptar encargos de firmas externas, pero también dar rienda suelta a su visión creativa. Entre esos clientes estaba Toyota, pero también Subaru, Chrysler, Mazma, Renault o General Motors. Y entre los proyectos estaban el FireAero, una mezcla rara entre coche y moto de 750cc con tres ruedas del que sólo se construyeron 30 y su gran obra: el ASVE AREX. ASVE AREX Super Coupe. Estamos ante un superdeportivo que Stollery perfeccionó durante casi dos décadas y que tenía unas prestaciones brutales. Con una velocidad punta de 320 km/h y una aceleración de 0-100 en tres segundos, el motor V8 de 400 CV de un Corvette LT1 con ubicación central y tracción trasera debía ser como un caballo indomable. El ASVE AREX cuenta con suspensión de doble horquilla en las cuatro ruedas, puertas tipo mariposa, unas líneas muy puntiagudas y una extraña nariz inspirada en el segmento de la aviación. Fue una unidad única, literalmente, ya que se concibió como una muestra del potencial creativo y tecnológico de su empresa. Una ganga. Nunca se fabricó en serie y Stollery, que lo usó hasta 2019 decidió donarlo al museo Zimmerman Automobile Driving ese mismo año. Sin embargo, las cosas no salieron demasiado bien y, con el cierre del museo, esta jugosa pieza ha sido subastada. No había reserva ni precio mínimo y… ¿cuánto dirías que puede alcanzar una obra tan única creada por un equipo que sabías lo que hacías? Seguro que, pienses en la cifra que pienses, es demasiado alta para la que ha terminado alcanzando. Porque, como leemos en Car and Driver, la casa de subasta Worldwide Auctioneers cerró la puja en 25.000 dólares. Es un precio extremadamente curioso por lo que supone este coche y por lo que decimos: es una pieza única en el mundo. Pero bueno, las subastas, a veces, tienen estas cosas, como que una rareza pase tan desapercibida. Y, hablando de cosas raras, IDR también ha diseñado durante estos años… torres para vigilantes de la playa. Es curioso y podemos ver los diseños en una web a la que, Stollery, si m

May 11, 2025 - 13:53
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El ASVE AREX es uno de los superdeportivos más exclusivos del mundo. Se acaba de vender por lo que cuesta un Dacia Duster

El ASVE AREX es uno de los superdeportivos más exclusivos del mundo. Se acaba de vender por lo que cuesta un Dacia Duster

Para los amantes de los coches, los superdeportivos son artículos de admiración. Suponen la culminación de la estética (a veces cuestionable) y la potencia al servicio de un único propósito: la velocidad. Estamos acostumbrados a que sean ciertas marcas las que marquen la pauta en el segmento de este tipo de deportivos, pero algunas veces hay quien se salta las ‘reglas’ para crear su propio deportivo. Fue el caso del extravagante ASVE AREX Super Coupe, un coche creado por un actor retirado de Disney.

Y lo más loco no es eso, sino que redefinió marcas como Toyota y que ese imponente deportivo único en el mundo ha sido subastado por lo que cuesta un Dacia.

Cambio de aires. El nombre de David John Stollery III puede que no te suene de nada. Nació en 1941 y fue un actor infantil que protagonizó películas para Disney en los 50 y algunas series en épocas posteriores. Sin embargo, había algo que le hacía tilín más que la actuación: la mecánica y el diseño de coches.

Es por ello que se retiró de la factoría Disney para cursar estudios en el Art Center College of Design y, posteriormente, se unió a las filas de General Motors. Allí ejerció como diseñador, pero no fue donde floreció. Algo debió ver Toyota en el joven diseñador, que lo contrató para trabajar en su centro de California, donde además le permitió abrir el primer centro de diseño de la marca japonesa en territorio estadounidense: el Calty Design Research.

Toyota Celica ‘78. Fue en 1973 cuando comenzó a trabajar con Noritsuna Watanabe y el objetivo no era sencillo: redefinir el futuro de los vehículos de la marca, con un ojo puesto en los gustos de los estadounidenses, muy diferentes a los de los japoneses. Stollery y su equipo comenzaron a trabajar y, tras un par de conceptos, la división californiana dio a luz la nueva generación del mítico Celica que tantos hemos conducido en los videojuegos.

El Toyota Celica de 1978 seguía siendo esa aproximación al Mustang de Ford, pero ahora con motores de 2,2 litros para el mercado estadounidense y dos modelos de acabados dependiendo del bolsillo del comprador. A partir de ahí, se fueron mejorando generación tras generación hasta convertirse en un estandarte de los deportivos de consumo japoneses.

Toyota Celica '78 El Celica del 78

Trasero inquieto. En total, Stollery dirigió el diseño de 22 modelos de la firma japonesa entre modelos comerciales y conceptuales, pero el diseñador quería algo más. Así, en 1983, Stollery fundó su propio estudio de diseño y prototipado de coches: el Industrial Design Research con el que podría aceptar encargos de firmas externas, pero también dar rienda suelta a su visión creativa.

Entre esos clientes estaba Toyota, pero también Subaru, Chrysler, Mazma, Renault o General Motors. Y entre los proyectos estaban el FireAero, una mezcla rara entre coche y moto de 750cc con tres ruedas del que sólo se construyeron 30 y su gran obra: el ASVE AREX.

ASVE AREX
ASVE AREX
ASVE AREX
ASVE AREX

ASVE AREX Super Coupe. Estamos ante un superdeportivo que Stollery perfeccionó durante casi dos décadas y que tenía unas prestaciones brutales. Con una velocidad punta de 320 km/h y una aceleración de 0-100 en tres segundos, el motor V8 de 400 CV de un Corvette LT1 con ubicación central y tracción trasera debía ser como un caballo indomable.

El ASVE AREX cuenta con suspensión de doble horquilla en las cuatro ruedas, puertas tipo mariposa, unas líneas muy puntiagudas y una extraña nariz inspirada en el segmento de la aviación. Fue una unidad única, literalmente, ya que se concibió como una muestra del potencial creativo y tecnológico de su empresa.

Una ganga. Nunca se fabricó en serie y Stollery, que lo usó hasta 2019 decidió donarlo al museo Zimmerman Automobile Driving ese mismo año. Sin embargo, las cosas no salieron demasiado bien y, con el cierre del museo, esta jugosa pieza ha sido subastada. No había reserva ni precio mínimo y… ¿cuánto dirías que puede alcanzar una obra tan única creada por un equipo que sabías lo que hacías? Seguro que, pienses en la cifra que pienses, es demasiado alta para la que ha terminado alcanzando.

Porque, como leemos en Car and Driver, la casa de subasta Worldwide Auctioneers cerró la puja en 25.000 dólares. Es un precio extremadamente curioso por lo que supone este coche y por lo que decimos: es una pieza única en el mundo. Pero bueno, las subastas, a veces, tienen estas cosas, como que una rareza pase tan desapercibida.

Y, hablando de cosas raras, IDR también ha diseñado durante estos años… torres para vigilantes de la playa. Es curioso y podemos ver los diseños en una web a la que, Stollery, si me permites el consejo… habría que dar una vuelta en lo que a diseño se refiere.

Imágenes | IDR, Worldwide Auctioneers, Geographer on

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La noticia El ASVE AREX es uno de los superdeportivos más exclusivos del mundo. Se acaba de vender por lo que cuesta un Dacia Duster fue publicada originalmente en Xataka por Alejandro Alcolea .